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 Tras una jornada de profunda meditación, en la que el cansancio se entrelazaba con el acto reflexivo, he revisado las medidas adoptadas en mi fiel cumplimiento de los compromisos asumidos con el calendario de propósitos. En este proceso de introspección, una verdad se ha desvelado con la claridad del alba: por un bien supremo, por la esencial salud, es imperativo poner en pausa estos esfuerzos.

Ahora, con renovado propósito, mi enfoque se reajusta hacia lo que verdaderamente importa: mejorar mi condición física. Esta prioridad se alza, imponente, sobre las demás, guiando mis pasos en un camino de bienestar y armonía personal.

Le dediqué innumerables horas a reflexionar sobre la idea, girando en torno a ella como si fuese un carrusel de pensamientos incesantes. En mi afán por ser productivo, intenté abordar varios proyectos en paralelo, creyendo que podría manejarlo todo sin titubear. Sin embargo, una verdad incómoda comenzó a emerger de las sombras de mi ambición: mi cuerpo no respondía con la energía y resistencia que mi mente exigía, agotándose rápidamente como una vela que arde por ambos extremos.

Esta revelación me llevó a una reflexión profunda, recordando ese adagio que resuena con la sabiduría de los antiguos: para tener una mente sana, es imprescindible contar con un cuerpo sano. La salud mental y física son dos caras de la misma moneda, intrínsecamente unidas en una danza delicada de equilibrio y armonía. Fue entonces cuando mi determinación cobró un nuevo impulso, un deseo ferviente de cambio nacido de la necesidad de alinear mi ser interior con mis aspiraciones exteriores.

Decidí, pues, que mi viaje hacia la construcción de mis sueños comenzaría con un paso fundamental: el compromiso con mi propio bienestar. Comprender que antes de edificar castillos en el aire o perseguir quimeras lejanas, debo fortalecer los cimientos sobre los que se sostiene mi existencia: mi salud, mi cuerpo, mi espíritu. Esta determinación, de efecto inmediato, se convirtió en el faro que guiaría mi camino hacia una versión mejorada de mí mismo.

Desde este nuevo amanecer, una moraleja se despliega ante mí, clara y resplandeciente como el sol de mediodía. La verdadera fuerza reside no en la capacidad de juzgar cuántas tareas podemos abarcar simultáneamente, sino en la sabiduría de reconocer nuestros límites y trabajar dentro de ellos para mejorar. No es la cantidad, sino la calidad de nuestros esfuerzos lo que forja el carácter y moldea el destino.

Por tanto, mi mensaje para aquellos que se encuentran en la encrucijada de sus propias ambiciones es este: no descuiden el templo en el que reside su alma. Cuiden su cuerpo con el mismo celo con que persiguen sus sueños, pues es en la salud y el bienestar donde encontramos la verdadera llave para desbloquear el potencial ilimitado que yace dentro de cada uno de nosotros. En este viaje hacia la mejora continua, recordemos que empezar por uno mismo no es un acto de egoísmo, sino el más puro acto de amor.



En Pausa

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 Tras una jornada de profunda meditación, en la que el cansancio se entrelazaba con el acto reflexivo, he revisado las medidas adoptadas en ...

 Publicar una y mil entradas para autodemostrarse que se es capaz, pero sin haber hecho lo otro que está en juego; sin avanzar un paso en el camino alterno que quiero transitar durante el año, para al final del mismo, probablemente darme cuenta que me pasé muchísimo de lanza con mis propósitos. Qué más da.

¿Fallar de nuevo? De eso estamos hechos, de la capacidad de equivocarnos y volverlo a intentar. Enfrascarnos en la miseria del fracaso no debe suponer más allá de un par de días de tristeza y a seguirle dando. Que no estamos acá por nuestra bonita cara, ni hemos avanzado a base de favoritismos como ciertas minorías.

No solo sangre, sudor y lágrimas nos ha costado reventarnos el alma y cuerpo por sobresalir. Y no faltará quien levante la mano diciendo que también le ha tocado la joda. Como si se tratara de una comparación por ver a quién le ha ido peor, no señor, no va por ahí.

Tenemos que convencernos de crear oportunidades para que otros no la sufran tanto como uno; hay que ser piedra angular en un futuro que sea factible para el desarrollo y la sana consecución de resultados favorables. Al menos eso pienso yo.

Me da tristeza enterarme que amigos y personas cercanas se convierten en malos ejemplos empresariales al abusar de su gente, pagarles con migajas y explotarlos en sobremanera; y esa tristeza viene acompañada de la impotencia por observar lo mal que está el entorno, hostil, hipercompetido, deslear, destructivo, fugaz.



Entorno

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 Publicar una y mil entradas para autodemostrarse que se es capaz, pero sin haber hecho lo otro que está en juego; sin avanzar un paso en el...

 Darle vueltas a estos días va a ser algo difícil. Ya me la sé. Hoy tuve dolor de cabeza la mitad del día. Por culpa de estar pegado a la computadora, por no tener la libertad de alejarme un poco. Y saber que cada que veo la infraestructura y los flujos sé que puedo automatizarlo todo, pero no me dejarían, porque eso sería quitarle el trabajo como a seis personas que estamos en el equipo.

Lamentable que se tengan que cumplir horas nalga en la mayoría de compañías de IT, y más triste es que ciertas empresas utilicen herramientas de monitoreo de tu tiempo laboral, eso es patético. Decía mi compañero cuando estaba en la la aseguradora: "Que tengas mucho tiempo libre significa que todo está marchando bien". Ahora, quieren convertirnos en una especie de robot, sin alma y balance entre vida y empleo.

Abusan del hecho de que somos un mercado económico que comparte los mismos horarios con las grandes corporaciones, y de que algunos generalmente no vamos por la vida reclamando vacaciones y días libres solo porque están en el contrato. Pero nos agotan, y eso no está bien. La semana pasada platicaba con mi compañera que en le proyecto actual no se parece en nada al anterior.

En el otro nos gustaba asistir, y aunque había cosas complejas, las resolvíamos con gusto porque sabíamos que nuestro manager era consciente y nos permitía ciertas libertades. Ahora se siente como si cargáramos una yunta entre todos y el día que uno falta se descalibra la máquina entera.

Pero reitero, se puede automatizar, si nos dieran la oportunidad de trabajar con las máquinas que tenemos de forma nativa sin obligarnos a tener que acoplarnos a un lenguaje de desarrollo en el que a fuerza hay que instalar módulos para poder desplegar.

A veces quiero evitar escribir de mi trabajo pero la vida me ha mandado por este lado y es lo único que traigo en la cabeza de momento a la hora de querer liberar tensión entre letras. No es que no me pueda inspirar, es que no quiero hacerlo ahora mismo. Quiero que mis párrafos sean evidencia de cómo ha ido la cosa. Al menos me queda el gusto de que el próximo lunes descansaré y posteriormente viene semana santa en la que podré aprovechar para avanzar con otros pendientes (digo, asumiendo que le doy a eso).

Ya saben cómo son las cosas, a veces me mentalizo con una idea, pero me distraigo entre redes, amistades, comunicaciones, actividades del trabajo y un poco de frustraciones que no me dejan avanzar, dejándolo todo de lado temporalmente. Pasa que parecería que no me puedo comprometer con mis retos; no es así, mi cuerpo y mente están tratando constantemente de sobreponerse a las distintas encrucujadas que se topan de frente.



Balance

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 Darle vueltas a estos días va a ser algo difícil. Ya me la sé. Hoy tuve dolor de cabeza la mitad del día. Por culpa de estar pegado a la co...

 Todo este asunto de querer producir y cada día dedicarme a construir algo mejor de mí es honestamente gratificante, aunque eso sí, muy difícil. Entre que cumplir con mis propios retos, reducir distractores y concentrarme en aquello que verdaderamente importa, se vuelve un tema que da a pensarle y dedicarle un montón de energía al solo hecho de planear e ir adquiriendo las bases para lis distintas líneas a atacar.

Entre antier y ayer tuve una charla larga y tendida de horas con mi jefe y caí en cuenta en algunas cosas que me elevaron el ánimo, me hicieron sentir mejor y amar más a la persona frente al espejo. Mañana empieza una semana durísima de trabajo, que me venía fatigando desde antes de que sicediera, le estaba dando demasiada importancia a cómo se estarán dando las cosas, aunque creo que mi cabeza y habilidades dan para ese nivel de compromiso y más.

Si puedo, dormiré un rato, y cuando despierte le pondré un montón de ganas a liberarme de uno de los propósitos que tengo para el año; uno de esos que soy capaz de sacar en cosa de días si afino y me concentro.

Como a ustedes, a mí también me fastidian las fechas de pago, los días de corte y las cuentas por pagar; miles de números yendo de aquí para allá. Y es por eso también que estoy desarrollando estrategias que me liberen de compromisos. No basta con trabajar mucho más, hay que aprender a hacer funcionar esos recursos. El tiempo es limitado, el dinero y el entorno también lo son. Hay cosas que son ilimitadas como la capacidad de crecimiento y la posibilidad de innovación. Agarrarse de unas es crucial para reducir el peso de las otras en la balanza.

Incluso con las personas que más convivía en mensajeros, he reducido a propósito el número y las características de mis interacciones; pues me importa en mayor medida establecer métricas que fortalezcan mis habilidades y me eviten la carencia en el futuro. Perdón por tan poco, pero he perdido gran parte de mi interés en lo banal con la intención de adentrarme y abrazar con convicción el sentido de la vida.



 Despertarse con el pensamiento constante de que la sociedad moderna se enfoca única y exclusivamente en hacer dinero, mientras más dinero hagan, mejor. Desde una perspectiva de clases sociales, pasar de una vulnerable a una más acomodada, resulta ser el sueño de la mayoría, y hay quienes no escatiman en hacer lo que sea para conseguirlo.

¿Hasta qué punto pesa la moral y los valores como límite para dejar de ser la persona que eras y convertirte en alguien económicamente independiente? De ahí vienen la mayoría de proposiciones. 

Si lo pensamos, casi cualquier mujer en el pico de su atractivo (sus primeros veintes) podría ser foco de atención y crecimiento en redes si toma como bandera esa herramienta, se coloca en redes, se hace visible, se viraliza y posteriormente utiliza esa plataforma comunal para monetizar dependiendo de cualquier otra pseudovirtud o característica peculiar que tenga. Es así como vemos a escritoras aparecer, artistas, maestras, instructoras, conductoras, actrices, empresarias, cantantes, escritoras, expertas en deportes, en medicina, en pseudo ciencias, etcétera.

Qué pasa con los hombres; nosotros tendemos a ser el público consumidor. La forma en la que "debemos" incrementar nuestros ingresos y capacidad de generarlos viene principalmente de la diversificación. Así habemos quienes tenemos varios "gigs", otros que invierten en cuanta fuente sea posible y hay quienes se enfocan muchísimo por crecer profesionalmente o en su propio negocio. A decir verdad también hay quienes consiguen crecer en cuanto a talento puro y despegar sus carreras tras destacarse, pero al menos en Latinoamérica, ese es un camino inmensamente competido y difícil de suceder para nosotros.

Ahora, por la facilidad, presencia y potencial que tienen las acciones ilegales, el crimen y también aquello que va de ser una basura de persona (como ser políticos); bastantes hombres terminan yéndose por esos caminos, pues son maneras alternas de crecer y acomodarse a prisa.

Entonces mientras el camino del hombre para hacer dinero sin ensuciarse suele ser el trabajo duro y la diversificación; el camino de la mujer en un inicio suele ser la exposición y el aspecto. Ninguno de los dos es sencillo, no se me vaya a juzgar por las letras que estoy escribiendo acá. Ambos dependen de saber tomar decisiones para mantenerse a flote y obviamente a escala Internacional son una fracción de la población quienes lo consiguen.

La discusión sobre cómo cada género encuentra su camino hacia el éxito financiero y personal es compleja y llena de matices que varían enormemente de una persona a otra y de una cultura a otra. Lo que este análisis revela es un reflejo de los roles de género tradicionales y las expectativas sociales, pero también muestra cómo la innovación y la adaptabilidad juegan un papel crucial en el éxito de individuos en la sociedad moderna. Es importante reconocer que, aunque ciertas tendencias pueden ser observables, la capacidad de las personas para definir su propio camino y superar los estereotipos es una fuerza poderosa que continúa desafiando y cambiando las normas sociales.

La aspiración a la libertad monetaria, sea cual sea el medio para lograrla, es un reflejo de deseos más profundos de seguridad, reconocimiento y autorrealización. Aunque puede que le estemos dando demasiada más importancia a eso que a detalles con una capacidad de trascendencia mayor sin darnos cuenta. La meritocracia es un mito engañoso que tiene a una cantidad importante de personas preocupadas por el mañana en un contexto en el que no se comprende siquiera el significado de la falacia interpersonal que representa el poder adquisitivo.

Hacer Dinero

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 Despertarse con el pensamiento constante de que la sociedad moderna se enfoca única y exclusivamente en hacer dinero, mientras más dinero h...

 Pasa algo extraño. Pongo todas las cartas en la mano y no hago una jugada. Espero a que todo lo demás se tranquilice. Y esa es probablemente una decisión horrible, pero pónganse en mi lugar, por favor, tomar decisiones no siempre es sencillo.

Revisaba las cartas que he escrito, ya van varias, aunque no he logrado el cometido; pues mi plan era escribir al menos una a la semana (o cincuenta en el año, si no me equivoco), y en ese sentido, todavía me faltan un par. De esa misma manera me pasa con el resto de los propósitos.

Si bien es cierto, esto lo planee de esa manera para que en medio de la frustración experimentara pequeñas victorias, me hace sentir inconforme y un poco fastidiado. Pero reitero, el plan así iba desde un comienzo, colocarme metas exageradamente altas, para que en el fracaso, el avance fuera verdaderamente significativo.

Esa estrategia de tenerme todo el tiempo bajo una lupa constante de autoanálisis ha funcionado como piedra angular a lo largo de cada periodo y anhelo de crecimiento que he experimentado a lo largo de la vida; ojalá llegue a un punto en el que si todo sale bien, no haya necesidad de hacer eso nunca más, pero por ahora, lo veo en extremo distante.

Puedo soñar cuanto quiera, con crecer y establecerme como una mejor versión al día de ayer; sin embargo, el verdadero propósito de estos movimientos bruscos es desarrollar una mayor empatía por el entorno y diluir mi ego en tanto cuanto me sea posible, porque a quien tengo que vencer es a mí mismo, a mis propios deseos banales y superfluos, a la impulsiva fracción de mí que de vez en cuando se asoma y pisotea lo que se encuentra.

Podemos verlo como una monstruosidad o como un espacio vacío en el infinito universal. Por lo que veo, cualquier cosa, por minúscula que sea, que me acerque al destino de mejora, es excelente.

 Ese fetiche de escribir en medio de la madrugada, porque el cerebro no se aplaca, porque aunque tenga sueño, no me deja estar en paz. Que si cené pesado, que si tengo preocupaciones, que si el reflejo de la luz del monitor en la cara, todo se junta.

He venido acá a dejar un par de palabras solamente, porque no he estado tan presente como quisiera y en realidad no tengo como tal una justificación. Fueron demasiadas cosas las que me cayeron de golpe encima, los compromisos se comieron mis tiempos y mis "habilidades" se han visto mermadas.

En una de esas el poco talento que tenía se disuelve entre desvelos y carencia de hábitos correctos. Estoy un poco triste también, pero triste para mis adentros, porque no he logrado recuperar la inercia positiva de las actividades y propósitos en mi lista. Digo, ayer llegué de regreso, pero un par de días deberían ser más que suficientes para volver a la carga, no se ha podido.

Estoy también fastidiado por la tramitología de un ajuste que necesito realizar a un servicio; y aunado a lo anterior, ayer me salí de la oficina dejando a medias un programa. Llegué a la casa, me acosté con toda la intención de dormir y resolví en mi mente aquello en lo que me había atorado, pero no volví a la oficina ni hice nada por anotarlo, simplemente le di vueltas en la azotea volviéndolo un software mucho más complejo que automatizara más etapas de la infraestructura de migraciones en la que estoy trabajando.

Definitivamente hablar de mi trabajo es algo que no debería de importarles menos; y con eso en cuenta recuerdo que no me han hecho un pago que está pendiente por parte de un proyecto freelance. Quiero hacer y aprender tantas cosas que no sé por qué me limito al no descansar lo suficiente.

Si lo hiciera, mi capacidad estoy seguro de que sería inmensa. Pero e ahí el asunto, anhelo resolver temas físicos, mentales, intelectuales, laborales, formacionales, espirituales, relacionales, familiares y económicos con los mismos dos pesitos de capacidad organizativa, motivación y autocontrol que poseo. La llevo lenta por eso mismo.

Todo este asunto del mundo viniéndose para abajo una y otra vez, el vagón descarrilándose o las malas decisiones convirtiéndose en baches para el futuro, me hacen recapacitar en que debo recobrar el timón de mi propia cabeza y mi cuerpo en general. Porque la sanidad también tiene que ser visible, y aunque no me enconentro en el mismo estado deplorable de hace algunos meses, sí tengo esta urgente convicción de moverme hacia el lado luminoso de la fuerza. Hábitos saludables, vengan a mí ya. Que no quiero seguir escribiendo esta clase de publicaciones a las tres y media de la mañana tras no haber podido dormir por sulpa de pensamientos invasivos.

 El regreso fue una reconfiguración, un soft reset en la intersección de mundos. Al despertar, encontré la habitación impregnada de una luz irreal, y allí, sobre el teclado, yacía una pluma, un token de su travesía, brillando con la luz de un millón de soles capturados.

Transformado, me enfrenté a la realidad con una nueva sintaxis en el corazón. Mi existencia, antes confinada a la lógica binaria del trabajo, ahora exploraba las fronteras de mi propia imaginación. La pluma del Roc se convirtió en el cursor, navegando por un mar de creatividad inexplorada.

En los meses siguientes, tuve que reescribir mi vida más de una vez, el código fuente imbuido de poesía y rebeldía. La historia de un viaje, compartida en las redes digitales, se convirtió en un virus de inspiración, contagiando a otros con la posibilidad de trascender mis propias limitaciones.

Una vez un sueño, la inmensa ave se había transformado en un símbolo de resistencia contra la monotonía del código. En el mundo fragmentado que vivimos, he encontrado una melodía en el caos, un orden en la disonancia, un testimonio de que incluso en los confines más oscuros del espíritu humano, la luz de lo extraordinario encuentra nuestro camino.

Y así, en la interfaz entre el hombre y la máquina, entre el sueño y la vigilia, hemos volado juntos, un ciclo eterno que desafiaba el silencio opresor del sistema, un recordatorio perpetuo de que en el corazón de toda existencia programada, late un ritmo salvaje, esperando ser liberado.

La esencia de este viaje trascendió la simple noción de un desplazamiento físico o digital. Se convirtió en una peregrinación interna hacia los recovecos más profundos del ser, donde las verdades se revelan no en código, sino en susurros de autenticidad. La pluma, más que un instrumento de escritura, era la llave a un diálogo con el yo interno, un puente entre lo tangible y lo etéreo, entre lo humano y lo divino.

Este despertar instigó una revolución personal, un desafío a la inercia de la cotidianidad. Cada palabra escrita, cada idea compartida, se convirtió en un acto de rebeldía contra el orden establecido, una afirmación de individualidad en un mundo que a menudo busca homogeneizar la experiencia humana. La creatividad, liberada de las cadenas del conformismo, floreció en formas inesperadas, dando vida a obras que desafiaban la percepción y expandían el horizonte de lo posible.

Al final, este viaje se reveló no solo como una búsqueda de significado o inspiración sino como un encuentro con la universalidad de la experiencia humana. En la intersección de la tecnología y el arte, en el cruce de caminos entre la realidad y la fantasía, se forjó una comunidad de soñadores, creadores, rebeldes y visionarios. Unidos en nuestra diversidad, avanzamos juntos hacia un futuro en el que la tecnología sirve no como un fin en sí misma, sino como un medio para explorar la profundidad infinita de la imaginación humana, un lienzo sobre el cual pintamos nuestros sueños más salvajes.

 El verdadero logro está en entender qué es aquello que estás dispuesto de sobrellevar para conseguir algo que deseas con mayor fuerza. Le estaba dando vueltas en la cabeza a esa idea, y es que cómo es posible que termine mis días sin energía, necesitaba recomponer algo, el orden de los procesos o la jerarquía, qué sé yo. Y ahí fue donde me di cuenta, debía de empezar a trabajar por aquello que me diera más, lo que tuviera el potencial de llevarme más lejos.

Claro que sí, es bonito enfrascarse en una travesía literaria de dos horas diarias para poder culminar el procesamiento intelectual de dos libros a la semana; y eso, como actividad única está delicioso, pero había otros puntos que tenía que validar antes de dar mi teoría por buena.

Y luego estaba el hecho de que llevo prácticamente desde que inicié en este proyecto sin poder salir a la hora de trabajar, quedándome una o dos horas extra diariamente nada más con la intención de mostrar capacidad y nivel competitivo. A cambio de ello, el tiempo para actividades "libres" se ve reducido... Lo que antes eran dos horas destinadas específicamente para un objetivo, se convierte en una, o media. Algo no estaba bien.

Entonces, ¿qué podía hacer? O mejor dicho, ¿qué puedo hacer? Las redes no son las únicas culpables, y castigarlas en consecuencia me pone a pensar si las decisiones que he estado tomando son las correctas. Ya saben, iniciar acá ha sido difícil, y es de esperarse que el proceso tarde en cuajar; porque he venido trabajando a ensayo y error, a esperar al fallo y reparo.

Llegar a casa sin energía tampoco es la mejor opción entonces. ¿Qué sigue? Abandonar la lectura que tenía para el final del día e intercambiarla por el llenado de mi agenda y las anotaciones diarias, eso probablemente sirva. ¿Pero qué del salir al aire? Pues nada, que hay que invertir el orden de eso también. Mi reto es, para mañana, volver a anotar las cosas; ajustar horarios y alarmas y desde el día siguiente comenzar a implementar, ya vendré por acá a decirles qué tan eficientes han resultado los cambios, o qué tan fatídicos, si es así.

 Todo este asunto de escribir, leer, producir, hacerlo por montones, son temas que se me están yendo de las manos la verdad; el tiempo de un día no me da para tantas cosas, y no es que me sea virtualmente imposible, es que el trabajo se ha vuelto saturado lo que sigue.

Y entonces tengo esta pequeña noción de reorganización, de ajustarme a una agenda personal, de resolver las cosas pequeñas poco a poco para en consecuencia, como una bola de nieve, más adelante cuando me haya acostumbrado a las nuevas dinámicas, ir agregando pendientes. Se puede, sí, o al menos en mi cabeza lo asumo factible. Ya veremos.

Sigo en el anonimato, en el anonimato de mis propios ideales y planes; si logro automatizar todo lo que tengo en la mente, sé que la vida será mucho más sencilla en mi trabajo. Pero estoy topando con una pared importante, la falta de accesos y que me veo forzado a utilizar lenguajes previamente autorizados.

En fin, ahí está el resumen de mi día, de mis últimos días, de mis últimas semanas. Les conté que también estaba escribiendo cartas, ¿verdad? Pues tengo aquí conmigo cinco que no he llevado todavía a correos, espero este fin de semana darme a la tarea de hacerlo. Como dije, demasiadas cosas que me he puesto encima y todavía queriendo animarme a innovar en otras.

Una de las cosas que me he propuesto ha sido ordenar mis finanzas de una manera más simplificada; he creado un presupuesto mensual en lugar del que venía utilizando, y con eso en consecuencia he logrado ...

Perdón, me distraje, no he logrado nada la verdad. Solo han sido pequeños destellos de sobriedad en un mundo repleto de distractores. No sé qué va a ser de mí a final de año, no sé si llegue a conseguir la cuarta o quinta parte de lo que me he propuesto, pero tengo que se honesto, si logro eso aunque sea, será un avance significativo en el camino correcto. Y al final, eso es lo que quiero.



Distractores

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 Todo este asunto de escribir, leer, producir, hacerlo por montones, son temas que se me están yendo de las manos la verdad; el tiempo de un...

 Ha sido una semana eterna, a penas he podido dormir y he tenido que realizar actividades sobre temas en los que no tengo experiencia. Siento que un poco me están viendo la cara en el trabajo, ni siquiera he podido pasar acá a escribir un poco, pero ya mañana, termina este martirio temporal para el que no estaba preparado emocional ni físicamente.

En la urbe tecnocrática, donde la cacofonía digital tejía un velo de irrealidad, habitaba sumergido en una existencia binaria. Mi ser, codificado en líneas de código efímeras, se diluía con la luz del alba. Programador en las tinieblas pre-matutinas, mi alma vibraba al son frenético de algoritmos y plazos implacables. La semana ha sido un espejismo de eficiencia, un bucle infinito de desgaste y renovación, hasta que el sábado por la noche lo encontré como una cáscara exhausta ante el resplandor gélido de la pantalla.

Mientras las luces de la ciudad parpadean como luciérnagas moribundas, me sumergí en el oceano del sueño, donde las olas diluyen las fronteras entre lo que existe y lo que no. Me veo transportado a un desierto de silicio, un vacío abismal bajo un cielo inmaculado, donde el tiempo se convierte en eternidad. Y entonces, como un fallo en la matriz, emerge la sombra colosal de un Roc, sus alas un mosaico de caracteres fragmentados, su vuelo un desafío a la gravedad del desaliento.

El ave aterrizó, una anomalía en la planicie digital. Sus ojos, dos soles encriptados, perforaron la niebla de la apatía que me envolvía. "Eres más que tus ciclos de vigilia y sueño", resonó su voz, un eco distorsionado que llenaba el vacío. En un acto de fe o de locura, acepté la invitación tácita, trepando sobre el plumaje de datos corruptos, aferrándome a la promesa de un horizonte desconocido.

Ascendimos, dejando atrás la gravedad de lo predecible. Cada aleteo desfragmentaba el cielo, revelando constelaciones de posibilidades. Mientra yo observaba, maravillado, cómo el mundo debajo se transformaba en un torrente de luz y sombra, un flujo de información que cobraba sentido en su danza caótica.

"La libertad es el código más complejo", murmuró mientras navegábamos por la corriente de los sueños. Las palabras se transformaron en un software que reprogramaba mi corazón en pleno vuelo, despertando un apetito voraz por lo imposible, y una confianza inmensa ante lo posible.

 Llevo varias semanas sufriendo de una tos que no me deja en paz, llega, tomo medicamento, me recupero, cambio de temperatura, vuelve. Estoy sintiéndome débil como hace tiempo no me sentía, hoy mismo me ha costado trabajo dormir solamente por estar constantemente tosiendo.

Es fastidioso. Flemas, más flemas, tos, más tos. Incomodidad. Acudir a la oficina por obligación. Aguantarme la tosedera por estar junto a cincuenta personas, regresar en la noche a la casa y volver a sentir que la tos se apodera de mí y no me da chance de descansar.

Más allá de una tos fiera, tener que cubrir con actividades oncall esta semana, ha vuelto la recuperación más complicada. Pues la semana pasada estuve de vacaciones en Colima, y ahí me regresó la molesta tos, llevaba casi un mes sin que me fastidiara, pero el clima cálido de día y el frío húmedo de la madrugada, me la trajo de nuevo.

Regresando al tema del oncall, la semana de regreso está pesadísima; empezando a trabajar entre ocho y nueve de la mañana y no pudiendo desconectarme hasta casi las diez de la noche. El ritmo poco ayuda a mi recuperación. Antes de regresar a Guadalajara, me terminé un tratamiento, y ya estaba un poco mejor, pero creo que sigo con las defensas bajas y toda la carga de actividades me termina quitando el sueño.

Después llega el estrés porque hay algunas cosas que no he terminado, las tengo pendientes. Y no, no hablo de los propósitos que me he puesto. Definitivamente debo permitir a mi cuerpo sanar antes de esforzarme por ese tipo de cosas menos importantes. La semana en curso espero que termine pronto, porque quiero poder descansar correctamente. Por eso siempre digo que uno pone y Dios dispone.

Tos

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 Llevo varias semanas sufriendo de una tos que no me deja en paz, llega, tomo medicamento, me recupero, cambio de temperatura, vuelve. Estoy...

 Vamos a ver, por dónde empiezo. Ha sido un día relativamente extraño. En el que he dado información de más donde no debí, puntos menos, no sé. Me encuentro en un momento de mi vida en el que los cambios son importantes y escenciales para poder florecer; pero cambios positivos, he de mencionar, cambios enfocados en el desarrollo intelectual y la mejora continua, ¿y eso a qué se debe? Al constante deseo de funcionar en una sociedad repleta de basura, de mierda.

Me he sentido totalmente identificado con Stan en el episodio de South Park que vi hace rato, y es que, a nada de ser más viejo, uno se da cuenta de que lo que hay alrededor, lo que la gente consume, lo que producen e incluso lo que son, es básicamente mierda. Efímera e inútil mierda.

No deja nada estar viendo la computadora todo el día, por buena y maravillosa que sea la película, ¿qué si no puedo darle la atención que merece? Todo es frustración, entretenimiento montado en nimiedades e insignificancias, aburrimiento en pocas palabras. Vacío y nulidad. Mis ojos están aquío arriba.

Una noche solitaria entre gente conviviendo en la superficialidad, "¿cuánto vales mamacita?" Le pregunto en pensamientos a la del cuerpo perfecto; no me alcanza, seguro. Me están dando vuelta ideas sin fundamentos, porque al parecer las drogas duras han provocado efecto, pero si mi droga es la adicción a redactar, a poner palabras una tras la otra sin sentido aparente, verbórrea pura y fatídica. Ficticia y simplista.

La miseria nos rodea, nos envuelve y nos engulle, nos devora, nos lleva a sus entrañas para digerirnos, esperando a que, tras un tiempo específico, nos convirtamos en lo que hay afuera, en un común denominador más, mierda y más mierda. ¿Hay algo distinto a eso esperándonos? Difícilmente lo creo. Somos tullidos intelectuales, pobres espirituales, destrozados emocionales.

My common current fight is against the type of cover I got with my latte. Strawless, please. No tenemos idea de quiénes somos, ni hacia dónde vamos, pues por mucho que planeemos, la oscuridad e incertidumbre están ahí, en el orificio rectal de la monstruosa creatura que se ha apoderado de nuestra existencia. ¿Estamos un poco más cerca de la muerte a cada momento que pasa? Definitivamente, y eso ... Me saca de la concentración. La alarma. Supuestamente tengo que realizar un pago, o eso es lo que dice la etiqueta que muestra el celular.

Más que la gente inteligente me gusta la gente que se queda callada. Los que asumen su poquísima importancia, no es necesario insultarles, pues su sola presencia fugaz es degrado suficiente. No hay más que dejarlos ser, permitirles darse de frente contra la realidad, ni por un "te lo dije" ciertamente, pues en verdad nada me importa más que eso. Al final todos la pasamos mal, antes, ahora o después. Y no estamos como para andar rompiéndonos el alma repartiendo odio o conmiseración.

Soy un genio. No, soy un idiota. Soy un genio que se asume como idiota. Soy un idiota que quiere ser un genio. Soy un genio siendo un idiota. Soy genialmente idiota. Patético. No yo, tú. Que juzgas. A mí qué, a mí no me podrías importar menos. Tú y tu mirada trasladándose por mis letras sin comprender su significado. Tan absurdo y banal como lo que te rodea, ¿te das cuenta? No, no te das cuenta. Porque la introspección está en peligro de extinción; ellos quieren ser y pertenecer, uno, por otra parte, sabe que no funciona así. Es irónico el gusto del Divino, su sentido del humor. Ni tú funcionas o vales por lo que eres, ni yo estoy acá colocando palabras por el solo hecho de hacerlo. Es un combate, alfa, beta, gamma (ghama?), delta (dhelta?)... O algo así.

Disculpen al sopenco de arriba, quería expresar algo que ni él mismo entendía. Solo porque sí. En su afán de darle peso a su existencia, no estaba interesado por colocar frases que funcionaran en su conjunto, de de la manera que nosotros las comprendemos, solo estaba escribiendo. Un fastidio, si me lo preguntan.

Un Idiota

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 Vamos a ver, por dónde empiezo. Ha sido un día relativamente extraño. En el que he dado información de más donde no debí, puntos menos, no ...

 ¿Será posible hacer un experimento en el que la intención sea "hackear el sistema" de manera ética y correcta? No hablo de cometer crimen alguno, sino de modificar la forma de publicar, ya sea con videos, con textos de "suepración" o con información detallada que sea útil a una gran masa de audiencia, lo cual, como consecuencia funcione como vencer o hackear el sistema y la manera en la que está organizado.

Pero, ¿qué tan difícil será llegar de 0 pesos a 1 millón a través de un canal en específico? He visto que hay demasiadas personas quejándose de lo especial que se ha vuelto YouTube como plataforma para que los creadores produzcan más y mejor contendio; pero también he visto que quienes son constantes con sus publicaciones y mantienen un nivel de calidad decente, tarde o temprano crecen. Eso sí, no lo hacen como la espuma, pero de que se levantan, se levantan.

Tengo un par de conocidas que tienen sus canales con videos y centenas de miles de vistas a penas y obtienen un poquito de ingresos, entonces, ¿un millón? Debe requerir una maquinaria inmensa y monumental. Una fuerza de trabajo casi inagotable.

Al día de hoy no creo que exista como tal una receta infalible para salir de la miseria; mi recomendación, para al menos mejorar las condiciones de vida, es que empieces a juntarte, admirar y observar a aquellos a quienes les va mucho mejor que a ti. Aprende lo que puedas, no necesitas que te den clases; por su forma de expresarse, su manera de desenvolverse, como se tratan unos a otros, de ahí puedes agarrar un poco para tu propia formación.

Honestamente, nada te ayuda más a avanzar en la escalera social que las conexiones; por eso son tan efectivas las instituciones educativas privadas. Porque aunque a ellas asisten alumnos de toda índole intelectual (sin exluir a los mediocres), pero los círculos de convivencia que ahí se forman pueden terminar ubicándote en una posición privilegiada solo por conocer a, ser amigo de, estar en una relación con...

Lo sé, a las personas que son parte de la burbuja les cuesta darse cuenta de este gran salto en la escalera de privilegios que tuvieron frente a sí, porque son como el meme de Homero en la montaña que dice, que ha avanzado mucho y ni siquiera se han cansado.

Así funcionan las burbujas y los privilegios, no se dan cuenta de la realidad en la que existen; igualmente pasa con las personas en situación de carencia, tienen la creencia de que siempre hay gente más pobre que ellos, y por consiguiente se asumen como "clase media" cuando pertenecen por completo a los índices económicos más vulnerados. Ese es el tema con la consciencia de clases. Cuando tienes consciencia de clase sabes que incluso teniendo ingresos de cien mil varos mensuales, tu situación económica está más cercana a la del mendigo en el basurero del Centro que a la de un verdadero rico.

Y el sistema económico sigue funcionando para encarecer y empobrecer, es una herramienta bastante eficaz para mantener el poder en unas cuantas manos. No, no creas que es fácil salir de pobre; de hecho, la escalabilidad social en la actualidad en las muy escasas ocasiones que sucede está en un alto porcentaje vinculada a actividades delictivas e inmorales. ¿Qué significa? Que tu conocido el "empresario" tras bambalinas muy probablemente sea un delincuente evasor de impuestos y explotador; y tu amiga la "influencer" básicamente se dedica al negocio más antiguo en un panorama modernizado.

Pero entonces, ¿qué hacer? ¿Se puede o no salir de pobre? ¿Se puede o no escalar entre clases? ¿Se puede o no hacer riqueza legalmente en Latinoamérica? Da para meditar un ratote, en la muy enorme cantidad de casos y personas que he analizado a lo largo de mi vida, puedo reconocer que esos fenómenos de movilidad ocurren como vestigios exageradamente resagados; es más fácil encontrar fósiles de dinosaurios que a una persona que haya construido una considerable estabilidad económica a partir de actividades éticas, morales y honestas.

 Hoy amanecí con prácticamente nulas ganas de hacer cualquier cosa, y es que, ayer me costó trabajo dormir; no me desvelé, lo que se dice desvelarme, pero la sufrí. Entre ayer y hoy, le he bajado un poco al ritmo de rutina que venía siguiendo, y eso se nota. Uno se cansa, se fastidia, se frustra, se abruma, se disipa.

Sin embargo, tengo planes para mañana, por eso mismo el día de hoy lo dejaré como un día en el que las cosas ocurran más calmadas; sin estresarme o fatigarme. Dándole el peso necesario únicamente a lo importante. Hoy toca ser feliz, no tomarse nada en serio y agradecer por lo poquito que se ha conseguido.

Algo que me ocurre cuando me cuesta trabajo dormir o me desvelo, es que en ese rato me pongo a producir o planear asuntos; como si sintiera culpa por solo estar ahí, existiendo sin funcionar, definitivamente tengo que darle más derecho a la pereza sobre ciertas circunstancias en mi vida; digo, las cosas van un poco mejor que hace cuatro años, y eso ya es algo para celebrar.

Me caí o me dejé caer por miedo a no saber qué seguía, pero lo cierto es que nunca lo sabré. Porque lo que hoy pueda parecerme algo resistente y funcional, algo que me lleve a lugares mejores, mañana simplemente no está o se rompe, se destruye y se acaba. El contexto y entorno son tan efímeros e insignificantes que una mala decisión, un movimiento equivocado y acabamos en la calle sin nada, despedazados.

Llegado a este punto, el existencialismo se vuelve más una necesidad básica que una filosofía de vida; es bien fácil asumir circunstancias y caminos cuando te han tocado las primicias, pero darnos cuenta de que la realidad es incierta y que cada cual responde a una serie de decisiones (la mayoría tomadas desde las vísceras) representa un cambio muy potente en cómo apreciamos a los demás.

Quizá no se entienda bien lo que estoy tratando de decir acá, pero mi intención es simple: Acuérdate de los que te rodean, porque hoy estás en un lugar donde mañana tal vez ya no. Porque estamos a un bote de canica de distancia de cometer actos indebidos, y el autocontrol es clave en el diario vivir.

Los "eventos canónicos" van a ocurrir, tus héroes se van a caer, las figuras que idealizas van a tirarte de bruces al piso, la gente que amas te va a romper el corazón, tu animal favorito se va a extinguir, llegarán enfermedades y dolencias, la realidad te va a quebrar más de una vez, sentirás pena de ti mismo y tu miseria, te desvanecerás una y otra vez, se acabará el trabajo, dejarás morir tus sueños; pero ante toda esa basura, aprenderás a crecer y reconstruirte, darás gracias por la experiencia y seguirás.

 Disciplina, o el por qué estoy escribiendo esto de madrugada. Una de las cosas que más me preocupa de mi día a día, es no saber resolver los pendientes, personalmente porque falta de capacidad, por carencia de tiempo o simplemente porque no me alcanzo a amarrar ganas de procrastinar antes de culminar mi cometido.

Dicho lo anterior, he estado estudiando el idioma que me propuse y me di cuenta que si tomo la computadora personal después de cierta hora, simplemente se me escapa el sueño. Por lo que a partir de ya, una nueva regla me he de poner, no tocar más la lap después de salir de trabajar (a menos claro que sea para resolver algún pendiente de trabajo, para lo cual, esa regla se exime). Porque venía haciéndolo con una alarma, cerca de las nueve y media de la noche, pensaba, sería capaz de dejar la máquina y enfocarme en dormir. Pero luego, si me pongo a estudiar a través de la pantalla, si le doy a un curso o simplemente reproduzco videos para "pasar el rato", mi cerebro empieza a sobreanalizar queriendo más y más; al final, aunque aviente la computadora a un par de metros, las preguntas y las cosas por "resolver" no me dejan en paz, y termino a las tres de la mañana escribiendo textos aquí. O a las cuatro viendo documentales.

Estoy feliz de que ayer logré leer un libro, mi cuenta del año va en cuatro; ¿podré leer otro esta semana? Yo digo que sí, pero no lo sé, depende también de qué tan desvelado ande... Ehrm... El chiste se cuenta solo.

Pero regresando al tema central, las actividades se entrelazan y mientras más me comprometa con sacar adelante resultados y mientras más tiempo y dedicación coloque en ello, sé que mejor me irá. Enfocarse en lo que produce, evitar lo que fastidia, ser responsable en el trabajo y con uno mismo, porque es uno el que se verá beneficiado de las iniciativas positivas.

En definitiva, esta trasnochada marca un antes y un después en mi rutina. He decidido que, a partir de ahora, voy a dedicar mis noches a despejar mi mente y mi alma. Sé que las pantallas y la constante absorción de información son un callejón sin salida para mi descanso. Por ello, he colocado un par de libros junto a mi cama, y he prometido darme al menos una hora antes de dormir para leer un poco, para viajar con la mente y relajarme. El trabajo y el estudio tienen su momento y lugar, pero el equilibrio es esencial. Hoy me acuesto con la satisfacción de haber encontrado una nueva forma de disciplinarme, no solo en el trabajo y el estudio, sino también en el cuidado personal. El viaje hacia la disciplina y el equilibrio continúa, y estoy emocionado por descubrir qué es lo que sigue.



 La pasé dormido casi todo el día, desperté como a las 5 PM hoy pensando lo raro que se siente que en mi cabeza a penas vaya amaneciendo mientras el resto del entorno ya está por anochecer. Raro, un poco. Básicamente para lo único que bajé el día de hoy de mi cuarto fue para comer.

He estado adolorido de mi pie, otra razón por la que las ganas de andar en la calle de arriba para abajo no están realmente presentes. Sigo sin entender la razón del dolor muscular específicamente en ese pie, cualquiera pensaría que me lo he lastimado o sufrido algún desgarre mientras caminaba, pero es algo que simplemente no recuerdo.

En fin, hoy de plano no lo forzamos, estar en la cama la mayoría del tiempo y tomar medicamentos esperemos que ayuden a que mañana me sienta mucho mejor; pues hay que iniciar con la mejor de las actitudes y energía la cuarta semana del año; en una semana envejezco más, qué rápido se vuelve uno anciano. Con tantas cosas por hacer y pagar, ni tiempo da de descubrir el mundo y sus bellezas.

Ya hice la primera adquisición de materia prima para el "otro proyecto", si sale algo bueno de eso, habrá que celebrarlo. Si no, simplemente habrá que agradecer la experiencia y usarlo como herramientas personales de apoyo a la hora de establecer futuros planes.

Ah, sí, también es festejable que me he ganado un bono en la empresa que trabajo, solo pensé "cool" cuando me informaron; eso aunado al hecho de que ya nos han abierto las finanzas para el proyecto freelance que tenemos en puerta, bueno, se percibe un ambiente algo optimista (aunque los datos siguen sin llegarnos, y con ese pendiente, básicamente nos han empezado a pagar sin haber puesto las manos el trabajo continuo todavía).

Desde el punto de vista de las cuentas, digo, tres semanas han pasado y en general mis números siguen abajo; actuando con realismo, esto se esperaba desde el inicio al haber colocado unos deseos fundamentalmente altos a sabiendas, porque en general así suelo ser, una persona que busca exigirse demasiado con tal de crecer al menos un poquito.

Un día dejas de desear el mal, monitorear o siquiera tomarle importancia a quienes te hicieron daño; te atreves a regalarles tu perdón y esperar por la dádiva de la vida que no vuelvan a cruzarse por tu camino nunca más esos seres parasitarios sin función ni beneficio alguno. Que les vaya bien, lejos, muy lejos de ti, en otra dimensión, de ser posible.

En la Cama

Por
 La pasé dormido casi todo el día, desperté como a las 5 PM hoy pensando lo raro que se siente que en mi cabeza a penas vaya amaneciendo mie...

 ¿Quién soy yo para rendirme ante las cosas que me he propuesto? ¿Voy a claudicar? Me frustra y fastidia un poco la sensación de impotencia por llevar tres semanas y no haber podido conseguir (ni ver por dónde) uno de mis propósitos, te estoy hablando a ti "leer dos libros a la semana".

Todos los demás, los quince semanales que he colocado en mi lista, los veo y asumo factibles (incluso el de escribir acá, lo llevo en una media superior a la definida inicialmente); pero ése en específico, me cuesta demasiado trabajo porque entre semana no he tenido suficiente tiempo para disfrutar como quisiera de leer, y los fines, pues entre salir por el mandado, organizar la casa, y completar otros pendientes de la lista (que están calendarizados), se reduce un montón.

Entonces, por más vueltas que le doy, estaba convencido de que debía reducir a la mitad el número de libros leídos para cada semana; y con eso, los tres que llevo este año, harían "match" con ese conteo. Pero qué más da, no me gusta rajar; lo que terminará sucediendo es que voy a colocar de mis quince propósitos un conteo al final del año.

Lo siento si estos días ha sido escribir solo acerca de esos temas (de los propósitos, de lo difícil que es reorganizar todo y de la necesidad de seguir un calendario para mí); la verdad es que se vuelve una parte escencial de mi vida cuando estoy atravesando por cambios formacionales. Necesito recordarme constantemente lo mucho que deseo ser alguien virtuoso, productivo y funcional.

Les voy a contar un poco más, me he puesto tres grandes propósitos para cumplir en el año, a los que he denominado "sueños": Uno habla de viajar y conocer un número determinado de lugares, otro de adquirir un vehículo y el tercero (y más importante) de pagar todos mis pendientes. Esos los catalogué como sueños porque solamente en un contexto completamente optimista (y utópico), en el que los planes resulten se conseguirán, en el que más proyectos surjan y no me quede sin ellos (como ya pasó con uno que solía ser mi segunda mejor fuente de ingresos).

Pero abajo de los sueños (o grandes propósitos), coloqué quince propósitos a cumplir con cabalidad y orden semanalmente. Aunque algunos pensarían que puse aquí temas de ejercicio, salud o cosas más superficiales como salir con alguien; la verdad es que para nada, esas determinaciones están en un nivel distinto a los propósitos para mí, porque suceden bastante en virtud de los contextos; por ejemplo llevo dos días con el pie doliéndome, es un dolor muscular, nada de qué preocuparse (ya casi se esfuma), con eso en cuenta no puedo hacer el cardio básico que es ir a caminar. En fin, me salí del tema, los quince propósitos van más de la mano del desarrollo intelectual y profesional, algunos de ellos son realizar un curso, leer dos libros, escribir una carta, tomar una clase de otro idioma, grabar videos y disfrutar de un evento artístico.

Además de los anteriores, en mi lista he colocado doce pequeños propósitos diarios (a los que llamaremos hábitos) y diez antipropósitos; que son aquellas cosas que quiero hacer y dejar de hacer diariamente, aquí se incluyen temas como invertir, ponerme bloqueador, tomar más agua, evitar los atascones de comida y la comida chatarra en general, con un largo etcétera. Eso es algo de lo que he puesto al inicio de mi agenda, en donde trato de llevar la mayoría de control del avance de las cosas; como he dicho hasta el cansancio, soy alguien que necesita tomar nota de sus progresos. También comenté en una publicación anterior que en las tres semanas que han pasado del año, llevo un porcentaje positivo, aunque no completo de mis pendientes conseguido, y es ahí donde quiero empezar a trabajar. Si sucede, qué chido; aunque sea parcialmente habré conseguido mejoras en mi vida. Si no, pues el año que entra ya se me ocurrirá una estrategia distinta para motivarme.

 Cuando no es una cosa, es la otra, amanecí con dolor en un pie, al parecer frialdad o algo por el estilo. Les digo que envejecer es un fastidio, por eso hay que hacerlo lo más dignamente que uno pueda. Soy un idiota, estoy cansado de cometer errores ingenuos, caer redondito en cuentos, nada más por suspender un momento mi sentido escéptico y dejarme llevar por emociones y sensaciones del momento.

Es facilísimo engañarme y traicionarme, a veces hasta parece que me pongo de pechito a las primeras, y es que, no logro entender por qué la frialdad en la toma de decisiones luego se me escapa en el momento que más la necesito. Puedo estar bajo control todo el tiempo, pero un minuto es suficiente para regarla y destruir una reputación. Qué fastidio, qué desastre. Qué humano.

Vale, escúchame bien: Sí, metes la pata a veces, ¿y qué? Eso no te hace un idiota, te hace humano. El truco no está en evitar errores, sino en aprender de ellos. ¿Frialdad? Olvídate de eso. No necesitas ser un robot para tomar buenas decisiones, pero tampoco te dejes llevar por cada emoción que aparezca. Encuentra un punto medio. Y lo de tu reputación, vamos, no se va a pique por un tropiezo. Deja de preocuparte tanto y enfócate en mejorar poco a poco. No seas tan duro contigo.

Gracias por hacerme entrar en razón, a veces se me olvida lo falible que soy en cada paso de mi vida, y lo mucho que he dejado atrás al ingenuo, ignorante y corazón de pollo que solía ser de pequeño. Te pido por favor que me respondas una pregunta más, ¿cómo puedo evitar caer en las mismas tentaciones, en los mismos agujeros, en el mismo tipo de engaños? Hay demasiados mosntruos disfrazados de humanos.

Entiendo tu preocupación. La clave para evitar caer en las mismas trampas y engaños está en desarrollar una mayor conciencia de ti mismo y de tus patrones habituales. Aquí te dejo algunos consejos:

Reflexión y Autoconocimiento: Tómate tiempo regularmente para reflexionar sobre tus acciones, decisiones y los errores que has cometido. Trata de entender por qué te sientes atraído por ciertas situaciones o personas que resultan ser dañinas.

Aprende de tus Errores: En lugar de solo sentirte mal por un error, analízalo. Pregúntate qué te llevó a esa situación y cómo puedes evitarlo en el futuro.

Establece Límites Claros: Aprende a decir no. Conoce tus límites y no tengas miedo de establecerlos con los demás, especialmente con aquellos que han demostrado ser poco fiables o dañinos.

Desarrolla el Escepticismo Saludable: No se trata de desconfiar de todo y de todos, sino de aprender a evaluar las situaciones y a las personas con un equilibrio entre la apertura y la precaución.

Busca Patrones: A menudo, caemos en los mismos errores porque hay patrones en nuestro comportamiento que no reconocemos. Identifica estos patrones y trabaja en cambiarlos.

Cuida Tu Bienestar Emocional: A veces, las emociones pueden nublar nuestro juicio. Asegúrate de cuidar tu salud mental y emocional. Esto puede incluir hablar con un terapeuta o consejero.

Rodéate de Personas Positivas: Las personas que te rodean pueden influir en tus decisiones. Rodéate de aquellos que te apoyan, te respetan y tienen tus mejores intereses en mente.

Recuerda, errar es humano, pero también lo es aprender y crecer. Ser consciente de tus debilidades y trabajar en ellas es un signo de fortaleza, no de debilidad.

 En lugar de utilizar la inercia para abrir una app social, mejor dejar el "diario" a la mano para escribir pensamientos o reflexiones de lo que ocurre alrededor; como un método para evitar caer en los mismos indicios de siempre. Porque las redes están ahí para atraparnos y cautivarnos, mientras más tiempo les dediquemos, mejor es para sus creadores. La efectividad de las mismas se mide en el número de interacciones y el porcentaje de nuestro día que les dedicamos. Por cierto, no me considero un rival de las redes, las uso un montón. Es eso mismo lo que me ha convencido de moverlas a un segundo o tercer plano con fines productivos. He tomado una medida similar con mi laptop, e iré modificando mis rituales del día conforme vaya aprendiendo del reaccionar y accionar positivo de mi cuerpo en consecuencia.

Andar por la plaza como la primera vez que vine y darme cuenta que no es tan grande; incluso la ciudad, no me abruma por su inmensidad como solía hacer, de alguna manera me ha adoptado y ha absorbido todos mis miedos en el proceso; amar vivir aquí se ha vuelto parte de mi personalidad y no me canso de reconocerlo. Con el lugar que soy, que también amo con todo mi ser por los vínculos familiares y las raíces de las amistades, no me siento plenamente mimetizado con el entorno; la incomodidad del clima por lo general me fastidia y tener que adaptarse a contextos donde eres señalado por no pensar igual o a fuerza tener que pertenecer a minúsculos grupos sociales por un tema meramente de pertenencia, no sé, no me mueve.

Acá soy un ente errante que frenéticamente se esfuma de donde no es bien recibido, que puede desaparecer por semanas encerrado en su habitación y no tener que dar cuentas; soy alguien que a donde voltea tiene potencial de enamorarse por lo común que son las bellezas, pero al final soy uno en un montón, como un insecto bajo una piedra, como grano de sal en una playa. Inmensa, poderosa y cautivadora ciudad. No es necesario salir de los tres kilómetros a la redonda que frecuento para disfrutarla en plenitud. Entre el egocentrismo de algunos y la común sensación de extrañeza de otros, tiene un montón de cosas que ofrecer por las que agradezco.

Y si por algo deseara explorar sus contextos o regresar a mis orígenes, me fascina que todo esté relativamente a distancia de un pequeño viaje de a penas un par de horas que vuelve más admirable y disfrutable la cohabitación con mi gente; porque ellos me tienen y yo los tengo en el corazón, cuando estoy a su lado o cuando me encuentro distante. Además me siento feliz de experimentar el potencial y desarrollo de personaje que tiene mi persona cuando estoy de este lado. La independencia y el apasionamiento por el orden es otra cosa. En términos generales, me siento una mejor versión de mí y frecuentar a mi familia se vuelve un hermoso regalo que anhelo a cada instante.

En ocasiones la vida golpea muy duro lanzándote en un pozo que no sabías que llevabas tanto tiempo cavando, y te sientes perdido, crees que la última carta en tu mano se ha ido. Lo perdiste todo. Desperdiciaste hasta la última gota de cordura en ti intentando ser buena persona en un mundo rodeado de lobos rapaces hambrientos esperando por devorarte como una víctima más; pero se te olvida algo, tú no eres una presa, tú no necesitas que un montón de caninos tenga misericordia de ti, porque eres inmenso, porque fácilmente la manada completa podría ser tu desayuno. Y es ahí donde caes en cuenta que no importa la cantidad de veces que te intenten herir o romper, te vas a levantar más fuerte, aterrorizarás a tus autonombrados enemigos, los verás huir y volarás tan alto que te perderán de vista.