Mostrando las entradas con la etiqueta rokck. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta rokck. Mostrar todas las entradas
Y daba vueltas en mi cabeza, tratando de cambiar la percepción de cierta información obtenida en el pasado, sin éxito alguno, el daño se había hecho, las causas y consecuencias del mismo y su evolución en mi interior solo confirmaban mi teoría, estaba harto.

Me fastidiaba la idea de que cada que una oportunidad positiva llegaba a mi mente, montones de dudas se dejaban caer sin piedad, me destrozaban lentamente. Solo podía levantarme y salir huyendo, lo he explicado mil veces y parece seguir en la duda de todos, soy un apasionado, pero uno de verdad, de esos que en su ilusión se desviven por ver felices a los demás.

Miseria aparte, estaba triste, había pasado una hora, la espera me tenía agotado y la frustración crecía, necesitaba escapar de mi realidad. Bebí un trago de agua suficiente para refrescar mis pensamientos, pero la ansiedad se hacía paso constante a cada minuto que sucedía. Me aproximé al baño, me salpiqué el rostro de líquido vital, lavé mis dientes y jalé mi cabello, al tiempo que la sensación de malestar subía por mi espalda, era la hora.

Ingresé lo más rápido que pude a la habitación, tomé llaves y me coloqué una camiseta, el monstruo asomaba sus garras por la puerta; anduve escaleras abajo y me seguí de frente, ignoré el hecho de haber dejado mi celular sobre la cama, estiré mis piernas lo más que pude realizando pasos agigantados, únicamente quería alejarme.

Gente de ida y vuelta, la percepción falla, hube tomado los lentes como último recurso y a penas los coloqué cuando terminé de avanzar tres bloques. No realicé el mínimo intento de voltear a ver qué sucedía a mi espalda, sentía el temor en mí. Después de todo, ya lo había dejado hacer mella con anterioridad un par de veces, conocía perfectamente las consecuencias de permanecer encerrado junto y cómo eso incitaría a presentarse a la bestia en mí, lo que menos deseaba era darle la oportunidad de nuevo de destruir mi visión actual de las cosas, de llevarme a la fuerza al desplome, al abandono y hundirme en la miseria de la soledad.

Estuve sentado en una banca poco más de veinte minutos, observando que ciertamente había pasado otra hora ya. Sin rastro alguno de esperanza me aproximé a la puerta de un establecimiento, solicité un helado y me dispuse a degustarlo en lo que sucumbía el mal ante la hermosura del tiempo.

Relajado y media hora más tarde, me encontraba aclarando emociones, frente a un espejo con manchas, aceptando sincero que realmente no soy un gran partido y en este punto de mi vida no tengo nada que ofrecer. Pero me he mantenido en pie, a pesar de las adversidades que se presentan día con día, los monstruos acechantes junto a la ventana y la bestia dormida en mi interior deseando ser liberada una vez más.


Considerar que son mis vacaciones personales estas dos semanas en casa de mis padres, estando con ellos y pasando tiempo excelente con la familia ha sido una muy buena decisión, y estoy feliz por eso.

El fin, después de 12 años de publicar entradas en este sitio, he llegado al millar de publicaciones; cada una de ellas más personal que la anterior, desde mi corazón hasta lo más superficial de mis gustos ha quedado aquí descrito, y me agrada lo que se ha logrado, un montón de textos con trocitos de mí para formar una ensalada de peculiaridades, defectos, pero también dichas y momentos brillantes.

Durante este periodo de tiempo he trabajado en fortalecer mi algoritmo y su alcance, proyectando y proponiendo de modo que siga funcionando en su versión gamma y de cara a su forma beta para el próximo año. La media de crecimiento ha sido maravillosa, teniendo en cuenta que a penas son un puñado de amistades los asociados y que se quintuplicó el monto establecido en el mes que lleva el año.

No he de mentir, ha quedado de lado el asunto de la dieta posterior a mi despido; una de las desventajas de estar en Colima. Tampoco es que me sienta sin consuelo, pues consciente estoy de que una de las grandes motivaciones de volver al ruedo de lo "godín-laboral" es precisamente esforzarme por mejorar mi calidad de vida (hablo tanto de la intelectual como de la física).

También tenemos la tarea de colocar unas repisas en estos días, para incrementar el espacio ocupado por mi librero distribuyendo los libros más y mejor en los espacios.

Finalmente tengo que confesar que estoy agradecido a la vez que sorprendido por alcanzar el número de textos mencionados, sinceramente comprendo lo difícil que es mantenerse a pesar de no poseer comentarios o visitantes recurrentes, puesto que mi intención va mucho más allá de producir una influencia temporal en un puñado de personas, esperando sinceramente que sea posible dar a conocer con claridad material que podría enriquecer la percepción de lo que soy, y en primer lugar, para que mañana al releer pueda decir alegre: Se superó tal o cual obstáculo.

Mi compromiso ahora es incrementar las letras a mi vida,
deseando encontrar cada vez más vida en mis letras.


1000

Por
Considerar que son mis vacaciones personales estas dos semanas en casa de mis padres, estando con ellos y pasando tiempo excelente con la fa...
Ha pasado de todo en lo que fue el mes pasado. En primer lugar me quedé sin empleo abruptamente, en términos generales la reforma fiscal afectó la situación de la empresa en la que solía trabajar y algunas cabezas rodaron, entre ellas la mía.

Después de quedarme sin trabajo comenzó la travesía de regresar mis pertenencias a Colima y algunas a Guadalajara (mi probable siguiente terreno laboral). Estuve por una semana más en CDMX recapacitando acerca de mi situación y siendo honesto, sufriéndola más de lo que creí.

Es la primera vez que me quedo en la calle en una ciudad donde no puedo huir tan fácilmente con un familiar o amigo cercano; demasiadas cosas cruzaron mi cabeza. Aunque también es la primera vez que ocurre cuando ya estaba trabajando en un proyecto personal alterno.

Seré sincero, mientras más observaba la situación, más me atemorizaba el haber perdido mi tiempo durante todo ese periodo; porque en resumen, mi cuerpo estaba en sus peores condiciones, no tenía a nadie para compartir mi tiempo y no había amigos o parientes que apoyaran en mis distracciones. Estaba atorado en un bache del que urgía salir.

Un par de semanas más tarde me encuentro nuevamente en Colima, en casa de mis padres; como buena noticia, mi algoritmo sigue funcionando correctamente y sin errores. Por consejo de ellos estaré por acá hasta la próxima semana, lo que es bueno, porque puedo aprovechar a resolver pequeños pendientes que tengo.

Desde el punto de vista laboral, todavía no empiezo a buscar trabajo o mandar mi información a empresas; estoy esperando a estar de nuevo en Guadalajara para comenzar a hacerlo. Sé que mi motivación estará a tope cuando ande por allá.

Sin lugar a dudas ha sido un periodo de tiempo de autoanálisis fundamental para mi crecimiento personal, estoy empeñado en mejorar mis cualidades de ingeniero pero no me encuentro obsesionado con encontrar "un gran trabajo"; de momento, hablando con el corazón en la mano, mis proyectos personales y los amigos me sirven de gran ayuda para no quedarme en la calle. Es de lo que estaré agarrado si quiero progresar y salir de este rato oscuro.

Me faltan algunos detalles, entre ellos la literatura y escritura se han quedado de lado un poco. Pues uno de los pilares de mi vida ha trastabillado; y en lo que se armonizan las cosas, necesito "reiniciar mi ser nuevamente".

En fin, agradezco seguir existiendo y poder demostrarme a mí mismo que no importa la profundidad de un precipicio o el tamaño de la caída, siempre es posible emerger, levantarse y seguir creciendo.


Vas a cambiar para bien, vas a lograr tus metas, y conforme cada una de ellas vaya quedando atrás, te darás cuenta que lo que más valoras no es el obtener objetivos, sino el esfuerzo invertido en el proceso. La semana pasada estuve con mis padres, de vacaciones durante casi una semana.

Amé cada instante que pasé con ellos y mi hermana; mi mente criticaba una serie de cosas, defectos míos principalmente. Conforme transcurría el tiempo, agradecido me sentía de que ellos estuvieran ahí para mí. Cuidándome, recordándome, regalándome su corazón a cada momento.

Estaba tratando de ser un hombre sensato, explicándome mis deberes como si fuese un tercero; recordaba que no había escrito mis antipropósitos para el año actual, ya han transcurrido once días y no había publicado nada, así que aquí van:

1. Voy a dedicar más tiempo a mí a pesar de parecer egoísta y arrogante en el proceso: A leer, a jugar, a escribir, a consentirme, a dormir, a viajar.

2. Voy a preocuparme poco o nada por conseguir enamorar a alguien, por buscar caer bien a los demás o por mostrarme con defectos tal cual soy.

3. Voy a fracasar en mis intentos por aprender cosas nuevas.

4. Voy a tener una opinión más saludable de mí y aceptaré mis imperfecciones con valor.

5. Voy a flojear cada que tenga oportunidad. Y lo disfrutaré.

6. Voy a opinar menos y callar más.

7. Voy a gastar menos en deberes y más en placeres.

8. Voy a quedarme sin bañar si algún día no tengo ganas, y está bien.

9. Voy a comer cosas que me gusten, y procuraré evitar aquellas que honestamente no.

10. Voy a tomarme menos en serio a mí mismo. Me reiré de mí cada que pueda.


Excelentes noticias relacionadas al funcionar de mi Algoritmo, la primera versión del mismo, lleva 9 semanas generando excelentes beneficios. Detuve de tajo la versión de alto riesgo (HRA) debido a que me encontré con un fallo que no había calculado antes; pero eso me llevó a identificar un potencial punto de crecimiento; en este momento trabajo en recopilar información suficiente para la evolución de la primera versión, con una especie de Amalgama entre ambas variantes del mismo.

Todos son números en mi cabeza recientemente, faltan muchísimos datos por analizarse, pero me encuentro en un punto de no retorno; el 2020 será el año Gamma de mi Algoritmo y el plan es aprovecharlo para afianzar la confianza de mis amigos asociados que se integren.

Probablemente después de unos dos o tres meses continuaré trabajando con la versión Amalgama como la principal y única; creo con todo mi corazón que es algo que va a funcionar correctamente. Si todo lo anterior ocurre sin errores, estaríamos hablando de unos cien mil escenarios simulados para fin de ese periodo, lo que daría la fuerza y seguridad suficiente a mi programa para adentrarse al 2021 en una fase Beta con apertura a público limitado.

Todavía no terminan los dos primeros meses de que saqué adelante este proyecto en su versión Gamma, con la incorporación de las primeras aportaciones, identifico un crecimiento interesante, ordenado y constante. Es cierto que la variación de beneficios difiere en comparación de unas semanas con respecto a otras, sin embargo, hasta ahora sigo conservando mi palabra y continuando con el cumplimiento del compromiso mínimo que adquirí al comenzar la fase Gamma, e "Inversátil" sigue adelante.

Veremos qué nos depara el 2020, esperemos que sea un excelente año para mi proyecto y para mí. Próximamente estaré publicando los "antipropósitos". Quiero agradecer a cualquiera que haya invertido un par de minutos en leerme durante lo que va del año; les he tomado un cariño especial a pesar de que rara vez me doy cuenta quién ha pasado por este sitio. Deseo que durante estos días sus vidas se llenen de dicha y energía positiva para empezar el siguiente ciclo con todas las ganas y en la mejor forma. Un abrazo.


Hace rato, me preguntaba por qué me es tan difícil entrar en alguna relación con alguien que me llame la atención; y sí, probablemente la mayoría de gente que me conozca imaginará que es porque soy muy quisquilloso en cuanto a gustos, y lamentablemente no tengo un aspecto para ponerme esa clase de moños. Pero analizaba mi situación más a fondo, quería comprender realmente qué me sucede, porque aunque ese par de razones tienen suficiente peso para frustrarme en soledad toda la vida, lo cierto es que tenía la certeza de que había algo que faltaba identificar y creo que lo he conseguido.

Para empezar, he de mencionar que me gusta generar lazos fuertes con las personas a las que estimo y considero amistades; es por ello que mi círculo cercano podría entenderse como algo muy pequeño; sin embargo esa gente sabe que yo haría por ellos casi cualquier cosa, y estoy convencido de que sucede lo mismo de manera inversa.

Soy un ferviente opositor de la hipocresía y las mentiras, por eso quienes me conocen saben que prefiero guardar silencio cuando algo no me compete en cuanto a opinión, pero no tengo reparo en ser genuinamente honesto cuando solicitan o requieren un consejo, un punto de vista veraz, o una forma dura de observar la realidad.

Por lo anterior una de las cosas que se me complican es interactuar con grupos grandes a la vez. No soy un hombre de fiestas, ceremonias, parrandas, cotorreos multitudinarios, conciertos, eventos masivos, ni demás situaciones en las que aquellos socialmente más capacitados se mueven como pez en el agua.

Todo lo anterior mencionado me lleva a poseer una personalidad muy selectiva; sin embargo aquellos que amo están conscientes de que lo que siento por ellos es real. Curiosamente y en parte debido a lo anterior, soy tremendamente bueno tratando a la gente desde una perspectiva individual, no tengo problemas en conocer, adentrarme, entender e incluso ser parte de la vida de los que van agregándose a mis seres queridos. Me sincero completamente y soy tan transparente que pueden saber desde mi sueño de la noche anterior, hasta cómo es que mis errores del pasado me han instruido a sentirme mejor conmigo mismo. No tengo miedo a expresar lo que siento, en lo que creo, con qué me identifico y hacia dónde quiero andar. Soy como algunos dirían, un libro abierto.

Eso, en entornos donde hay conjunción de puntos de vista obviamente es un arma de doble filo; puesto que habrá quienes de inmediato se identifiquen con mis vivencias y modos, como quienes crean que soy un farsante, petulante, egocéntrico y demás adjetivos calificativos hirientes. Y posiblemente tengan algo de razón, porque están en una perspectiva diferente a la mía y sus percepciones de mí, en parte, tal vez debido a su experiencia, surgen a partir de lo que están escuchando, viendo e interpretando en el momento.

En suma, empatizar con alguna agrupación me es terriblemente complejo. Ahora, regresando a la proposición inicial de mi argumento, cuando uno ingresa en una relación, no lo hace con una persona en solitario, esa persona en cuestión carga consigo hermanos, padres, demás familiares, amigos y un sinfín de gente cada uno con un universo independiente de pensamientos, manías, sentimientos, fobias, principios e instrucciones; a los que sin duda conocer de uno a uno podría ser asombroso y fascinante para mí, pero en conjunto se vuelven un escenario aterrador.

No conozco cómo piensan los demás, pero obviamente intentar aceptar y responsabilizarme cada vez más de la persona que soy es mi mayor tarea. Sé que he fallado en demasía, que no soy ni una fracción de los que objetivos en mi mente, me arrepiento de no tener las capacidades de otros a la hora de interactuar, pero me alegro mucho de finalmente darme cuenta de este hecho. Si alguien lee esto: Sí, me gusta tener amigos; claro, es muy sencillo que me caigas de maravilla y entres entre mis consentidos; y por supuesto, eres bienvenido cuando gustes a este corazón deseoso de afecto y a este par de brazos extendidos a la lealtad. Un abrazo.


Han pasado los años y de mis ganas de escribir "algo" no se sabe un comino; pero hoy, estoy desagradado ante una actitud, la cual es, autocompasión o victimización. Todos conocemos a esta persona, que con una actitud grosera, impositiva y abusiva trata de conseguir y abrirse paso por llegar a aquello que desea, y está mal, es un extremo que está mal, porque afecta a terceros.

Pero qué me dicen de la otra cara, las personas que forzándote a mirarlos con lástima y compasión, hacen todo por tenerte ahí, brindándoles tu atención y afecto, haciéndote pensar a cada que pueden lo "miserable" que ha sido la vida para con ellos; bueno, pues también su actitud es pésima, es una forma de control y por consiguiente, destruye a otros.

Y ya, era todo lo que quería decir al respecto. Aprendamos a ser felices y a convivir con nosotros mismos, mientras no logremos eso, seguiremos produciendo relaciones dañinas gracias a que no hemos superado complejos, miedos y traumas. ¿No me creen? Hagan lo que yo, analicen un poquito las relaciones que conocen, aquellas que están mal, colóquenlas en su mente hasta que entiendan qué es lo que sucede; por la sola interacción de las partes se da uno cuenta, no es necesario ser un gran sabio, filósofo, pensador o genio, lo juro.

Me gusta mantener una personalidad que sea justa con su palabra, aquello que digo debe de estar fundamentado en algo de lo que soy; no me es posible andar por todos lados pretendiendo ser algo que no soy. Además es exhaustivo el siquiera intentarlo. La justificación es simple, la transparencia deja en claro nuestro ser. Eso sí, tan fácil como es entregar mi corazón al enamoramiento, cuando este se rompe por una decepción, probablemente tenga que recoger sus piezas y dejar pasar un tiempo, pero una vez recuperado, sin duda habrá aprendido algo, por lo que difícilmente dejará que lo hieran desde la misma perspectiva.

Incluso yo deseo conocer a una mujer que me guste y me ame... ¿Es la vida justa? Deduzco que sí, en su aleatoria y poco lógica manera de asimilar la justicia, seguro lo es. Además, la percepción de los lugares y éxitos alcanzados solo es distinguible viendo hacia el pasado, habrá que esperar y el bendito tiempo, como siempre, hará incontenible a la razón, con lo que la verdad será descubierta. Por supuesto.


Los números me hacen feliz. El análisis de datos le da una razón de ser a mi curiosidad constante. Hace justo un mes inicié con la fase gamma de ese proyecto personal. Los resultados hasta ahora, prometedores. La inteligencia ante la comprensión del funcionar de los números basado en estadística y probabilidad se ha puesto a prueba, y en más de veinte mi escenarios, mi algoritmo ha resultado triunfador, lo cual es maravilloso.

El siguiente paso es alcanzar un retorno en concreto, estoy mentalizado en que sean diez mil durante cada corte a partir de que empecemos el año; estoy consciente de que es un número ambicioso, pero de darse, me vendría muy bien para resolver situaciones personales y dar continuidad a otros asuntos. Además, que si lo consigo cíclico, estamos hablando de casi una completa libertad financiera alcanzable en tres o cuatro meses... Pero reitero, eso no es más que especulación basada en números, hacen falta resultados para animarme siquiera a cambiar de trabajo.

Acaba de terminar el primer día del último mes del año; qué nostalgia saber que no he hecho nada por mejorar mi apariencia y he permitido a mi salud estar en malas condiciones. Me repito una y otra vez mis anhelos pero no ha funcionado, me quedé bajo de voluntad o definitivamente no utilicé los medios, ni la influencia necesaria para abandonar el mal camino y reincorporarme al buen estado de salud.

El exceso de trabajo y el godinizmo me parecen un par de elementos dañinos; hace falta salir a tomar aire, a conocer gente y lugares, a divertirse; y esta ciudad, honestamente me ha dejado uno que otro desagrado por un poco de satisfacción de vez en cuando. Aunque he aprendido mucho el valor de lo que no está cerca, de los amigos, la familia, las personas que amo y la gente en quien puedo confiar. Me llevo eso de aquí si un día me voy.

No soy fanático de subirme al transporte público colmado de gente, porque es bien sabido que no soy muy amante de la gente en general. Tampoco es lo mío hace filas enormes cuando hay que ir al super o a un restaurante en la búsqueda de un sitio para comer. No es culpa de nadie, es que simplemente no me agrada todo eso. Por eso me mudé a unos pasos de la oficina, por eso es que no utilizo transporte a menos que sea altamente necesario (por lo general prefiero las aplicaciones).

Y el asunto con la mentalidad de las personas es otro: Por lo general tratan de aprovecharse de cualquier ventana de oportunidad para sacar ventaja sobre ti; desde que se les olvida parte del pedido que acabas de hacerles por lo que no te entregan completo, hasta que se confunden con las monedas y te dan cambios erróneos, o que tu compañero de trabajo o jefe considere "pertinente" que te quedes un rato más a laborar (incluso sabiendo que es fuera de tu horario), o que realices actividades en fin de semana (cuando tu contrato no dice eso); en resumen, aquí pasa en todos lados, siempre, si hay oportunidad y tú lo permites, va a salir alguien de colmillo retorcido a abusar de tu ingenuidad.

Pero no, no detesto la ciudad, particularmente he ido aprendiendo a comprenderla y a sus habitantes; me ha dado gusto hasta ahora la experiencia y no estoy diciendo que el próximo mes me iré. Aunque de ser por mí determinación, por mis gustos, anhelos y necesidades, definitivamente hay otros sitios a los que me siento más compatible, solo eso.


Tengo que colocarlo dentro de algún texto que me fluya, es tiempo, supongo, de decir que venía padeciendo un tipo de enfermedad que me hacía ver todo distinto, mi cerebro produciendo un entorno distópico era una constante, donde el rededor superaba mis expectativas negativas siempre, y aspiraba a ser un número más programado para desaparecer tarde o temprano.

Lo anterior era un estado mental disfuncional, un temeroso estado de ánimo continuamente en alerta, una sensibilidad a percibir emociones positivas nula; explotando únicamente la perversidad de los horrores imaginables. Ridículo resulta que una de mis historias favoritas de Poe sea la de Arthur Gordon Pym y que tras haberla leído años atrás no me diera cuenta que estaba en dándole vueltas a miedos existentes solamente en mi cabeza.

Me sentí curado de eso después del fin de semana, ocurrieron situaciones diversas que me colocaron en un proceso de pensamiento más sobrio ante lo que pasaba; mi tacto, gusto, vista, oído y olfato se reiniciaron convencidos de que la experiencia merecía ser vivida con el potencial completo que cada uno de mis sentidos posee. Funcionó.

Han sido unos días deliciosos, mi espalda no se siente más cargada de necesidades, decir las cosas que deseo y quiero se ha transformado en algo sencillo. Hasta el hecho de perder mi trabajo parece un horizonte confiable ahora; pues sé qué hacer si me despidieran, sé adónde ir en caso de requerirlo. En lugar de subdimensionar mi mundo he comprendido su crecimiento y rumbo, agarrándome fuertemente de aquello que amo, descartando lo que me hacía daño.

Las catarsis pueden llegar a nuestras vidas en diferentes tipos de empaques, tamaños, aromas, sabores, colores, texturas y formas; justo lo faltante en el momento indicado, y así llego al final de esta pequeña anécdota, alegrándome del hermoso fin de semana anterior, y lo mucho que me trajo consigo. Bendita vida que me instruyes bien.


Una Catarsis

Por
Tengo que colocarlo dentro de algún texto que me fluya, es tiempo, supongo, de decir que venía padeciendo un tipo de enfermedad que me hacía...
Y si están creyendo todos que dejé de escribir por culpa del trabajo, en parte es así, pero definitivamente no. Han sido semanas en las que me he entretenido durante mis "tiempos libres" en un algoritmo que espero genere frutos interesantes a futuro, hasta el momento van más de 21 mil escenarios analizados sin fallos, lo que me hace alegrarme mucho.

En cuanto a las cosas comunes de la oficina, he de mencionar que cada vez soy más funcional administrando AIX, y SQL Sever se me hace una tecnología poco a poco más sencilla de gestionar. En fin, vida laboral a todo.

Entre las cosas tristes, tengo que comentar que casi no he podido visitar a mis padres durante el último semestre; lo hice el domingo pasado, solamente el domingo en una visita express. Están bien, los amo, los extraño demasiado.

Con respecto a las amistades, aquí solo interactúo con "señores", así que me hace falta salir de vez en cuando y pasar tiempo con gente más próxima a mi edad y mis gustos.

En fin, ya me voy de acá, quería publicar algo pero realmente estoy limitado de tiempo, vuelvo pronto.


Cuando caminas por la vida rodeado de música, de una manera u otra terminarás viviendo la música como parte de ti. Cuando vives rodeado de inspiración, la inspiración se volverá tarde o temprano parte de tu forma de pensar y de actuar. Cuando vives anhelando ser mejor persona, la consecución de decisiones te terminan llevando por un camino en el que reconoces estar cada vez mejor que antes.

Somos el resultado de aquello que nos inspira, lo que nos apasiona, lo que anhelamos, lo que nos rodea; somos la sumatoria de diminutos eventos, experiencias y entornos que vamos coleccionando en nuestra mente y corazón.

Somos idealistas de nuestra utópica percepción humana, somos fabricantes y constructores de nuestra asimilación de la realidad, imperialistas y gobernantes sobre lo que hay en nuestro ser, exploradores, autodidactas, alumnos, médicos, ingenieros, entusiastas y maestros de aquello que aceptamos para nuestra existencia.

Una gran variedad de deseos que una vez tuve, hoy son parte de mi día a día; ¿es decir que he alcanzado alguna clase de éxito? NO, no lo he hecho; solo soy cada vez más consciente de las maravillas que ahora forman parte de mi historia.

Desaproveché mucho de mi tiempo en la búsqueda de nutrimentos para una parte de mí que simplemente estaba falta de afecto y estima; dándole vueltas a los puntos comunes intenté contener parte de mi potencial para hacerlo verse y sentirse (al menos a mi percepción) como el estándar ordenaba. Y eso generaba noches de ansiedad y desconsuelo, pues no era yo mismo en mi afán de tratar de ser "alguien".

Hasta que reconocí que mis formas de activación eran distintas, yo necesitaba de constantes catarsis intelectuales. Tenía que alimentar al monstruo que había en mí; no odiándolo ni exterminándolo, sino atendiéndolo y dejándolo crecer saludablemente. Devoró mis miedos en segundos, desactivó todas las alarmas que los ajenos consiguieron colocar en mí, me sirvió como guía y protector en los senderos más peligrosos. Se fusionó conmigo.

Ahora el monstruo devora literatura, gruñe párrafos, escucha música, ruge afecto, transpira amor propio, y acecha la vida desde unos ojos colmados de misericordia, comprensión, hermosura, memorias y verdad.


El Monstruo

Por
Cuando caminas por la vida rodeado de música, de una manera u otra terminarás viviendo la música como parte de ti. Cuando vives rodeado de i...
¿Les pasa que tienen una idea dándoles vuelta en la cabeza todo el tiempo deseando salir de ahí sin éxito alguno? Había puesto mi intención en escribir acerca de experiencias y vivencias, ¿qué pasa cuando te almacenas entre cuatro paredes y tu única comunión con el exterior es buscar el color gris?

¿Orgullo, temor, envidia, soberbia, presunción, procrastinación? Todas son válidas y al mismo tiempo erróneas; los episodios dolorosos y sus memorias causan depresión, la falta de ganas de hacer cualquier cosa, una muestra de que algo no va muy bien que digamos... ¿Y qué me dices de conocer? Estás en una Ciudad cuyas atracciones escasamente has visitado, deberías, tendrías que, procura hacer algo ya. ¿Por qué tanta impotencia?

Si lo supiera, si de verdad lo comprendiera. Todo es borroso, incómodo, un desastre. Repercutiendo en lo que me rodea, desde la gente hasta las pantallas a las que estoy expuesto, ¿y la música, salir a caminar y respirar el aire fresco como solías, leer y observar nuevas historias? ¿Te sientes bien? La respuesta en mi mente se repite constante, "no me siento mal", dijo el enfermo.

Me hubiera gustado que las palabras aquí colocadas tuvieran un origen y un significado sencillo; no es así. Me apasionan los números y el análisis... ¿Eso hacia dónde me lleva? Todavía a nada. Falta que pasen algunos meses para que el algoritmo pueda ser probado finalmente, lo haré sin misericordia.

El horror de ser el espectro que se asoma y desaparece desde el espejo tras la puerta durante las noches sombrías, con ruidos en el techo de la habitación; desagrado inminente como consecuencia ante la falta de atención... ¿Cuerpos perfectos? ¿Ojos hermosos? ¿Labios carnosos? Todo es recitable, nada comprobable. ¿Cuál de todos se ha emancipado? Solo interesa seguir redactando de maneras que el testamento sea incomprensible, y que el día de mañana quien procure razonar los párrafos vean un abismo de desolación con destellos de dicha.

Pasa. Pasa que el tiempo es la variable que mayor efecto tiene sobre los hechos en cuestión, sin distinción de clases o públicos, la resolución y la penitencia son por resolución similares. El negro de las miradas no simboliza nada, el martirio del dolor continuo en las piernas no se puede traducir, el vómito del insensato puede no ser después de la ingestión de alimentos insanos, la bendición se vuelve interpretativa, la vida un lamento contemplativo. Nada dice el autor entre estas letras, se esconde solamente horrorizado tras la idea de desvanecerse, de desaparecer, de morir sin ser extrañado. Sin sentido.


Sin Sentido

Por
¿Les pasa que tienen una idea dándoles vuelta en la cabeza todo el tiempo deseando salir de ahí sin éxito alguno? Había puesto mi intención ...
Éstas ganas de ser alguien, de hacer las cosas bien, en función de beneficios mayores, y seguir aquí, dudando de todo y nada al mismo tiempo. ¿Qué pasa con quien trata de resolver su vida? Ni que tan fácil fuera, nada más queda seguir trabajando por lo que sea posible, y dejar ir libremente aquello que no es para nosotros.

Una bancada de miedos, hordas continuas de horrores, eran lo que me afligía, hasta que acepté dejarles en libertad y responsabilizarme solo de aquello que estaba al alcance de mi mano; disminuyeron las plegarias necesarias, incrementaron los méritos positivos, finalmente comprendí lo lejos que estaba de cualquiera de mis causas, y sin embargo acepté que por ínfimas que las posibilidades fueran, existían. Deduje que cada día deja su instrucción y enseñanza, y que de ahí al éxito si estaba un poco más cerca, ya era logro.

Las palabras llegaban a mi mente cual olas en la playa, una más fuerte a la anterior construyendo frases sin mucho significado para otros, mientras que para mí, escrito estaba que las comprendería, pues venían de una parte en mi mente que reduce todo a puntos de expresión y les otorga significado a los diálogos abstractos.

Como canciones o teoremas, las oraciones fueron un goce desde que se inculcó en el redactor la inminente dependencia para con la letra expresa, punto fuerte o no, tenía que seguir colocando lo que se me ocurriera. ¿Historias? Todavía me falta para eso, hay que seguir puliendo la técnica. ¿Y si nunca lo consigues? No hay problema, se coloca en textos aquello que se pueda, lo demás, experiencias y procesos nutriendo un alma que cada que sana un poco, reacciona agradecida.

Sentirse bien no debería ser un detalle presumible; sin embargo, sucede, y es genial. Excentricidad literaria, libros y números, códigos y ecuaciones, algoritmos y resoluciones, todo concuerda cuando las horas alegres aparecen, las conexiones se vuelven hechos.


Cuatro de la mañana, tras un par de horas sin sueño, es hora de escribir algo. Música de fondo. Hablando del mundo financiero, reconozco que hay mejoras desde la última vez; con respecto a mi estilo de vida y mi situación emocional, también he de decir que se ven mejores contextos; bendita vida que siempre enseña a través de los días.

No les conté que un día tuve el demencial sueño de plasmar texto para publicar en un formato distinto, pero cada que leía los extractos redactados, me quedaba con la noción de no ser lo suficientemente bueno, y pasaba al siguiente; así completé cerca de un centenar de pequeños relatos, que si bien no son lo más magnífico que existe, me sirven para adentrarme en mis propias letras y constituir un estilo propio.

Es real, aprendí a la mala que todos somos capaces de escribir hasta que tenemos que ponernos a hacerlo con responsabilidad; pues las ideas fallan, las conexiones no nos terminan por agradar completamente, se desvían los hilos conversacionales y la historia puede no terminar siendo como la planeamos al inicio. He estado ahí, un poco frustrante de hecho, lo satisfactorio viene después, cuando te sirve como material para ser citado o reutilizado en un producto más grande y mejor trabajado.

No soy de abandonar los sueños tan fácilmente; a veces cayendo en el tema de la incompetencia, tardo una cantidad considerable de tiempo en subsanar el camino pero ya sea por empezar de nuevo o reintegrarme al paso, generalmente continuo haciéndolo. Es básico el autoanálisis si uno no quiere morir en el desprestigio que el olvido supone.

Pasa que viviendo en medio de una generación de quejumbrosos y resentidos, gente fácil de ofender, tampoco es sencillo dramatizar o ridiculizar textualmente por provocar reacciones innecesarias cuando el deseo mayor del redactor es plantear una experiencia satisfactoria de lectura que mueva al sujeto por un recorrido grato de anécdotas interesantes y bien estructuradas.

Pero, ¿cuánto hace que no escribo nada? Suficiente tiempo como para creer que estoy perdiendo la capacidad y oportunidad de conseguirlo. Pero como he dicho antes, cosa es de reorganizarme y apartar un poco de energía en favor de describir el collage de personajes que aparecen en mi mente y los eventos que en mis pensamientos ocurren para convertirlos en una aventura digna de contarse. Aunque por lo pronto, cero y van cien intentos fallidos.


Hay ocasiones en las que la cabeza no te da para más, te tienes que aguantar. Hoy estoy por probar un algoritmo en pro de verse beneficiados mis recursos; no es tanto con afán de hacer dinero simplemente, mi principal intención es brindarle un poco de atención desde una perspectiva distinta a la programación. Para mayores beneficios a futuro.

Mañana comienzo con el primer fin de semana de pruebas; basado en la estadística analizada, en la región específica, tendría que existir un beneficio porcentual de un décimo, al haber finalizado el primer mes. Soy amante del número catorce, así que no veo mal iniciar en ese día mis experimentos.

¿Y si funciona? Bueno, si funciona, estamos hablando de que en uno o dos años, podrá ser suficientemente competente mi algoritmo para mantenerse a sí mismo, y darme a cambio algo de lo cuál agarrarme para seguir creciendo.

Porque no, el plan no es únicamente amasar dinero, eso es sorprendente que algunos lo tengan como meta; para nada mi deseo. Yo lo que quiero es poder ayudar a las personas que me rodean, y mientras más sea capaz de producir, más me será posible beneficiar a otros: Que al tío endeudado hasta las orejas desde hace años, que a la prima con ideas de negocio que no puede colocar debido a la carencia de recursos, que al amigo inteligente en su nueva empresa como impulso, etcétera.

¿Y si no se consigue un beneficio real? He de confesar que no soy de rendirme. Lo que probablemente suceda (apostaría), sería pulir mi algoritmo para volver a intentarlo más adelante. Y de hecho, ustedes no están para saberlo, pero éste mismo código ha fallado dos o tres semanas atrás en su versión beta.

En fin, no tengo idea de la razón por la cual anoté esto aquí, supongo que quiero tener presente la vez que "traté" sea o no que el asunto termine con éxito. Digo, cada vez me vuelvo menos temeroso ante el fracaso: Perder unos cuantos miles, solo me da la percepción de que "al menos lo he intentado".


En esta vida todo es incierto. Qué tanto durarás, cuánto tiempo tendrás amigos, quiénes te quieren verdaderamente, qué te apasionará mañana en comparación con lo que te apasiona hoy, qué modas te llamarán la atención, qué carrera elegirás estudiar o si lo harás siquiera, en qué serás bueno, en qué fracasarás, cómo sobrevivirás a tus primeros años de existencia, y a tus primeras pérdidas y derrotas, cuál es tu capacidad de reacción y de volver a levantarte.

Todo, todo en nuestro andar por el mundo no es más que la conjunción de millones de decisiones que se transforman en microapuestas; "creí en ti, por eso me di la oportunidad de conocerte", "confié en que conociendo tal o cual técnica podría sobrevivir al mañana", "me esmeré en aprender las cosas que mis padres me enseñaron para ser un hombre de bien, como ellos siempre lo quisieron"... Sea cual sea el número que represente la totalidad de determinaciones, lo cierto es que estamos en donde estamos como consecuencia.

Lo que hemos aprendido, hasta dónde lleguemos, cualquiera que sea el límite al que nos enfrentemos está ahí por una razón. A veces, equivocadamente juzgamos el hecho de que las cosas no sucedan como nosotros visualizamos (e idealizamos) en nuestro interior, llegando a consolidad una estrecha relación con el fracaso. Basta. Es tiempo de abrir los ojos, de darnos cuenta que cada uno de los elementos que se encuentran allá afueran fueron, son y serán, consecuencia de muchísimos factores y que el Universo nunca ha girado ni girará entorno a nosotros o nuestro ego.

Y es probable que, como en un "volado" (acto de lanzar una moneda al aire y observar si cae cara o cruz; se hace para decidir la suerte de algo), no somos responsables del resultado de todo lo que ocurre en el entorno, pero hemos de ser más que responsables si el tiempo que la moneda tarda en el aire nos causa estragos negativos.

He estado ausente de redes algunos días, me lo propuse principalmente para convencerme de que estoy aquí gracias a todo lo que ha existido en torno a mi vida, y que seguiré adelante, a pesar de a veces experimentar tropiezos y dolencias. Estúpidamente había dado la oportunidad de crecer interiormente a pensamientos colmados de duda, que me robaban el sueño, me fastidiaban el día, me hacían sentir miserable en algunos momentos sin ser eso siquiera un poco lo que representa mi realidad. Estaba cansado, harto, desgastado, sobretodo porque creí en algún punto que estaba dando vueltas en círculos. Y no, no es así, han habido bastantes cambios y mejoras en mi torno a lo que soy, la historia ha sido benevolente y generosa conmigo, no hay nada que reprocharle. Queda seguir, duerma o no duerma bien una noche o dos, pase tragedias o amarguras, siempre habrá un momento para recapacitar y agradecer por todo lo bueno que hube ignorado tras tropezar en penas. Reitero, mi mayor adversidad siempre ha sido poseer una mente inquieta, así que era indispensable dejarla relajarse un poco.


19 de agosto... Acabo de darme cuenta que la historia de mi vida se encuentra justo a tres años de distancia de haberme propuesto alcanzar un logro particular: Bajar de peso.
Tres meses después, el 20 de noviembre de 2016, pesaba treinta kilos menos.

¿Qué me pasó? ¿Por qué me di por vencido?
Soy un ser que requiere armonía en su vida para que las cosas fluyan como es debido; en aquel entonces encontré a alguien que me suponía un beneficio motivacional bastante fuerte, me llenaba de energía y me brindaba bríos constantes; me encontraba en la cúspide de mis deseos y honestamente sentía que era capaz de muchas cosas.

Conforme el rechazo llegó, el fracaso incrementaba, y mi percepción de la realidad se volvía más cínica, más agresiva para conmigo mismo, más inquisitiva. Pasé del colocar los pies sobre la tierra a darme de bruces contra el piso constantemente; me dejé consumir por mis miedos y abracé mi ignorancia como bandera. Estaba decidido a volverme el repugnante ser que una vez me consideré al mirarme al espejo, puesto que nadie estaba dispuesto siquiera, a compartir palabras alentadoras conmigo.

Todo eso que cuento es verdad, desde la dañada perspectiva de alguien que vive el desamor exponenciado; no es que mi familia o amigos no estuvieran ahí para apoyarme, es que yo me encontraba cegado por el autodesprecio.

Una y otra vez me he dicho desde entonces y pasado el tiempo: "Sé que puedo volver a conseguirlo", sin éxito alguno. ¿Qué me pasa actualmente que no encuentro la fuerza motivadora que me permita lograr un reto que una vez fue factible?

Pasa de todo... Sigo ávido de alcanzar armonía interna, pero la tentación que el autoflagelo supone es enorme; además, el miedo no cesa de acosarme día y noche, los malos hábitos tienen sujeto por el cuello a mi potencial. Y honestamente, las mentiras rodeándome cuál depredadores con supuestas voces de sinceridad no hacen más que aminorar mis ganas de mostrar cualquier capacidad.

Así, paso de ser alguien a un total don nadie; un gris oculto tras un árbol en el sendero de la oscuridad, un transparente en medio de la comunión con los congéneres, un número más en el infinito de posibilidades; sin estar roto por completo todavía, con mis funciones de vez en cuando brillando un poco, pero dormido, inactivo, inexistente.

Hoy, tres años más tarde, me vuelvo a hacer la misma promesa: Esta vez sin apoyarme en nadie, sin creer en nadie, sin pretender ser nadie, sin afán de agradarle a nadie, sin intención de compararme con nadie; esta vez en completa sinceridad y consciente de mis debilidades me quiero prometer que en tres meses, habré logrado un cambio, esta vez permanente.


Les voy a contar una pequeña historia. Como introducción quiero decir que a mí personalmente nunca nadie me ha agredido o afectado físicamente; me gustaría que lo que estoy por escribir tome el camino de la razón y el entendimiento, no el camino del odio al prójimo (que de eso ya estamos repletos actualmente).

Había una persona en un pueblo alejado de todo modernismo, que se desarrolló en un entorno en el que los hermanos, padres, abuelos y demás parientes eran al mismo tiempo sus vecinos y amigos de toda la vida, viviendo saludablemente en medio de la misma comunidad, sin medios ni contaminantes externos.

Llegado el tiempo, nuestro personaje emigra a la Ciudad Capital por necesidad laboral, en donde empieza a conocer gente, criterios, gustos variados, excentricidades y demás en su nuevo entorno. En la puerta el apartamento vecino, justo el que está a un lado del suyo, hay símbolos y señales que él desconocía de toda la vida.

Algún día camino al trabajo se encuentra a un segundo personaje, resultando ser quien vive en el lugar de junto. Esa persona le empieza a contar de algo que está próximo a ocurrir, en un año, gracias a información de primera mano, sabe que todos los cadáveres que se encuentran en el cementerio despertarán.

La charla se vuelve intensa a un nivel en el que nuestro personaje central en cuestión queda completamente convencido de que, efectivamente, dentro de justo un año, todos los cuerpos en descomposición que se encuentran en el cementerio habrán de levantarse como zombies.

Si eso sucede, ellos matarán a todos los vivos, le cuentan. Pero han planeado algo que permita evitarlo. Durante la noche dentro de una semana, se habrán de escabullir, extraerán los cuerpos de sus tumbas, los amontonarán y harán una gran fogata con los restos. No importa, ellos no sienten; realmente de lo que se trata es de velar por el futuro próximo, evitando ser víctimas mañana de una catástrofe mayor.

Con determinación y convicción, consciente de la sabiduría y el origen de sus creencias, junto a los vecinos, realizan el movimiento la noche pactada. Se escabullen discretamente sin ser detectados por las cámaras de seguridad o la gente de vigilancia, y empiezan poco a poco a realizar su misión, destruyendo, escarbando, extrayendo y quemando restos...

Un par de horas más tarde se escucha la voz de alguien aproximándose, preguntando qué están haciendo y exigiendo con autoridad que se retiren de ahí. Conforme se acerca y esclarece la voz, los pasos se aceleran, se tiene que hacer algo.

No pasan dos minutos antes de que, quien fuera protagonista de esta historia, en pleno uso de su consciencia justa, sabiendo que la pelea es en beneficio de un bien mayor, emerge por la espalda y atesta un palazo en la cabeza de la persona de guardia. La sangre brota a borbotones, muriendo inmediatamente.

Ya en la comisaría, cada que preguntaban a nuestro personaje si había hecho mal al "atacar con violencia" a la persona de seguridad, su respuesta era una rotunda negativa. Puesto que estaba haciendo lo correcto en su perspectiva, salvar a todos.

La suma del miedo (a algo que nos pasa, algo que nos ha pasado o algo que nos puede pasar) y la ignorancia convierten a los seres humanos en devotos extremistas; llegando con eso la violencia, que termina convirtiéndose siempre en tragedia. A lo largo de la historia el uso de la violencia ha generado resultados lamentables. Estoy y siempre estaré a favor de respetar a los demás y que se me respete, al mismo tiempo que estoy a favor de fomentar la nutrición de la sabiduría, antes que la ignorancia.


Los Zombies

Por
Les voy a contar una pequeña historia. Como introducción quiero decir que a mí personalmente nunca nadie me ha agredido o afectado físicamen...
No he dormido bien. Siempre es mi culpa, volviéndome a refregar en la cara lo mal que lo he hecho, imaginándome escenarios en los que "de haber conseguido" tal o cual cosa, mi vida funcionaría mejor.

Pero no ocurre todavía; de hecho, la inseguridad se ha apropiado de mi mente a un nivel en el que es difícil creer que volveré a sentirme pleno y libre.

¿Por qué esa necedad al tratar de ser quien no soy con el solo mérito de buscar objetivos impropios cuando lo único que queda medianamente funcional en mi interior es el ímpetu fugaz por de vez en cuando volcar en letras escritas mis deseos?

He pasado una vida queriendo demostrar que puedo ser funcional; pero soy consciente de que las áreas en las que podría sentirme "fuerte", por llamarlo de alguna manera, son aquellas que menos apreciación popular tienen.

Aunado a lo mencionado con anterioridad está el hecho de que mi carisma está prácticamente muerto; pues hace tiempo que dejé de creer en todo lo que me rodea ya que sus incontables mentiras me defraudaron consecutivamente hasta volverme un difunto andante.

¿La vida trata realmente de eso? ¿De encontrarte a ti mismo y aquello que te haga feliz? Si es así, es una pena; porque la he pasado anhelando servir y ser bueno para los demás, dejándome a mí mismo al final de la cadena.

Complementando, está el hecho de que este tipo de textos a nadie le convienen, funcionan o gustan; y sentir empatía por el miserable (a excepción que sea para mostrar la conmiseración públicamente y quedar como alguien misericordioso) es algo que la mayoría evitan.

¿Por qué dedicar mis letras a mujeres hermosas que han destrozado mi corazón en pedazos? ¿Por qué continuar amando los momentos en los que hubimos estado cerca mutuamente? ¿Por qué esmerarme en encontrar la mejor versión de mí para que una de ellas, las comúnmente llamadas "fuera de mi liga" me voltee a ver y me deje disfrutar con pasión desatada su sensualidad?

Es imposible. Las palabras que son consecuencia del dolor en el alma siempre serán motivo de pena ajena; e identificar a alguien que carece de la fortaleza necesaria para sobrevivir sin hacerlo es para la mayoría una necesidad inminente.

La gloria de los pobres está en encontrar a otro igual o más pobre que les brinde un poco de admiración; de la misma manera, alguien como yo, tendría hace tiempo que haberse dejado de estupideces, justificando la necesidad de compañía, hacer lazos con alguien, quien sea, de las características que fueran, sin filtros, sin estereotipos, por mera empatía, para así tener finalmente pareja.

¿Qué pasa en mi interior que la sola idea de hacer algo así me parece aberrante y vomitiva pues no estoy dispuesto a herir a alguien para solamente suplir detalles fisiológicos en mí?

Además, el transcurso de mi historia siempre ha sido para entregarme tal cual soy cuando amo; y siguiendo esa premisa, sería imposible mentir a otros al tiempo que soy honesto conmigo.

¿Qué pasa con todos esos detalles y defectos que me hacen a la percepción de algunos "mala influencia"? Realmente no niego que alguien puede haber que juzgue de esa forma mi persona; parte porque pueden no conocerme, parte porque podrían conocerme perfectamente.

Soy pacifista en tierra de guerras. Mis ojos admiran la hermosura. Mis manos desean todo el tiempo superficies que las hagan percibir texturas verdaderas siendo bienvenidas. En fin, probablemente nunca lo sepa, quizá nunca consiga estar cerca siquiera de quienes realmente me gustan.


¿Qué les puedo decir que no sepan ya? Me he tardado mucho en escribir porque había estado poniéndome al día con mis lecturas. Dedicarle tiempo a leer tal vez no nos vuelve mágicamente mejores personas, pero si lo hacemos gustosos, podríamos entender un poco más lo que sucede alrededor, y la capacidad de comprender a otros mis queridos amigos, para mí, es automáticamente una forma de estar mejor con nosotros mismos y con lo que nos rodea.

Ha sido un periodo de tiempo de adaptación complicado; difícil en el sentido de reconocer fallos y trabajar sobre ello, no porque los demás me lo impidan. De hecho, he llegado a darme cuenta que cada una de esas veces que he reprochado con argumentos probablemente factibles los sucesos no positivos que me rodean, solo han sido justificaciones de una mente frustrada hablando.

Gracias a lo anterior tuve a bien acercarme a la única persona que sin importar en dónde me encuentre estará conmigo, ponerme a cuentas y explicarle lo mucho que me aterraba quedarme sin nadie más. Descubrí entonces que esa incomodidad tenía nombre y apellido, pues era yo mismo. Había que trabajar en aceptarme y reconocer mis fallos, pero ya no como reclamo, ni como excusa, más como una distinción de tanto aquello que estaba mal en mi camino como lo que había resultado en algo positivo.

Me regalé una sonrisa y el gusto de un par de palabras de aliento: puedes estar extrañando a todo mundo, me dije. A tus amigos y familiares. Pero sabes, esto que haces es agradable si quieres eficientar tu funcionar; atrás que queden las promesas vacías y los sueños inalcanzables, es momento de observar en dónde estás parado, tomar la lección contigo, brindarte un poco de afecto y dar pasos.

Nuestras luchas más violentas las tenemos cuando nos enfrentamos a nosotros mismos; la explosión de los complejos, la definición de las debilidades y la exposición de los defectos no tienen la misma intensidad para el ojo ajeno que para el propio; de hecho, he conocido gente a mi entender perfecta que emite juicios desgarradores para sí, impidiéndole sentirse en plenitud como consecuencia. Tranquilos, hay que relajarnos, recordemos que desde que llegamos aquí, el andar de nuestro ser interior es de continuo a mejorar. Y el peso de la depresión y ansiedad, no son otra cosa que alertas inminentes cuando parece que no le hacemos caso.