La mente, la segunda parte de mayor importancia y consideración del aspecto humano y también la que por lo general nos otorga mayores beneficios en ésta vida de estar bien ejercitada.
Escritura, lectura, pensamiento, imaginación, creatividad, talento, liderazgo, inteligencia, capacidad, evolutividad, lógica, emociones, etcétera. Cuando se sabe mantener el área mental en armonía montones de cosas son posibles, pues incluso los límites mismos desaparecen reconociendo las propias armas.
Toma un libro, léelo, toma otro, léelo también, uno más y haz lo mismo. Así durante lo que resta de tu vida, dedícale solo intervalos de tiempo al resto de tus actividades; ¿se lee complicado? Está bien, aplícalo a la inversa entonces, evita tiempos muertos, evita el ocio, es mil veces preferible servir porciones de capacidad a tu cerebro.
Al final, al llegar a momentos de senectud comprenderás que todo lo que has aprendido de la vida y las experiencias que te ha brindado es igual a un libro inmenso, el cual deberías estar orgulloso de que otros fueran capaces de leer.
La sobriedad mental ayuda en muchos factores extras, podríamos decir que las cinco áreas restantes de desarrollo dependen por completo de la mente, así como la mente a la vez del espíritu, pues la jerarquía en definitiva es un aspecto relevante a la hora de definir las áreas.
En la mente está la capacidad de actuar eficientemente, de considerar los pros y contras ante una decisión. Vaya, en el actuar mental se encuentra el rol de permanencia vital y crecimiento humano, formacional, vocacional o institucional.
La mente nos permite definir con sagacidad lo óptimo de lo que consideramos simplemente deseable. Nos permite observar contextos completos situacionales y corroborar las instancias por las que hemos transitado entendiendo con veracidad el asunto tanto en el plano general como en el particular.
Escritura, lectura, pensamiento, imaginación, creatividad, talento, liderazgo, inteligencia, capacidad, evolutividad, lógica, emociones, etcétera. Cuando se sabe mantener el área mental en armonía montones de cosas son posibles, pues incluso los límites mismos desaparecen reconociendo las propias armas.
Toma un libro, léelo, toma otro, léelo también, uno más y haz lo mismo. Así durante lo que resta de tu vida, dedícale solo intervalos de tiempo al resto de tus actividades; ¿se lee complicado? Está bien, aplícalo a la inversa entonces, evita tiempos muertos, evita el ocio, es mil veces preferible servir porciones de capacidad a tu cerebro.
Al final, al llegar a momentos de senectud comprenderás que todo lo que has aprendido de la vida y las experiencias que te ha brindado es igual a un libro inmenso, el cual deberías estar orgulloso de que otros fueran capaces de leer.
La sobriedad mental ayuda en muchos factores extras, podríamos decir que las cinco áreas restantes de desarrollo dependen por completo de la mente, así como la mente a la vez del espíritu, pues la jerarquía en definitiva es un aspecto relevante a la hora de definir las áreas.
En la mente está la capacidad de actuar eficientemente, de considerar los pros y contras ante una decisión. Vaya, en el actuar mental se encuentra el rol de permanencia vital y crecimiento humano, formacional, vocacional o institucional.
La mente nos permite definir con sagacidad lo óptimo de lo que consideramos simplemente deseable. Nos permite observar contextos completos situacionales y corroborar las instancias por las que hemos transitado entendiendo con veracidad el asunto tanto en el plano general como en el particular.
La mente, la segunda parte de mayor importancia y consideración del aspecto humano y también la que por lo general nos otorga mayores benefi...






Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.