¿Ausente?

Si creías que no me verías más por aquí recriminando y embistiendo los pixeles blancos con el tono negro mate del tildar de mis dedos sobre el teclado estás muy equivocado, el asunto aquí es que han pasado demasiadas cosas malas contiguas y quería sentir la brisa de una buena para imaginar que la mayor profundidad del cráter ha sido alcanzada y lo que queda por delante es avanzar hasta salir.

Todo mundo sabe que estoy enamorado; por mi comportamiento, por mi imaginación, por mi felicidad, por mi sonrisa de oreja a oreja cubriendo mi rostro en estos días. Sin embargo, como en todas las relaciones, las cosas con mi hermosa pareja parecen no querer mejorar. La amo, es una mujer preciosa, completa, sublime, y maravillosa. El problema es que un día, casi de la nada apareció y me dijo que siempre no me amaba.

Es duro de aceptar, pero viendo todo el preámbulo de la historia, conociéndola tan bien como lo hago, y como ella me permite, es importante que aquí no quede plasmada su esencia como la de una mala mujer, porque nada más lejos de la realidad. Ella es todo lo más delicioso con lo que he soñado en mi pasado, en conjunto provoca que mis sentidos se vuelquen hacia ella, si acaso hay un problema es ese, tal vez, que la amo demasiado.

Dice el refrán: "A la mujer ni todo el amor, ni todo el dinero"; yo no creo en refranes, ni baso mi vida en cómo dicen los demás que debo de ser, prefiero pensar que soy ingeniero y constructor de la propia obra de mi existencia, y que en conjunto con mis características soy tan capaz como cualquiera de salir vencedor ante las circunstancias adversas.

Digo que sí, que quiero seguir intentándolo, hasta el momento en el que ella me rechace por completo, o hasta que decida hacer las cosas bien a mi lado. Las tristezas estuvieron a punto de derrotarme, las nostalgias y crónicas del pasado me movieron a miedos que no recordaba que había en mi interior, pero es parte del todo, de reconocerla como es, del aceptarla, del valorarla, del amarla y del explotarla.

Además están los otros asuntos; reprobé en tres materias (dos por decisión propia y una involuntariamente), me he quedado sin dinero, he tomado dinero de mi padre en calidad de préstamo pero sin permiso —lo cual no se debe— y los he defraudado a todos.

Todo se resume a lo siguiente: Antes de terminar una faceta tan importante de la vida, como lo es la carrera, las cosas parecen sombrías y los retos a superar interminables; crees que nadie valora tu trabajo, que no eres tan capaz como te gustaría, que estás solo, que las personas solamente te juzgan y que tus prejuicios hacen mella como varios años atrás no lo hacían.

¿Y eso por qué?
Porque nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras actitudes, nuestra vida completa está a punto de cambiar; y no somos tan fácilmente adaptables sino que todo nuestro ser utiliza sus defensas para mantenernos sumergidos en nuestra zona de confort que tanto bien le ha hecho. Pero la puerta está ahí, justo en frente, solo falta dar una serie de pasos pequeños para atravesarla y convertirte en alguien más grande, más prudente, más inteligente, más experimentado, más amoroso, más inteligente, más humano y más maduro.

P.D. Te amo Bertha. Y no dejaré de hacerlo a menos que tú misma me lo pidas. Gracias.

No hay comentarios.

Publicar un comentario

Se agradecen tus comentarios.