Experiencia
A veces pienso que Dios me tiene un tipo de desprecio inmerecido,
y me sumerjo en olas de desaliento continuo,
a veces solo quiero que un ciclo finalice para dejar de sufrir,
y otras clamo con dolor preferir morir.
Yo no sé por qué me gusta lo difícil,
yo no sé por qué me aferro a lo imposible,
yo no sé por qué no salgo huyendo de antemano,
yo no sé por qué no he decidido rendirme.
No solo son un par de bellos ojos y un atractivo inmenso,
no es la simple virtud de su pasión lo que enamora,
no es conocer aquello que en su vida añora,
es que no dejo de pensarla a toda hora.
Y si mis poemas no son de su agrado o incumbencia,
y si mis manos han dejado de ser trascendencia,
por lo menos debería yo de aceptar con paciencia,
que no valgo más, y solo he sido una experiencia.
y me sumerjo en olas de desaliento continuo,
a veces solo quiero que un ciclo finalice para dejar de sufrir,
y otras clamo con dolor preferir morir.
Yo no sé por qué me gusta lo difícil,
yo no sé por qué me aferro a lo imposible,
yo no sé por qué no salgo huyendo de antemano,
yo no sé por qué no he decidido rendirme.
No solo son un par de bellos ojos y un atractivo inmenso,
no es la simple virtud de su pasión lo que enamora,
no es conocer aquello que en su vida añora,
es que no dejo de pensarla a toda hora.
Y si mis poemas no son de su agrado o incumbencia,
y si mis manos han dejado de ser trascendencia,
por lo menos debería yo de aceptar con paciencia,
que no valgo más, y solo he sido una experiencia.


Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.
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