Mostrando las entradas con la etiqueta rokck. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta rokck. Mostrar todas las entradas

 Es curioso, cómo una cena puede provocar que el sueño se me escape. Y dije: "Ya qué, me pondré a escribir algo". Las cosas mejoran, lo que me agrada. Tuve que venir en friega a casa a revisar un trámite. Estuve viendo mis cuentas y me parece asombrosa la cantidad de dinero que nos cobra el gobierno solo por existir, es una pena que teniendo impuestos tan elevados, los servicios básicos sean tan precarios. Ah, pero eso sí, los bolsillos de los políticos en distintas jerarquías, inflándose.

No pienso hablar de eso, me niego rotúndamente a escribir acerca de política esta noche. Solo quería hacer ese pequeño comentario desde mi cartera herida. Les cuento que, desde la óptica de proyectos, no hay nada nuevo; qué más quisiera yo, ya poder estar cobrando una lanita extra por producir, pero no se ha podido, principalmente la he pasado en negociaciones, pláticas y trabas de diversas índoles, fuera de lo que yo puedo controlar.

Desde el punto de vista laboral, ya se perciben las vísperas navideñas, la gente en el equipo nuevo está con nulas ganas de hacer gran cosa, mi proyecto anterior, al fin se terminó, ésta semana migramos la última cuenta y eso me da mucho gusto. Lamentablemente me dejaron cubriendo "posibles" actividades, durante el fin de semana y hasta el lunes que vuelva un compañero de sus vacaciones.

En lo que respecta a mi crecimiento personal, voy a trompicones, unos días bien, unos días mal. Aunque le he estado dando durísimo a la lectura y eso me encanta; también (con excepción de esta noche) me había estado durmiendo temprano las últimas semanas. Otra cosa es que reduje muchísimo la atención a la pantalla de mi celular, removí algunas apps que no pretendo seguir usando y limité a escasos minutos las pocas redes que dejé instaladas. El plan es sustituir cualquier inpulso por abrir una red, con un poco de lectura o algo benéfico; y reservar los pocos minutos para ver enlaces que me envían mis amigos o darme un clavado rapidísimo en los feeds habituales.

Estoy como a dos semanas de pagar una deuda que me venía fastidiando demasiado. Una que me tenía en una posición tortuosa. Quitándome eso de encima, sé que poco a poco iré resolviendo cualquier otro pendiente que tenga. Pero esa sí me causaba estragos de incomodidad hasta en el estómago. Qué bueno que ya se va.

Así como cuando me fraudean, tener la sensación de incumplimento es una enorme carga moral, aunque no lo crean. Tratar de respaldar mi palabra con acciones positivas que me hagan alguien responsable y cada vez más independiente en esta batalla por la libertad. Me faltan bastantes billetes por reponer y por generar también, no puedo cantar ni un poco de victoria todavía, pero al menos, a grandes rasgos, empiezo a notar avances optimistas.

Dicho lo anterior, me aterra en demasía el incremento al salario mínimo, ya que una casa que tengo mantiene su deuda en VSM, lo que significa que además de los intereses terroríficos que Infonavit te retaca, la deuda recibe un impacto en conversión considerando la unidad de medida mencionada. Algo cuasi catastrófico, si me lo preguntan a mí. Pues una casa que supuestamente estaba "barata", la estoy teniendo que pagar a tres o más veces el precio de lista, un robo, un desfalco, un abuso por parte de las autoridades. Y lo malo que al día de hoy, no hay jurisdicción alguna que nos proteja o aliviane en estas situaciones, llega el instituto, reestructura, reestructura y vuelve a reestructurar y a ti, como ciudadano de a pie, que te cargue el payaso... Ya me voy, que esto se puso algo turbio. Pero sí amiguitos, jamás le entren al juego crediticio de las ofertas del gobierno (tipo Infonavit, Fonacot, etc), porque esa gente son unas verdaderas calañas.



 Siento no haber podido venir antes, estaba ocupado operando en otras áreas de mí. Qué les puedo contar de nuevo que no sepan ya o que no haya venido antes a plasmar por acá. Tengo otro proyecto personal diferente y creativo entre manos, ya cuento con todas las herramientas necesarias (y la idea en mente), solo está de que me dé un rato para empezar a darle a eso. No me aflige si por algo tarda en ocurrir, las herramientas están disponibles, y así como este sitio, sucederá cuando tenga modo de hacerlo.

Por el lado de lo laboral, el proyecto de conversiones está a nada de terminar, quedan menos de diez cuentas por migrar; y desde la perspectiva del otro en el que me colocaron (el de modernización de infraestructuras de datos), la cosa va bien, gracias al Cielo. Además, ya tenemos el fin de año en corto, mis compañeros traen el espíritu navideño a flote (y sí, otra vez estoy en un equipo de únicamente extranjeros, sin nadie en México... Mi karma, supongo).

Pero no tenerle miedo a ese tipo de escenarios me ha traído posibilidades de enfrentar otros retos, cosas más interesantes, desde el terreno freelance. Al momento, solo una persona de mi entera confianza está enterada de las cosas en las que ando trabajando (eso también porque quiero involucrarle), y de cerrarse los negocios, en Octubre del próximo año, el Tesla es más que factible. Jaja.

La vida van mejor, lo cual me alegra; pero hay que poner especial atención en todo, porque es sabido que con poquito uno resbala y se queda sin nada. Esa misma experiencia y sensación tuve cuando vivía en CDMX y me quedé sin trabajo; en mi cabeza era de "las cosas van bien, qué gusto" y de repente, nada, adiós, manos vacías y corazón roto. No quiero que eso vuelva a acontecer, no. Por lo mismo no me confío, ni me fío, disfruto en medida de lo posible, y hasta ahí, sin avorazarme con un supuesto "mañana prometedor". Tan austero y estoico como esté en mis condiciones.

Desde la perspectiva del autodesarrollo, ahí la llevo, digo, voy como en cinco por ciento en cuanto a uno de mis propósitos, algo es algo. Confieso que a veces tropiezo y caigo, mientras venga otro día, hay otra chance de mejorar. Y si el monstruo interno está tranquilo, se puede seguir evolucionando. Sin duda, eso me gusta, construir.

Es un placer pasar por acá y darme la oportunidad de expresar cómo están yendo las cosas por mi lado. Pero más allá de eso, ¿cómo estás tú? ¿Qué tal te ha ido? ¿Ya fuiste a terapia? Apuesto a que sí. Sabes mi teléfono, en caso de que necesites algo de mi parte podemos comunicarnos; si no lo recuerdas, lo tienes aquí a la mano, a un clic de distancia de este texto.

Mis ojos estarán contentos de saber de ti, mis oídos de escuchar tu voz y lo feliz que eres. Como bien sabes, estas publicaciones son para recordarte mi afecto, y de vez en cuando contarte mis frustraciones y desdichas. Porque así es este juego en esencia cuando no traes el beneficio del privilegio; en ocasiones, seguidillas de tristezas, pero muy de vez en cuando, satisfacciones. Asimismo, he considerado entre mis constantes e inminentes cambios, enfocarme en aquello que verdaderamente produce, en lugar de solamente estarme quejando. Llámalo envejecer, madurar o como quieras, el punto es el mismo. Un abrazo.



Qué Tal

Por
 Siento no haber podido venir antes, estaba ocupado operando en otras áreas de mí. Qué les puedo contar de nuevo que no sepan ya o que no ha...

 Reescribiendo. ¿Qué planes hay? Decidí reactivar algunas cosas, era importante actualizar el tono, arrancarme algunas cadenas que me estaban deteniendo. Lo que sigue es darle una observada a las otras cosas que podrían fallar. El equilibrio, cuando uno viene de abajo, es más que notorio. Te empieza a ir genial en una área, te adoleces de otra. ¿Cuál es la fórmula para avanzar sin tropezarse o caer? No hay, algo así ni siquiera existe. Tendrías que haber nacido con colchón para caer sin lastimarte.

Consumir es divertido, darte un momento para liberar la cabeza del estrés que provoca el trabajo, y dedicarte únicamente a disfrutar de lo que hay. Pero llega un momento en el que quieres seguir produciendo, tu intención es también poner ahí material para otros, además quieres que les sirva. Digo, al menos esa idea se mantiene repercutiendo en mi cabeza.

Mucho he dicho y repetido que haré las cosas bien esta vez, pero ya se la saben con esta vida, uno no puede proponer nada, porque los planes se van al caño. Entonces, solo se especula y ya. Pensar activamente y trabajar en resultados es lo único que puede ayudar, aunque al final estemos limitados al ínfimo significado de que una fuerza más grande, como una enfermedad, un conflicto o una tempestad, haga pedazos cualquier intención, por positiva y esperanzadora que sea.

Vivir es así, desear lo mejor y esforzarse por lograrlo, aunque nos caiga una piedra en el pie o se atraviese en nuestro camino un evento de la naturaleza y nos frene por completo. Si podemos, nos tratamos de levantar de nuevo; si nos alivianamos, nos enfocamos en mejorar y ayudar a quienes nos rodean a mejorar un poco; porque al final somos seres sociables que requerimos de la ayuda mutua, el afecto, la aceptación y a veces hasta el reconocimiento.

Ahorita traigo un montón de conflictos internos que es difícil ponerlos en papel o bits, la mayoría de ellos no deberían ser tan grandes, pero ya ven cómo es este asunto de sobrepensar las cosas. Le tememos a lo desconocido y eso nos reta y limita. Por supuesto que trabajando en medida de las posibilidades se consigue salir adelante, y quizá es ahí en donde estoy, reencontrándome conmigo mismo, con mi fuerza de voluntad e interiorismo, reconciliándome con el amor propio y el autorespeto, aceptando aquellas cosas que no puedo cambiar y guiándome por aquellas en las que puedo actuar.

Pero eso sí, con el dedo en el renglón fatalista siempre; no sé si sea una especie de realismo ácido, disconfort permanente o simple frustración acumulada; el hecho es que cero me he rendido, aunque mi ópitca se ha moldeado. Me sorprende lo mucho que puede cambiar uno mentalmente con un par de meses entre el punto A y B. No todos esos cambios han sido premeditados, algunos son meramente circunstanciales, y sin embargo, ahí la llevamos.

No tengo miedo de ver lo que ha ido mal así como agradecer se ha vuelto parte de mi diario andar; los recorridos son así, hay tramos sencillos llenos de alegrías y otros terribles para llorar. Me prometí escribir con palabras de mi acervo regular, para no entrar en conflictos literarios con un posible lector casual. Porque si coloco aquí puras cosas que requieran una mayor capacidad de concentración, las pocas almas que visitan estos párrafos se asustarían de inmediato. Habrá momentos para todo.



 De nada sirve lamentarse de forma empedernida de lo difícil que es la vida, o al menos eso dicen todos; y sin embargo, si lo piensas, un lugar, un momento, una persona, un pedazo de papel o un montón de bites son algo excelente para externar la frustración.

Ha sido horrible, lo reconozco, el cambio de un equipo a otro, en el que el primero me exprime hasta el cansancio con tal se sacar la última gota de valor en mí para ellos; mientras el segundo pareciera que paciente, de forma pasiva se la pasa metiendo presión, porque ya me quieren activo con ellos, que produzca de una vez.

Hace un par de días tal cual le dije a mi jefe que no podía, estaba a nada de estallar y su respuesta, la menos reconfortante que uno pueda escuchar. Me sentí como cuando te está cargando y las palabras de aliento de los otros son "échale ganas", como si esa frase pedorra resolviera la vida. No, a veces no se puede simplemente con echarle ganas, quizá sea más funcional alejarte de todo un rato para tomar aire, recuperar tu mente y cuerpo y volver con el doble de fuerzas, tal vez solo es la frustración hablando.

Me gusta venir aquí a expresar cómo han estado yendo las cosas. No, no van tan mal en términos económicos, veo más cerca en el horizonte la salida de los problemas financieros que me vienen hostigando los últimos años. Pero físicamente me siento terrible, incompleto, débil, adolorido, agotado, corpulento, brusco, desagradable y falto de energías. No hace mucho bien a lo anterior que esté escribiendo esto a la una de la madrugada, pero qué decir, así van las cosas.

Quiero cambiar, en serio, mejorar como ser humano: Intelectual, física, profesional, emocional y socialmente. No sé cuándo ocurra, no sé cómo vaya a llegar, pero el anhelo está ahí, siempre presente. Que no queden como un montón de promesas tiradas al aire, que no se olviden como muchas de las veces que alguien me ha dicho que me estima, cuando eran meras mentiras. Pero ya está, la decepción no es otra cosa que encontrarse con una realidad que no estábamos esperando; y yo, genuinamente, estoy algo decepcionado de mí.

Todo este tiempo me he enfocado en tratar de recoger las piezas que dejo por ahí tiradas cuando me quiebro, pensando que tengo mucho para ofrecer y dándome claramente cuenta de que no es así, pues la percepción del vacío parecería evidente conforme me autodescubro. No porque yo lo quiera, sino porque lo que soy, lo que hago y lo que tengo para dar, no es necesariamente bien visto o siquiera valorado. ¡Tenme tantita paciencia Vida, estoy trabajando constantemente en ello!



 Introspección, recapacitación, darnos cuenta de nuestro lugar en este mundo, son cosas que difícilmente conseguimos, porque estamos sobresaturados de publicidad engañosa alrededor. Vas por una calle, en tu andar regular rumbo al trabajo, y ya te encontraste con tres mujeres físicamente espectaculares; eso que no son ni las ocho de la mañana y que vives a cuatro cuadras de tu oficina. Así las cosas.

Les cuento que estas últimas semanas, desde que se desintegra el equipo por aquello de que las conversiones están por finalizar, mi cabeza se ha sentido agotada, he tenido más de una vez las ganas de aventarlo todo por la borda; pero ya está, ya se aplacaron las aguas, se resolvieron algunos detalles y sobretodo se platicó con los líderes. Agradecido con el Cielo, la neta.

Hoy va a ser un día de pasarla flojeando, probablemente me salga un rato en la tarde a caminar, espero se pueda que antes de eso me duerma un poco, es tiempo de enfriar la cabeza del mismo modo que el cuerpo.

Les digo que ha estado complicado todo, el calendario encima, los proyectos queriendo salir adelante, mis ganas de ayudar a personas cercanas constantemente presentes y mi deseo de ser mejor ingeniero destapando viejas frustraciones. El camino está ahí, cosa de calmarnos un poquito y recuperar la cordura.

Los quiero mucho, gracias por estar ahí.



 La vida no es ordenada y cuadrada como la sugieren los cánones, la vida es un desastre, un constante desorden, una falta de talento interminable seguida de momentos de noción y alegrías, la vida es una brújula desorientada, un clima de desesperanza y tristeza grotesco.

No tiene mucho para ofrecernos y le tenemos que dar absolutamente todo lo que somos a cambio, no respeta nuestro esfuerzo, ni tolera nuestra falta de ingenio y originalidad; nos está constantemente buscando para acabar con cada célula de lo que somos, y sin embargo la vida está ahí, esperando a ser amada, esperando a ser disfrutada con todas las fuerzas y en cada uno de los segundos que tengamos de existencia.

Mientras, la gran mayoría de nosotros nos estresamos y afanamos por lo que haremos hoy, por lo que tendremos que pagar mañana, por las enfermedades que acarreamos de nuestro pasado; la vida solo quiere ser protagonista, porque al final nos iremos todos y cada uno de nosotros, pero la vida va a seguir, de alguna u otra forma existiendo, tal vez en ese punto en el que te encuentras en este momento, tal vez en el punto opuesto del infinito universo.

No somos nadie para demandarle a la vida aquello que creemos merecer, no tenemos autoridad ni competencia alguna para exigirle; tan efímeros mutuamente, algunos enfrascados en una lucha por demostrar ser mejores, cuando lo único que tenemos seguro es, que la vida en su inmensa sabiduría nos purga como humanidad cada cierto tiempo.

Sin embargo, ver un poco atrás también nos brinda sabiduría, porque las cosas que hicieron mal nuestros abuelos, los pecados que cometieron nuestros padres, o las malas decisiones que tomaron nuestros hermanos mayores, indirectamente también nos atañen, y condicionan el tiempo y calidad que nos resta a cada uno. Pero al final no es culpa de ellos y de su ignorancia, en un mundo en el que los malos son muy pocos pero están de acuerdo, por muchos más que sean los buenos, solo ven ocurrir la vida sin poder hacer más que aceptarlo.

Y es por eso que volteamos al Cielo, es por eso mismo que otorgamos a lo sobrenatural el potencial de cambiar nuestras circunstancias, de mejorar nuestra existencia; porque la miseria parece permanente y hereditaria, porque la ignorancia da la impresión de ser algo irreversible, porque el terror al fracaso está metido hasta los más profundo de nuestros huesos y difícil es salir de las situaciones en las que nos ha colocado.

Entre traumas acarreados desde la infancia, romantización de la pobreza, delirios de grandeza de unos cuantos, hipocresía en casi todos, mentiras rodeándonos, temores inconcebibles e inimaginables, enfermedades antiguas y modernas, celebración de la mediocridad, limitaciones geográficas e intelectuales, religiosidad enfermiza, defectos propios y ajenos, rabia reprimida, y muchísimas cosas más, descubrir en dónde específicamente nos encontramos, desde un punto de vista completamente racional, es tarea imposible.



 Establecí las cosas desde el principio, pero no escuchaste;

te confesé mis defectos antes de siquiera presentarse, pero los ignoraste.

Como a un proveedor de servicios cualquiera me utilizaste,

y me quedé pensando, cómo fui un ingenuo, cómo fui tan ciego, cómo me cautivaste.


Así podrían haber pasado días o meses, la situación hubiera sido igual,

estábamos transitando diferentes caminos, y yo obsesionado con verte.

La vida me da lecciones, de a pocas, de a montones, a días y ratos,

senderos rocosos, señales del cielo, eventos traumáticos; no pude detenerte.


Las letras podrán fluír de la misma manera que las revolucionarias ideas en mi cabeza,

pero faltas de acción, sin ser expuestas en ningún lienzo o verbalizadas,

ambas se quedan en el pasado, se las devora el tiempo, se queman y vuelven cenizas,

desaparecen, se desvanecen, o por fenómenos más fuertes quedan opacadas.


No he podido terminar de limpiar mis ojos de tentaciones constantes, 

no he logrado dejar atrás mis malos hábitos alimenticios,

no me he redimido ante mi propia óptica por las faltas de autocontrol,

y sin embargo, aquí estoy, en medio de la nada, observando precipicios.


Mi sueño es un día despertar feliz de haber hecho las cosas bien con alguien,

mi más grande anhelo es hundir mi rostro en su piel y perderme en su esencia,

pero me tocó esta vida, en modalidad difícil, y hay que seguirle;

vengo aquí a dejar notas, porque eso es mejor que a la realidad huirle.



 Comunicado oficial: Por medio de la presente me dirijo a ustedes de la manera más atenta para hacer de su conocimiento que habrá un cierre temporal de actividades de este lado. Lo anterior debido a la constante presión por mejorar sin resultados visibles.

De antemano, se solicita la comprensión de la audiencia y se exhorta a la empatía ante tal esfuerzo. Las puertas permanecerán cerradas, la cabeza fría y el corazón colocado en la dirección correcta. Él personal se encontrará, entre otras cosas, capacitándose y únicamente brindando servicios cruciales que estén vinculados a sus actividades profesionales y de servicio. Incluso aquellas etrategias que involucren relaciones familiares, deberán ser gestionadas de formas específicas.

Ya. Hablando en serio. Han sido huracanes de eventos las semanas anteriores, me ha costado trabajo encontrar un momento para venir acá y decir cómo me va. Ahí la llevo, nada formidable, solo atareado esforzándome por mejorar.

Pareciera que las redes sociales y la imagen que proyectemos en ellas son importantes para algunos; no sé si en verdad me gustaría mirar a otros a través de sus filtros, me desconecté por un rato y las consecuencias siguen haciendo estragos. Entre mis planes de depurar las mismas, hace un par de días recibí una especie de llamada de atención. Un prejuicio interesante, si es que me lo preguntan, "a quiénes sigues" tiene más peso del que a mi parecer debería. Mucho más para alguien que le presta muy poca atención a la interacción con cualquier persona ajena a sus círculos más cercanos como es mi caso.

Sin duda lo anterior me llamó la atención y se presta a una cuestión interpretativa y de significado. ¿Qué es para mí "seguir" a cinco o diez mil personas? ¿Tiene algún porcentaje de esas impacto en mi perspectiva? Bastantes preguntas por el estilo. Considero que he trabajado suficiente en el desapego como para que estas cosas influyan más allá, pero si lo ponemos en perspectiva, pueden efectivamente afectar la opinión de otros. Y eso es por lo menos, para darle una pensada.

Por ahora, mi plan en cuanto a las redes continua por el mismo rumbo: Reducir el número de conexiones, desconectarme una semana al mes, reaccionar a cosas divertidas o llegadoras solamente, evitar por completo interacción con gente desconocida, etcétera. Estas medidas seguirán incrementando, seguramente.

El en escenario de lo personal, hablando en términos laborales, sigo preocupado por el trabajo en la empresa, los recortes parecen no haber terminado todavía y mi proyecto está en sus últimos días de existencia. En el terreno del freelanceo, seguimos estableciendo contextos y fortaleciendo relaciones, puede que eso deje algo bueno más adelante.

En cuanto a mi condición física, tengo que recuperar mi fierza de voluntad, determinación y motivación para seguir adelante con este asunto, es mi proyecto más valioso y el que más me ha costado mantener a flote, no quiero dejarlo ir (porque de verdad lo amo). Claro está que he pasado por mucho, pero así es la vida, no vale rendirse. En fin, así va todo. Dormir más, comer mejor, ejercitarse bien, mantener la mente sana, amar y amarse.



 En algún punto de de la vida pasé de considerar "viajar" como algo aspiracional a lo que solo personas con ciertos presupuestos acceden; a algo agotador, sobrevalorado, tedioso y en ocasiones muy poco enriquecedor. No me malentiendan, viajar es un goce en términos generales, y conocer nuevos lugares es una experiencia única que puede ayudarnos a reconectar, pero hacerlo como mero trámite para dar una "impresión" es de hueva.

Y precisamente ese es mi punto, cuestionar aquello que nos venden como sofisticación cuando al final lo único que hace, la mayoría de gente al viajar, es alimentar su propio ego. Desde esa perspectiva entonces, son capaces de tolerar horas de pie en una fila, desvelados, sufrir amontonamientos, aromas desagradables y un sinnúmero de incomodidades, solamente para poder publicar en redes: "hey, ando de viaje". Ridículos.

Por otro lado, cuando te encuentras sumido en la obligación de viajar porque por ejemplo estás lejos de tu familia, tienes que cerrar algún negocio o simple tramitología, se cae el teatrito. Ahí descubres lo repugnante que la experiencia de viajar puede llegar a ser. Y cómo es que se ha romantizado el tomar un vuelo en dirección al destino de tus ilusiones.

Pero reitero, eso es un tema que tiene mucho que ver con el cambio de perspectiva. Por ejemplo, recién en mi viaje a Oaxaca, que fue meramente para disfrute, sentí que aprendí bastante, me pareció interesante conocer cómo viven por allá, tanto en la ciudad, como en la sierra y en la playa, y sin embargo si me dicen: "Ir a Oaxaca es lo máximo", pues bueno, particularmente no encontré algo que me hiciera asumir esa postura, eso no quiere decir que la haya pasado mal, para nada. La gente es muy buena onda, me dio un aire bastante parecido a mi lugar de origen en general, pero no noté algo que particularmente a mí me enamorara.

En resumen, creo que viajar depende mucho de la persona, si está cumpliendo un sueño al hacerlo, si tiene la disposición de los tiempos y horarios, además de buenas herramientas logísticas, probablemente eso sea una situación excelente; pero caemos en un vicio, porque viajar así sería hacerlo dentro de una burbuja, a través de la que llegas al lugar de destino y te vas sin haber experimentado realmente qué es estar ahí.

Así como con los viajes, la gente pone sus ojos en cosas banales que a largo plazo tal vez les resulten no ser tan satisfactorias como en su mente cuando las visualizaron: Trabajar en una oficina con aire acondicionado y horario flexible, poseer prendas de ciertas marcas, vivir en tal zona de la ciudad, transportarse en autos de lujo, tener montones de seguidores como audiencia, habitar una casa enorme con alberca y servidumbre, volverse millonario, estar con la pareja de tus sueños, tener cuerpo de deidad griega, visitar los mejores eventos y restaurantes, presumir constante crecimiento personal o espiritual, estudiar en universidades de élite, tener todo el tiempo libre del mundo, lo último en tecnología, y muchísimas cuestiones más.

Cuando, si lo analizamos detenidamente, una gran cantidad de personas que logran ciertas cosas, a menudo se dan de bruces contra la realidad, descubriendo que verdaderamente lo que estaban buscando y catalogando como un diferenciador, no es más que otra categoría en el mismo contexto vacío, efímero e insignificante más allá de lo que ellos mismos asumen. 

Porque en efecto, es nuestra mente la que juega con nosotros y la que dice que: La mejor amante es aquella que tiene un cuerpo formidable –cuando quien sabe si eso sea siquiera cierto, aunque es por mera probabilidad potencialmente improbable–; o que tener dinero nos va a dar una vida más llevadera –que por el contrario, como regla, a mayores ingresos mayores egresos y con ello, más variabilidad que complica la existencia misma–; y así, a cada postura aspiracionista que pueda ocurrirse, habrá una respuesta suficientemente poderosa para revocar dicho argumento. 

Dicho sea de paso, para cerrar lo anterior, solo me resta decirte que tú puedes soñar con lo que quieras, visualizarte en el lugar y con las personas que tú anheles; que definitivamente me daría un montón de gusto enterarme que logras tus objetivos, solo quiero recomendarte que por mucho que hagas, a donde sea que llegues, no te olvides de mantener los pies firmes.



 Hey he vuelto, tardé un rato en regresar, me fui por algunos meses. Este tiempo lo utilicé para hacer algunos ajustes a mi interior, para reconectar con mis paradigmas y posicionar mi foco, tal cual. Ha sido duro e interesante, quisiera contarles que me fui a Oaxaca unos días, en los cuales, la recepción era horrible, y hasta whatsapp estaba fallo, no había mucho que hacer, y sin embargo, hablando de cuando estaba en la Sierra específicamente, las personas fueron de lo más cálidas.

Conocí gente de Arabia, un exYugoslavo, argentinos e italianos; elevaron mis ganas de irme un verano a otro país, nada más por la anécdota, y en el más sublime de los sentidos, hacerlo solo, con únicamente mis agallas y fuerza de voluntad. Técnicamente ya tengo a dónde llegar en Italia, tema aparte, no planeo contarlo, porque ni siquiera está en planes todavía, simplemente es una posibilidad que curiosamente cuadra con mis expectativas e intenciones de crecimiento personal.

Ha sido un verdadero viaje, y lo digo más por la cuestión interna que externa, claro que conocer lugares nuevos es espectacular y te nutre en sobremanera. Trabajé en perdonarme y dejar ir cosas que me estaban fastidiando, recuperar el control. Quería escribir, lo intenté e hice, me aventé como cincuenta y cinco páginas, no tengo bloqueo creativo, simplemente eso no sé si sea momento de terminarlo o mejor es esperar a que mi cabeza tenga una forma más elegante de construir la historia.

Remover likes, eliminar "seguidos", reducer mis interacciones con redes sociales; son algunas de las cosas en las que quiero seguir trabajando. Pero también me interesa producir, no únicamente esta clase de contenido más clavado e intelectualoide, para nada, quiero hacer cositas más casuales o al menos que instruyan de una forma un poco más simple. Sigo pensando cómo hacerle, porque quieran o no, he notado que me causa algo de conflicto interior no seguir una especie de editorial autoimpuesta. En fin, son ideas solamente, como a veces digo, no necesariamente verán la luz.

Desde el punto de vista de negocios, la clienta que se fue ha regresado; terminé a penas la migración hace como dos semanas, estuvo bien. Además, puedo decir que exitosamente he podido hacer una presentación a un potencial cliente extra, una chulada si esas cosas se cierran. Porque podré seguir creciendo los proyectos independientes por ese lado.

Entre las notas tristes, en la empresa están realizando recortes, y eso me incomoda. En este evento han afectado al amigo que recomendé (lo cual me enstristece). Otro tema es que las conversiones dentro del equipo están por terminarse, según entiendo le quedan a lo mucho un par de meses de vida. Y sin embargo, he rechazado dos ofertas laborales en los últimos dos meses, en una de ellas les dije una cantidad algo grosera de sueldo y no se inmutaron (dejando claro que podían ajustarse sin problema); pero no quise continuar, no todavía, porque no siento que sea una movida segura en este momento, y quisiera terminar de saldar pendientes antes de realizar cualquier jugada que pudiera arriesgar mi situación, ya ven lo que me pasó cuando me fue a CDMX.

Es bien difícil vencer a tu propio cuerpo, en eso es en lo que he estado trabajando profundamente. En reactivar mis fundamentos estoicos, porque brillar temporalmente, cualquier puede hacerlo, pero encontrar valor en donde parece que no hay, es un gran reto. Entre lo que me falta y quiero tener: Una masajista personal, una asistente, alguien que se encargue de la limpieza de la casa, una instructora de francés. ¿Por qué? No sé, simplemente están en mis pendientes. Al igual que un jacuzzi, un comedor, una estufa de gas y una centro de lavado para esta casa. Ya veremos cómo salen las cosas. Por ahora, hay mucho qué pagar y hacer, físicamente, econónicamente, intelectualmente hablando. Dios mediante.



 Ha pasado algo distinto este día, esa cochina empresa ahora me solicita que compruebe cada pago que he realizado con las diversas tarjetas que he utilizado. Amigos, tengo como veinte, la verdad que será una lata encontrar sus transferencias en cada uno de los estados de cuenta.

Por lo que pienso: ¿Será buena idea dejar ir mil pesillos? Digo, al menos por ahora que no estaré por un rato en casa. No sé, no le encuentro el sentido a ponerme a revisar todo eso pago por pago. Es casi, como mendigar. Y no estamos en tiempo de mendigar nada.

Todo porque se me ocurrió cambiar mi CLABE para los depósitos. Les digo, uno va saliendo de unas y le quieren enjaretar otras. Pero eso sí, como pasó con los ratas de Briq, si me la hacen cardiaca los mandaré a volar. No tengo ganas de desperdiciar mis ratos con esas tonterías.

A lo largo de la vida he tenido que dar por perdidos montones de dinero. Porque sí, porque me confío de gente, porque me dan hueva los procedimientos, porque prefiero tomar lo que esté accesible, porque soy generoso y no me pesa regalar a otros (y como consecuencia otros han sido abusivos y también generosos conmigo).

La lista podría seguir, pero el punto es ese: Una empresa, de cuyo nombre no quiero acordarme, tiene mis datos de transferencia. Y un envío pendiente de mil pesitos. Pero no lo quieren concretar hasta que, valide un montón de datos personales (con fotografías y toda la cosa), además de documentar cada movimiento en tarjetas. Chale.

A lo largo de mi memoria me ha tocado dejar ir muchísimo dinero, entre que no soy alguien que haga dramas ni conflictos por lana (he perdonado robos a amistades, prefiriendo conservar la amistad, antes que el objeto "perdido"), otras veces por flojera o comodidad, incluso porque simplemente apoyo el "mercado local". La lista podría seguir.

Además me gusta mantenerme alejado de los conflictos y las personas dañinas. Pues si no edificamos, para qué estamos ahí. Yo mismo he sido agente de daño para otras personas, lo reconozco, no estamos aquí para presumir que somos mejores a nadie más... Porque de lejos, estamos en la cesta de los más imperfectos.

Una cosa más antes de irme: Cambié los colores a las aplicaciones del trabajo, tenía que dejar registro de eso en algún lugar. Ya que desde me acuerdo, generalmente dejo esas cosas como las entregan por defecto por un tema de separación entre trabajo y personalidad. Arriba el dark mode!



Dark Mode

Por
 Ha pasado algo distinto este día, esa cochina empresa ahora me solicita que compruebe cada pago que he realizado con las diversas tarjetas ...

 Relájate dopada, nadie "intentó" nada.

Uno viene tranquilamente a pasar el rato en la madrugada y se encuentra con sendos "referentes" de raza que no sabe preservar su palabra, pero sí se vende con la premisa de "olvidar" lo que les conviene solamente, ya saben, "memoria selectiva".

Porque claro, recuerdan cuánto cooperaron en un inicio pero no recuerdan las promesas de pago que hicieron. Conservan en la memoria solo aquello que les conviene, qué harta pena me dan. No quiero volver a dedicarle una oración a gente así; en primer lugar porque me pueden hacer sentir culpable de cosas que ni al caso; en segundo, más importante, porque prestar atención a esa gente es darle importancia inmerecida.

La vida es demasiado corta para desperdiciarla con gente mierda. Ni una vez más te quiero ver, ni aquí, ni en treinta años, para que mis "miradas" no te hieran e incomoden como predicas en tus redes. Ridícula. "Vístima", te dicen. Sáquese por allá, que en mejores lodazales me he atascado.

Cada quien ve lo que quiere y percibe lo que tiene dentro de sí. Aquí quedarán tus últimas gotas de atención desde este lado. Qué ironía que te digas lo que dices, qué tristeza que no aceptes lo que eres, qué desgracia que no reconozcas tus falacias, qué miseria que te muestres cobardemente como alguien que sufre. 

Paradójicamente, ni pío de tu pico salió por resarcir nada, ni siquiera intentaste componerte o sentarte a dialogar, porque en tu supuesta y fabulosa desventura lesbotroglodita, todo es culpa de alguien más, incapaz eres de responsabilizarte.

En fin, doy por cerrado este tema. Dos meses han pasado desde que removí redes del celular con un objetivo en mente: perdonarme y perdonar. Perdonarme por ser un crédulo y perdonar cualquier cosa que estuviera limitándome. Recuerda claramente, si había una "puerta", no la hay más. Sé feliz y jódete, lo que sea tu voluntad. Aquí no estamos para acarrear zurrapas.



Hace meses, cuando una amistad/compañera del trabajo me invitó a que compartiéramos renta juntos, para mí fue principalmente motivo de sorpresa formidable, porque consideraba a la chica como alguien de palabra y de fiar por el tiempo de "conocernos" que llevábamos; sin embargo, jamás había experimentado estar con alguien como ella y se lo confesé desde el inicio, fui completamente transparente en cuanto a mi personalidad y aquello que me gusta.

Entonces ya está, me motivó a primero encontrar un lugar, se desocupó uno bastante próximo a la oficina (en la que ambos laboramos) así que me invitó a realizar los trámites correspondientes; ahí ando todo animado y contento de un lado para otro, consiguiendo papeles y realizando pagos. Salió perfecto, a finales de febrero estaba viendo la casa por primera vez, el primero de marzo nos la rentaron.

Excelente. Le avisé a la próxima roomie que la renta nos la habían autorizado, ella agradecida por mi compromiso me dijo que llegaría hasta mediados, probablemente finales de mes. Corte A, los días empiezan a transcurrir y noto en sus redes sociales que se queja mucho de Guadalajara, que no le gusta, que le fastidia la gente, que prefiere estar en su tierra. Algo no terminaba de cuadrarme.

Para esto yo estoy enterado que esta mujer tiene una casa propia en la ciudad, que comparte con su ex-novio (temas raros que realmente no me importaban). Al final la roomie se mudó a medias, y digo a medias porque nunca habitó realmente la casa, en los cuatro meses que rentó si habrá dormido acá veinte días fue mucho.

Su estilo de vida era el siguiente: Llegaba el martes en la noche, se iba el miércoles o jueves, no volvía hasta el siguiente martes en la noche. Y eso, escasamente ocurrió por un mes. Porque al mes de haber llegado se regresó a su pueblo y de nuevo las publicaciones del desagrado de vivir en esta ciudad, de lo incómoda que se sentía, y montón de quejas más, como buscando atención en el ciberespacio. Desde mitad de mayo y junio, por ejemplo, estuvo ese periodo en su lugar de origen.

Y luego pedos con su pareja, evidencia de que los hombres "son horribles" y cosas similares en sus redes. Que ella es perfecta, que simplemente son ellos los que no la merecen. En fin, temas que verdaderamente me tenían sin cuidado. Al final de cuentas yo era un host solamente en un sitio compartido.

En ese inter, alguno de esos días que la roomie curiosaente se quedó en la casa, cuando visité a mi madre, le platiqué la situación, le expliqué que notaba que mi roomie realmente no gustaba de estar en la casa, y para mí era como un fantasma, casi nunca la encontraba. Y cuando no estaba en su tierra, se quedaba en su propio domicilio, o se iba a dormir con su amiga, pero la verdad pasaba el mínimo tiempo acá donde supuestamente rentábamos juntos.

Desde marzo mismo llegué a la conclusión con mi mamá de que esta mujer me iba a dejar solo embarcado con el contrato de renta que había firmado por la anualidad completa. Y sabía que cuando se fuera, me iba a disgustar bastante. Estábamos conscientes de que no iba a durar, solo faltaba ver cuándo se iría. Así fue, abrúptamente, después de la última visita a su rancho, me llegó el "esperado" mensaje diciendo que necesitaba dejar de pagar renta.

Fue horrible, me sentí molestísimo, y se rompió algo en mí que traté con todas mis fuerzas de mantener en una pieza. Porque le había tolerado sus constantes mentiras con la justificación de "es que soy olvidadiza", "no me acuerdo", sus faltas de corresponsabilidad a la hora de repartir gastos, su nula palabra a la hora de prometer poner algo para la casa que nunca llegaba. Hasta ahí llegué.

Hoy vino a recoger sus últimas cosas, la vi por las cámaras. Escuché cuando cerró la puerta por última vez y dijo "bye Carlos", casi poético; ayer me pidió que estuviera presente mientras se llevaba la mayoría de sus cosas, cuando estuve aquí, no tuve cara para verla a los ojos, las ganas de decirle lo decepcionado que estoy por su falta de palabra me consumían por dentro, pero callé. Tuve la buena de traer a un compa conmigo, porque sabía que ella no estaría sola, sabía que vendría con su amiga-ligue, sería incómodo para mí. Se fueron muy rápido, al menos.

Sin embargo, yo no soy la víctima aquí, si acaso solo soy el que se dejó llevar por las palabras de unos labios lisonjeros que resultaron falacias. Aunque esta historia no termina mal, no. Al menos no para mí, porque la misma tarde que fui a verla llevarse sus cosas recibí la excelente noticia de que a partir del mes entrante estaré cobrando más en la empresa que trabajo (de hecho un poco más de lo que mi roomie solía cooperar para la renta); como dice mi madre: Cuando se cierra una puerta, otra mejor se abre. Estoy pensando si rentar esa habitación a alguien más, o acondicionarla para algo personal, por ahora estaré un rato por mi cuenta, y ya veré qué deparan las cosas.

Finalmente la ex-roomie, como a cualquier persona que se cierra las puertas a mi vida como consecuencia de su malicia, para mí se ha ido, y como a cada una de esas personas, le deseo lo mejor, pero ha cerrado por fuera y las llaves se esfumaron.

Moraleja: Siempre háganle caso a su jefita.



Ex-Roomie

Por
Hace meses, cuando una amistad/compañera del trabajo me invitó a que compartiéramos renta juntos, para mí fue principalmente motivo de sorpr...

 Uno de los consejos más útiles que me han dado en la vida también es uno de los que más comúnmente me cae como recordatorio: La mejor manera de superar el fracaso y el rechazo es seguir adelante. Ya está, pasó, fallaste, cometiste un error, no conseguiste tu objetivo, no le gustas, se fue, le desagradas, la razón que sea, el punto es no clavarse en ese lugar.

A veces cuesta, la verdad, principalmente a la hora de dejar que otras emociones se materialicen; por ejemplo, la vergüenza después de haberla golpeado en la cabeza sin querer con tu mano porque eres un monote corpulento. Haha. O bueno, cualquier cosa puede ser vergonzosa bajo ciertos criterios.

La realidad es que vine aquí a confesar que hay cosas, sucesos y actitudes en mi vida que me han convencido de que no puedo mirar a los ojos a ciertas personas; y me aparto, si no físicamente por cuestiones de fuerza mayor, sí intelectual, emocional y principalmente visualmente... Porque es literal, mis ojos siéndome ocasión de caer... Ya, mejor apartarlos por completo. Cerrarlos, desviar la mirada, encerrarme, lo que sea con tal de no tener que pasar por el filo de darme cuenta del juicio no verbal.

Tengo calor, mi cuarto se siente bastante caluroso en este momento. A penas recordé que el aire estaba apagado, así que se concentró el calor en este lugar. Aparte, me comí unas galletas, como que se me quitó el sueño y se me elevaron las calorías corporales. Todo en conjunto, hace sentido.

Parece que me quedé sin más palabras para hoy. Un texto pequeño, conciso y liberador. No más.



Conciso

Por
 Uno de los consejos más útiles que me han dado en la vida también es uno de los que más comúnmente me cae como recordatorio: La mejor maner...

 Tenía cero intenciones de ir a la oficina hoy, pero qué creen, dejé la computadora del trabajo allá. No le digan a nadie, supuestamente eso no se debe de hacer. Iba a otro lado ayer por la tarde, tenía cosas que hacer y me dio flojera cargar con ella.

Mientras iba camino a casa pensaba lo siguiente: Las puertas son así. Algunas las cierras para no volver a verlas disponibles nunca en tu vida. Aunque te desvanezcas en la miseria, te transformes en cuanto a credos, te asumas como alguien que ha superado sus momentos bajos y traumas.

Es como funcionamos, somos un momento fugaz en quienes se tienen que ir de nuestras vidas, en uno o dos años probablemente no nos recordarán más. Pienso por ejemplo en una frase que dijo un amigo ayer, que tiene todo el sentido del mundo, "a todos a los que no les debas dinero, no les importas tú ni tu vida". Un comentario cruel pero realista.

Y sin embargo, hay individuos que trascienden, está por ejemplo, mi compa el que empatiza bastante conmigo a la hora de compartir memes; que ayer me decía, por cierto, que una vez que se acomode en esta empresa a la que entró, me platicará la experiencia y beneficios, y podría recomendarme si así yo quisiera. Tipazo él.

Pero analizando la situación, en cuanto a lo que decíamos, es verdad, mi grupo de amistades es realmente reducido. Me importan un carajo las demás personas. O sea, tengo empatía por aquellos que la están pasando mal porque yo mismo la he pasado mal en diversas ocasiones, pero esa sensación puede venir desde la señora en la calle sufriendo por dinero, hasta el amigo más intimo contándome un fracaso amoroso.

El punto es, todos aquí somos efímeros, quizá era a lo que iba desde que inicié esta publicación. Que al final realmente no importa si eres una persona promiscua, mentirosa, acomplejada, manipuladora y desagradable (fui muy específico con estos adjetivos); si la vida y el tiempo te perdonan olvidando, cualquier otra persona también lo hará.

He de cambiar en algo también, porque en mi generosidad dejo de lado que la atención, el tiempo y el dinero no se le obsequian a cualquiera; y yo genuinamente sin esperar algo a cambio suelo hacerlo. Recibiendo como recompensa más de una vez actitudes de malagradecimiento y antipatía. Hay mucha gente amable en esta vida, a veces herida solamente por nuestros comportamientos mierdas.

Y bueno, quería terminar esto con otra frase que estaba dándome vueltas en la cabeza: "Nueve de cada diez mexicanas son potencialmente buenas en la cama; y a penas uno de cada cien mexicanos es bueno generando seis cifras mensuales. Piénsalo la próxima vez que alguien intente hacerte daño."



Seis Cifras

Por
 Tenía cero intenciones de ir a la oficina hoy, pero qué creen, dejé la computadora del trabajo allá. No le digan a nadie, supuestamente eso...

 Como mis sueños se han vuelto algo inalcanzable, tendré que ir matándolos uno a uno. Hasta quedarme solamente con aquellos que sean factibles. En primer lugar, nunca seré un blanco ojiazul de más de un metro con ochenta centímetros de estatura, por lo que las puertas al alcance de manera sencilla, nunca estarán.

Tengo el estereotipo de ser un "me gustan todas" así que para dejar esa etiqueta de lado, lo siguiente es remover todo contacto con personas que no son conocidas cercanas, familiares o gente de trabajo. No creo en las amistades que fructifican sin cultivarse, entiendase entonces que aquellas personas con las que no tengo ni remota comunicación, desaparecerán de mis redes (esto ocurrirá cuando vuelva a instalar las apps en mi celular).

Dinero, las probabilidades indican que deje morir el sueño de ser billonario; de ser así, entonces, empezaré a vivir lo más austero que pueda, como alguien que a penas y trae para un taxi en calidad de emergencia en la cartera. No tengo que demostrar suficiencia financiera a nadie, con el solo hecho de tener bajo control mis finanzas me doy por bien servido; y si a alguna tercera persona le llego a interesar, bueno, que se conforme sabiendo que no le va a faltar.

No llegaré a ser un genio, un erudito y mucho menos colmado en sabiduría; este ha sido el sueño que más trabajo me ha costado dejar ir, porque desde pequeño, lo único que reiteradamente le pedía al Cielo era llegar a ser un hombre sabio; pero leo las cosas que escribí en el pasado, observo los errores que he cometido, me enfrento a la realidad de mis limitaciones, además de la consciencia de que no tuve un entorno propicio para desarrollar mis capacidades intelectuales de la mejor manera; complejos, resentimientos y carencias, alas rotas.

Las mujeres bonitas son otra; si hasta la fecha soy un abanderado del rechazo social, qué se dirá de la perspectiva que las personas por las que siento atracción cuando opinan de un servidor; obviamente le tienen miedo a estar cerca de mí, no las culpo. Cultivé a un raro que pierde la cabeza estando con ellas, y me enfoqué en ser una especie de ermitaño, innecesario, lo reconozco, es parte de lo que estoy trabajando.

Ya está, por lo menos esos frentes "soñadores" son los que recuerdo por ahora. Sin dinero a borbotones, ni mujeres bonitas a mi alcance, ni una atractivo natural, ni inteligencia destacable, puedo decir que mis pies se encuentran más cerca del piso. Hola, mi nombre es Carlos y a partir de aquí reescribiré mi historia.

Todavía no encuentro un atributo del que me pueda valer, les avisaré cuando tenga uno a la mano. Sin embargo, vengo a decirles que al finalizar este mes habré cerrado algo, lo que sea, pequeñito, pero algo para empezar. Reto de Julio 2023: Evitar compras por confort (comida).



Julio 2023

Por
 Como mis sueños se han vuelto algo inalcanzable, tendré que ir matándolos uno a uno. Hasta quedarme solamente con aquellos que sean factibl...

 Hola de nuevo. ¿Me extrañaron? Sé que no. Pues resulta que estos últimos días (sí, estos que llevo sin poner letras por acá) me ha entrado la espinita de resolver un tema que me venía teniendo "ocupado". Siempre he justificado mis comportamientos controladores con cosas como "es para evitar mi colapso" o "me sirve para crecer y desarrollarme", y sí, probablemente esos puntos son justificaciones interesantes, sin embargo, en esta vida de ir y venir, las cosas no son tan simples como parecieran.

Vivimos sumergidos entre opiniones, metas, objetivos inalcanzables y marcos de referencia inmensos; nos filtramos desde la perspectiva de genios, atletas, modelos, ricos y famosos, con eso en mente, obviamente siempre seremos coleros en esta escalera del éxito, pues que seamos capaces de despertarnos todos los días a las 5 AM para trabajar más y triplicar ingresos, asistir al gimnasio hasta conseguir cuerpo de divinidad griega, tener a la pareja más hermosa del grupo social, instagramear todo y devorarnos veinte libros al mes, es, en realidad pedirle al cuerpo imposibles, es alimentar comportamientos tóxicos y perniciosos para con uno mismo.

"Bro, take a break". La vida nos tiene en un lugar no tan fácil. En nosotros está permanecer y mejorar, pero evitemos que eso se cargue nuestra cordura en sus intentos. Debido a ese análisis he tomado la determinación de dejar el control de mis cosas, atención aquí: No me descontrolaré, simplemente desactivé mi "check" de controlar todo. Y ese control a vida viene en forma de apps, aparatos de medición, cuadernos de notas y alarmas principalmente. ¿A qué voy con esto? ¿Cómo he decidido actualizar mi vida?

Bueno, pues para empezar, la postura "in extremis" que he de tomar ahora será abrazar el estoicismo con todas las fuerzas que me quedan, y le sumaré algo de espiritualidad. Dejaré de depender de "apps de control" para cuestiones financieras, de comportamiento y cualquier determinación en general y optaré por aceptar las bondades que esta vida tiene puestas para mí, simplificando aquello rebuscado y tratando siempre de ser uno con el entorno.

Por ejemplo, llegué aquí sin dinero, ¿qué pasaría si dejo entonces el dinero fuera de mí y lo utilizo únicamente para fines necesarios? ¿Qué pasaría si automatizo la mayoría de pagos? Desde el café hasta el servicio de electricidad. ¿Qué sucedería si convierto mis dispositivos de comunicación en herramientas digitales con una alta inspiración en las análogas?

Y así surgen las ideas. Quemaré mi última agenda. O al menos, la tiraré a la basura. Escribiré mis cuentas en hojas de cálculo que únicamente serán visitadas desde la computadora (los días que haga pagos y se modifiquen los números). Dejaré fuera de mi alcance las tarjetas y me desenvolveré con los medios a mi alcance. ¿Comida saludable? Puedo pagar un servicio mensual como hacía antes, lo tengo cubierto. Casi todo lo demás es automatizable. La billetera solo tendrá mi identificación, un par de billetes para emergencias y las tarjetas de vales que me dan en el trabajo. No necesito más.

Mi plan es, ser pobre por fuera, o al menos no aparentar ni una décima parte de mis ingresos y dejar que el tiempo sea quien fructifique mis inversiones. Así que me enfocaré en vivir la vida de una manera simple y sencilla. ¿Seguiré yendo al cine? Por supuesto que sí, tengo una membresía para eso. ¿Seguiré comprando libros? Claro, pero con menor frecuencia y tras hacer contabilidad, o sea, no comprando por impulso solo porque algo me llama la atención. Esta giro a la mentalidad está centrado en "pagar ahora para disfrutar después".

¿Cuál es el propósito? Se preguntarán. ¿Lo es el dinero? No, tajantemente no. Soy yo, es reencontrarme con la versión más natural y menos necesitada de mí. Con alguien valiente y capaz, con una persona que no teme atravesar la ciudad a pie si es necesario, un hombre al que le importa su integridad y desarrollo tanto como no dañar el entorno ni a quienes le rodean. Ya veremos en qué evoluciona esto (como he dicho, alejarme de redes ha ayudado bastante a poner atención al detalle y solucionar en consecuencia).



 En los rincones más oscuros de la ciudad de Marbella, reinaba un hombre al que todos temían, conocido como Alejandro. Durante años, la corrupción y el miedo fueron las únicas constantes en su vida, sumido en un mundo de negocios oscuros y decisiones terribles. Pero en algún momento, en medio de su caótico reinado, una luz brilló en su vida, un destello que lo llevaría a un camino de arrepentimiento.

Un día, durante un paseo nocturno, Alejandro encontró a una joven hambrienta y desamparada en las calles. Llevándola a su hogar, le ofreció comida y cobijo. En ella, María, encontró una especie de pureza y bondad que había olvidado. Empezaron a pasar mucho tiempo juntos, y Alejandro se encontró mostrándole los aspectos más suaves de su personalidad, ocultos durante años bajo capas de dureza.

María, sin embargo, no sabía nada de los actos despiadados de Alejandro. Para ella, él era su salvador, el hombre que la había sacado de la calle y le había dado una nueva vida. Esta inocencia de María hizo que Alejandro se sintiera aún más culpable por sus acciones pasadas.

Pero la realidad era incuestionable. Alejandro, agobiado por la culpa y la vergüenza, decidió alejarse de María y todos aquellos que le recordaban su pasado. Se mudó a una pequeña casa en las afueras de la ciudad, donde empezó su proceso de cambio. 

Vivía una vida de austeridad y silencio, marcada por noches llenas de insomnio y días llenos de arrepentimiento. A pesar de su dolor, decidió dedicarse a ayudar a la comunidad en la que vivía, utilizando sus habilidades para bien. Pero la culpa y la vergüenza nunca se alejaban, recordándole constantemente su pasado.

Alejandro quería confesar, quería disculparse, pero no sabía cómo. La idea de confesar a María le aterraba, temía que la verdad destruyera la imagen que tenía de él. Pasó años en este estado de auto-aislamiento y reflexión, enfrentándose a sus demonios internos.

Una noche, en una decisión impulsiva, escribió una larga carta a María, explicándole todo. La culpa, el arrepentimiento, la vergüenza, y su deseo desesperado de cambio. Selló la carta y la dejó en su puerta, huyendo antes de que pudiera arrepentirse.

«Querida María,

No hay palabras suficientes para expresar la profundidad de la tristeza y el arrepentimiento que abruman mi alma. La vergüenza de mis actos inexcusables y la culpabilidad perenne me han llevado a un aislamiento voluntario.

Sé que en un principio mostré una imagen altruista, pero esa proyección no era más que una máscara, un camuflaje cómodo que ocultaba mi realidad oscura. Comprendo ahora que aquel refugio fue una cortesía temeraria, un gesto egoísta para mitigar mis pecados.

Pero mis actos anteriores son irrefutables. Fui un líder autoritario, haciendo mal uso de mi influencia y poder. Provocaba miedo, no respeto; creaba discordia, no armonía. Incitaba violencia donde debía haber paz y en lugar de ser un ciudadano ejemplar, fui un tirano despiadado.

He emprendido un proceso de reflexión intensa y profunda. El encuentro contigo, querida María, abrió un portal inesperado hacia la bondad, la empatía y la compasión, emociones que se habían atrofiado en mí. Te pido clemencia, no por mis actos horrendos, sino por la penumbra que eclipsó mi humanidad.

Hoy, tras la penitencia y el remordimiento, busco el cambio. No busco absolución inmediata, eso sería una expectativa irracional. En cambio, busco trabajar día tras día para reparar los daños causados y convertirme en una persona íntegra y honorable.

Quiero ser un ciudadano solidario y un ser humano empático. Quiero sentir la honestidad en cada palabra que pronuncio, y en cada acto que realizo. Busco la armonía con el mundo que una vez desprecié. Quiero ser alguien de quien te puedas sentir orgullosa.

Entiendo si te sientes traicionada y confundida. Sé que mis acciones te han lastimado profundamente. Pero mi intención ahora es demostrar que puedo ser diferente. Que puedo ser mejor.

Este proceso de cambio es solitario, pero necesario. Cada día es una lucha constante contra los fantasmas de mi pasado. Pero siento la esperanza. Una esperanza renovada que surge de la vergüenza y el arrepentimiento, y que se alimenta de la posibilidad de cambio y redención.

Espero que algún día puedas encontrar la generosidad para perdonar a este hombre arrepentido, que se encuentra frente a ti, más humano, más real.

Con todo el amor que mi ser arrepentido puede ofrecer,

Alejandro.»

María, después de leer la carta, quedó atónita y herida. Pero a medida que pasaba el tiempo, ella comenzó a entender. A entender el arrepentimiento y la necesidad de cambio de Alejandro. A entender que, aunque no podía justificar sus acciones pasadas, él estaba intentando compensarlas.

Decidió ir a ver a Alejandro. Lo encontró en su casa, un hombre muy cambiado de quien había conocido antes. Hablaron durante horas, lloraron, se enfrentaron al dolor del pasado. Alejandro se disculpó profusamente, prometiendo dedicar su vida a enmendar sus errores.

Fue un camino largo y duro, pero Alejandro, con el apoyo de María y su propia determinación, pudo cambiar. Aunque la vergüenza y el arrepentimiento nunca se disiparon por completo, Alejandro comenzó a construir un nuevo camino. Fue un proceso lento y doloroso, pero cada pequeño acto de bondad, cada gesto de contrición le acercaba un paso más a su redención.

María se convirtió en su ancla, su faro en la oscuridad. A pesar de su dolor y confusión iniciales, optó por apoyar a Alejandro en su viaje hacia la redención. No fue fácil para ella, pero la sinceridad en los ojos de Alejandro, y su compromiso visible con el cambio, la motivaron a quedarse.

Alejandro, con la ayuda de María, comenzó a usar su influencia y recursos para hacer el bien en la ciudad que una vez aterrorizó. Estableció refugios para los sin hogar, programas de alimentación para los menos afortunados, y becas para jóvenes brillantes pero desfavorecidos. Fue un camino duro, plagado de desafíos y críticas, pero Alejandro perseveró.

Su pasado nunca dejó de atormentarlo, pero Alejandro decidió utilizarlo como un recordatorio constante de la persona que nunca quería volver a ser. Luchó todos los días para ser mejor, para hacer más bien, para enmendar de alguna manera sus acciones pasadas.

Y con cada día que pasaba, Alejandro se daba cuenta de que, aunque nunca podría borrar completamente su pasado, tenía la capacidad de forjar un futuro mejor. Un futuro en el que no era un hombre temido, sino un hombre respetado. Un futuro en el que no era un tirano, sino un líder compasivo.

El arrepentimiento es un proceso doloroso, un camino que está lleno de obstáculos y desafíos. Pero también es un camino de crecimiento y redención. Alejandro, a través de su viaje de arrepentimiento, aprendió esta verdad de la manera más dura.

María, por su parte, encontró en Alejandro un ejemplo de la capacidad humana para cambiar. A pesar de sus acciones pasadas, ella vio en él un hombre que estaba decidido a ser mejor, a hacerlo mejor.

El camino de Alejandro hacia la redención fue largo y lleno de desafíos, pero a través de su arrepentimiento y sus esfuerzos para cambiar, encontró una nueva vida. Una vida en la que ya no tenía que vivir en la sombra de su pasado, sino en la luz de su futuro.

FIN.





 Las finanzas van bien, mucho mejor de lo que esperaría. Y aunque sigo saliendo de pendientes, agradezco infinitamente al Cielo las oportunidades que me ha dado de crecer. Por lo que llego a este instante, justo esta noche, con una premisa interesante a considerar: ¿Algún día será suficiente? ¿Dejaré tarde o temprano de ajetrearme por conseguir la "chuleta"?

Saben, del mismo modo que reducir el exceso de dopamina generada por los dispositivos electrónicos (principalmente como consecuencia del poder cautivador de las redes sociales), bajarle al autosabotaje con fines meritorios es un camino extremadamente saludable. Porque en el afán por ser excelente, crecer como persona, "triplicar mi sueldo" (sic), a veces terminamos descuidando lo más importante: Uno mismo. ¿Y de qué te sirve a largo plazo ser un millonario con montones de problemas de salud?

Reconozco que mi cuerpo, ha tenido, en mi ignorante pero bien intencionado deseo de superarme como persona, que pasar por demasiados sufrimientos; principalmente aquellos vinculados a situaciones de estrés mental como dificultades de sueño o excesos físicos como "tragar lo que sea y donde sea". Lo poco saludable de esos hábitos tiene que acabar. El día de hoy le declaro no la guerra, sino la paz a ese estilo de vida, y le doy la bienvenida al amor propio.

El amor propio y la salud tienen que regir mi vida por encima de las cantidades de dinero que tenga la capacidad de hacer. Que mi mente se encuentre saludable, que mi cuerpo sea fuerte, que mi vida sea fácil de llevar, estoico y decidido. Por medio de esta carta prometo hacer lo que esté de mí para evitar las tentaciones, por ejemplo, reducir el número de formas de obtener dinero (o métodos de pago) mientras ando en la calle, para así hacer muy difícil que termine comiendo en cualquier lugar. Ojo, planeo seguir subiendo imágenes de restaurantes y comidas ricas a intagram y google, pero eso será en orden, obedeciendo a un calendario de eventos, y hasta que pase mis tres meses alejado de redes sociales; además no pienso ser extremista y si, por ejemplo, me invitan a una fiesta (cosa que ocurre poco), tampoco me pondré payaso.

Desde el punto de vista de preparación de alimentos, la siguiente inversión será una estufa (ya que mi roomie prometió que se traería una que ya tiene, pero al parecer eso no ocurrirá y no puedo depender de ella para nada), compraré lo necesario y aprenderé a preparar cosas saludables.

Si lo apreciamos desde la óptica de lo financiero, esta estrategia también me será de gran ayuda, ya que al gastar menos en la calle, contaré con un presupuesto más sustancial para redimir cuentas. Por cierto, dije al inicio que mi plan era triplicar mis ingresos en un año, a partir de ese comentario ya pasaron dos meses y quince días, al momento, solo he podido incrementarlos de un diez a veinte porciento (dependiendo la perspectiva), y sin embargo creo que mis ingresos actuales dan más que suficiencia para vivir. No de forma "millonaria", pero cabalmente, superando deudas, puedo invertir y seguir trabajando con lo que resulte.

Además, en mis piensos, como Woz, no está retirarme de trabajar nunca, amo las cosas que hago, me encanta pasar tiempo frente a la computadora programando y aprendiendo, así como navegar entre conceptos y literatura en general; pero quiero recuperar el timón, porque había venido naufragando sin rumbo preciso a partir de la pandemia (y quizá desde que inició el 2020). Me quiero mucho, me amo más que a cualquier cosa en este mundo, y sé que con paciencia, determinación y constancia, seguiré saliendo adelante. Acercándome a la meta de ser suficiente y autosuficiente, sin caer en vicios superficiales y excesos de pasado, presente o futuro (a.k.a. Depresión, estés o ansiedad).



Me Amo

Por
 Las finanzas van bien, mucho mejor de lo que esperaría. Y aunque sigo saliendo de pendientes, agradezco infinitamente al Cielo las oportuni...

 Me dije: ¿Qué tal si transformo mis vicios y malos hábitos en energía para realizar cambios positivos y producir? Mentiría si digo que he logrado algo, pero he de ser bien sincero al mencionar que ya encontré un camino al cual aferrarme. *Se levanta un letrero.* -> "Hombres trabajando".

¿Qué pasa conmigo que me dan ganas de escribir a media noche? No, no te engañes, no es que me falten ganas antes, lo que ocurre es que el calor no da chance, ya subo escaleras y me arrincono, me encuero, enciendo el ventilador, me tiro en el piso, quiero llorar de la desesperación, bajo a beber un poco de agua, me visto, me salgo a la calle para darme cuenta que afuera también está sofocante, me regreso consternado y resignado, y ciclo lo anterior.

Sin embargo, redactar me sirve, ¿saben para qué? Para trabajar en mi estilo, para perderle el miedo a cajetearla feamente entre líneas, para hacer borradores y editarlos hasta el cansancio (ese cansancio suele llegar un par de minutos después, siendo franco). La imperfección me define, y es bellísimo abrazarla.

Glup. *Traguito de agua.* Hace un rato meditaba en el opuesto de una frase muy famosa del maldito borracho y feo aquel que escribía poesía áspera y honesta (entre una que otra salvajada, he de decir): "No tienes idea de la condenación que trae consigo la hermosura, pues difícilmente le agradarás de verdad a alguien". Claro, claro, escrito con mis palabras y abusando un poco de la interpretación, pero el significado ahí anda. Piénsalo.

Ser hombre implica empezar a descubrir el potencial conforme maduramos, mientras que las mujeres son valiosas desde el momento mismo en el que nacen, la mayoría de nosotros los no nacidos en cuna de oro tenemos que construir valor; con eso en cuenta, los primeros años de convivencia interpersonal pasada la adolescencia, los afrontamos desarmados, inexpertos, frágiles y ridículamente atarantados. Pasa el tiempo y vemos hacia atrás todos los errores.

Ahora entiendo, estoy agradecido del "Fail early, fail often, but always fail forward", porque sin eso no sería la mitad de lo que soy, no tendría una vigésima parte de la experiencia que tengo y no contemplaría la vida como un escenario pleno de oportunidades; sino que me sumergiría en un oceano de duda, decepción y llanto. Ya sé, comprendo que si te has dado una vuelta por acá en el pasado dirás: "Bro, pero tú siempre estás sufriendo." Y sí, pero no. Es difícil de explicar en unas cuantas líneas, además, no tengo intención de hacerlo. Recordemos únicamente que lo que aquí se expone es parcialmente cierto y que en general estoy en un viaje ficcional cual avatar desde una versión más antigua de mí (o proyectándosela a esa persona, según sea el caso).

No estamos aquí para fingir, pero tampoco para rasgarnos las vestiduras por ficcionalizar; la vida es una broma y al mismo tiempo un drama serio de proporciones globales, las personas son por sí mismas universos independientes que colisionan mutuamente, mi mundo y el tuyo gravitan como nuestros labios al tocarse. O no. ¿Quién soy yo para despertarte de la ensoñación? Bastante caca ya hay afuera, ¿no te parece?

Si quieres justicia, te la puedo proveer, pero terminarías en un deje de destrucción inminente. Si quieres misericordia, aquí la tienes y no a cuentagotas como las supuestas emociones que salen de tu ser; no, no, acá hay para llevar. ¿Generosidad? Anda mamita, sírvete; sí, sí, puedes llevarte todo, mientras no acabes con mi capacidad de generar, todo bien. No tengo idea de por qué escribí lo anterior, o siquiera en quién estaba pensando mientras las letras desenfrenadamente se me escapaban de las manos. Todo por un beso. Y la belleza natural.