Adversidad

Adversidad es todo aquello que puede echar a perder los bonitos planes escritos, son las cosas tenebrosas que nos aparecen en un camino que aparenta ser agradable. Estoy un poco triste por el hecho de no haberme podido ausentar al trabajo el día de mañana, pues cabía la posibilidad de asistir a una entrevista de empleo en otro lado.

Lo digo con algo de nostalgia porque, aunque donde trabajo es un lugar formidable, me gustaría desarrollarme más en materia de ingeniería; no digo que no haya aprendido nada en donde estoy, pero a lo que aprendí, difícilmente se le puede sumar mucho contenido.

Me gusta crecer y seguir creciendo, a veces eso hace mella con otras responsabilidades o cualidades que ya venía soportando mi ser; se pagan unas por otras. Mis relaciones pueden verse afectadas a consecuencia de lo que los muchos intentos por ocuparme en otras cosas produce en mí.

Y qué más les cuento, la maravillosa nota del día es que al fin puedo ingresar a Internet desde casa con la portátil; cosa que me da mucho gusto pues puedo estudiar aprovechando las bondades que la libertad de estar en solitario me ofrece.

Puedo ya escribir todos los días aquí (de tener conexión todos los días, claro), e iniciar otros planes que en el trabajo no había el mínimo de posibilidad de conseguir. Puedo ver vídeos del cálculo complejo con el que me asustaron en la maestría y puedo seguir potenciando ideas tanto mías como ajenas si tengo la libertad de moverme en línea desde casa.

En fin, las oportunidades crecen notoriamente, no me revuelco en el miedo a ser considerado con indiferencia por parte de otros, creo que se puede aprender de todo y de todos y voy a seguir creyéndolo y aplicándolo.

En mi mente estimaría que he escrito bastante el día de hoy, pero no es así, a penas y he colocado unas cuantas letras con mis dedos entumecidos. Por cierto, noté en recientemente que escribo mucho mejor, más rápido y eficientemente a computadora que con papel y pluma, eso me sorprende porque antes solía ser al revés; ahora me canso al llegar al filo de las dos páginas a mano, cosa que raramente ocurre cuando tengo los dedos posicionados sobre un teclado electrónico. Benditos procesadores de texto.

Eso sí, no pasa el día que por escribir conforme llegan las ideas a mi mente y sin estar viendo el monitor haya caracteres ausentes o frases con algo de ilógica, da lo mismo, no siempre pienso o actúo con toda la lógica del mundo. Bonito día.



No hay comentarios.

Publicar un comentario

Se agradecen tus comentarios.