Me invaden unas terribles ganas de tenerte entre mis manos
y aprovecharme de tu cuerpo mientras a besos te recorro lentamente,
mis ojos se pierden en tu mirada e infinitamente te respiro,
te escucho susurrar cuánto es que disfrutas de mi compañía,
cuánto es que anhelabas que alguien te tomara de esa forma...
Y al despertar, dicho sueño se transforma en agonía.
Me voy, tus estatutos no tienen fundamentos,
y mi sapiencia carece de paciencia,
cuando tan abruptas muestras me das
de lo que no puedes demostrar jamás.
Si de verdad quieres saber aquello que tus ojos podrá abrir,
lo que deberás hacer es empezarme a pedir.
Nuestra historia termina cuando nosotros terminamos por distintos caminos. Por mucho que te quiera soy aburrido para ti y no tengo el suficiente dinero para darte lo que mereces, espera a que lo tenga y hablamos, probablemente sea divertido.
Me obligaste a no creerme todo lo que parecías y cuando te conocí superaste mis expectativas. Claro, fue sólo un pequeño momento, pero sentí que caminó bastante lento. Te inspeccioné, te profané, y en tu preciosa presencia me instalé. Lo amé.
Revivir nostalgias es precioso,
hoy me mandaron saludos,
ni la recuerdo siquiera.
Para recordar los segundos,
rebootearme quisiera.
Todo lo bueno que tengo,
toda la ciencia en mi mente,
cualquier mínima expresión de saber,
y lo que tenga que ver con la inteligencia...
Por un beso tuyo sería capaz de cambiarlo.
No sé cuántos van que dicen que no te vayas, pero imagino la razón por la que lo haces.
Por consiguiente, que tengas suerte y espero en el camino próximo encontrarte.
Y dile a ese pobre hombre que no ha entendido nada, que la razón entera por la que haces esas cosas es para que él nunca deje de amarte. Y si lo hace... Qué más da, habrá una fila grande de personas queriendo valorarte.