Spacedreamer II

Despertar.

El fuerte zumbido en los oídos, la mirada borrosa, el cuerpo adolorido, la espalda inmóvil; el sabor amargo en la garganta apenas permite pasar saliva, el miedo está presente ante lo ocurrido, es ilógico no poder recordar nada.

El cuerpo circular flotante con aspecto de ojo proveniente de la máquina rectangular pegada al cristal que se encuentra en frente me sorprende, me inspecciona de arriba a abajo como intentando localizar nada; mi cuerpo inerte y desnudo no hace por cubrirse o rechazar lo que intenta el aparato.

Se aproxima a mí, liberando una sustancia espesa en forma de gas de color magenta y en un instante lo único que percibo es un inmenso dolor rectal al sentir algo como un tentáculo penetrarme. A pesar de ser un terrible dolor, no soy capaz de pronunciar ni un sonido, ni una queja, ni un grito; simplemente me quedo sin saber de mí, mis ojos se entrecierran, y me vence el cansancio.

Abro los ojos, me encuentro en una habitación circular de un blanco intenso, sobre una cama flotante girando lentamente. Encima de mí, a dirección del techo, una escotilla se abre y de ella aparece otra cámara en forma de ojo en la esfera flotante, ahora sí puedo determinar lo que es, un medbot está señalando hacia mi cuerpo; sigo sin capacidad de mover un dedo.

La última vez que un medbot me analizó acababa de caer del cuello de un savedroid, un robot guarda de seguridad que había fallado en su programación al quedar encerrado en un círculo magnético provocado por una diminuta explosión causada por un pequeño corto circuito.

Aquella vez me rompí las piernas, y el proceso de sanidad fue prácticamente rápido, durante quince minutos los tentáculos del medbot se incrustaron en mis rodillas e hicieron una operación de reconstrucción ósea microelectrónica; con lo que a partir de ese momento tuve piernas mecanizadas.

El láser del medbot se encuentra escaneando mi piel, a cinco centímetros de distancia. Los brazos biónicos del artefacto volador giraron mi cuerpo sin yo poder hacer nada por evitarlo, consigo sentir un dolor leve en el centro de mi espalda, el bisturí ha terminado su trabajo; de momento, siento como todo mi cuerpo pierde la posición y se hunde en la cama flotante, me han extraído la columna vertebral.

Nací en el bloque ausente, a los tres años de edad mostré cualidades tecnológicas y fui enviado a ese bloque. Ahora me dedico a programar robots, analizar y solucionar los problemas de los mismos.

Me dieron la tarea de reparar un clustcoop, que es una máquina rectangular de color grisáceo de aproximadamente un metro cuadrado, con capacidades de procesamiento suficientes para solucionar las necesidades de una nación de antaño en segundos.


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