Bienvenidos 2.0: Cuando empecé a escribir acá, la mayoría de cosas eran absurdas, centradas en pensamientos y emociones personales del momento; después de años, empecé a trabajar en un estilo propio, menos profundo y más simplista, últimamente me gustaba colocar cosas que vivía como una especie de diario. Y en la actualidad, lo que quiero hacer es convertir esta pieza en algo más técnico, enfocado en las cosas que trabajo y las que he aprendido a lo largo de los años.
Te voy a ser bien sincero, he sido alguien que no deja de aprender, nunca he llegado a un punto en el que diga: "me siento completamente pleno", siempre estoy metido en frustraciones, preocupaciones y deseos de mejora, dicho lo anterior como una especie de prefacio y en el entendido de que lo que venga a poner acá en su mayoría de veces serán opiniones personales, vamos a comenzar por algo minúsculo e ir alimentándolo lentamente.
Es bien sabido que lo mío más allá de la calidad ha sido la constancia; que no abandono una idea o deseo hasta que de plano la vida me cierra la puerta en la cara. Y cuando eso pasa, me enfoco en lo que sigue, tal vez me destrozo un poquito más, pero me reanimo y recupero.
En el trabajo, recientemente he sentido que me han desaprovechado bastante. Teniendo experiencia en cosas interesantes, me da la impresión que me pusieron en un proyecto en el que lo repetitivo se ha vuelto el pan de cada día. Ya hablé con el manager local, a ver si se puede que hagamos algo para dejar de sentirme de esa manera y volverme más productivo.
En fin, por ahora, la Inteligencia Artificial y los datos se han vuelto mi suplemento y sonido de fondo durante importantes fracciones de tiempo en el día; en consecuencia, los modelos de lenguaje masivos están a la orden. En próximas publicaciones estaré colocando algunos de los experimentos que he realizado y pondré a competir modelos de IA (esto me llama bastante la atención: Llama, Gemini, ChatGPT). Mi vida y la de todos está a punto de cambiar gracias a los enormes avances científicos-tecnológicos que vienen de la mano de estas herramientas. Y la verdad quiero estar ahí desde el inicio.









Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.