Guapa

Que si es guapa o no, no me importa, en serio, bueno, sí, un poco sí me importa. Por qué destinan el tiempo a creer que la belleza lo es todo, como si la belleza no fuera la esencia de uno mismo, en fin, si nos ponemos a darle vuelta al mismo concepto erróneo de lo que la belleza en verdad representa en lugar de darnos el tiempo de indagar en su verdadero significado y la fuerza del concepto, tenemos, en idea y en conjunto lo en nuestra propia manera de ver definimos como belleza o hermosura.

Así, intentando parecer bellos o hermosos, unos dedicados a formar el cuerpo en el gimnasio, otros consumiendo cosméticos y entre dietas todos enfrascados en la necesidad de ser mejor vistos por el prójimo, y qué si la mirada del prójimo los reprime o no los acepta; bueno, inicia un proceso de intención por la aceptación del otro arrogante y egoísta en la que al ver lo que hay afuera de uno mismo se mueren las intenciones internas y con mayor poder de crecimiento y desarrollo.

"Quiero ser hermoso", me repito todo el tiempo; la chica que me gusta no me presta atención, la dama que me interesa me hace sentir horrendo a su lado. Lo importante es la convicción de quién uno mismo es, como si eso debiera convertirse en un halago, todos sabemos que lo que constituye uno, con fuerza interior propia y espíritu comprometido hacen en conjunto una hermosura superior, siendo esta la mejor manera de evadir la genética tan mezquina y poco prometedora.

Me gusta hablar de la belleza, es un tema enorme y con gran potencial de explotación, pero qué de la belleza intelectual. He conocido mujeres increíblemente hermosas intelectualmente en mi vida, y qué de la belleza espiritual, he conocido también mujeres de espíritu puro y poderoso en mi vida y qué con la belleza de visión, con la belleza práctica, con la belleza potencial, como las energías, deberían ser consideradas multiformas de belleza en las cuales cada uno tenga la posibilidad de medirse a sí mismo.

En lógica, el no ser feo es igual a ser bello, entonces, si no eres feo en una de las anteriormente listadas bellezas eres bello, y por consiguiente alguien deseable y de buen gusto. Ahora, sin embargo, existe una forma más importante de ver la belleza que es la aceptación de uno mismo, la capacidad de verte, analizarte y definir qué y qué de ti es hermoso, cuáles son tus defectos en general y sobre cuáles quieres trabajar para potenciar tu hermosura. ¿Y para qué potenciar la hermosura? Pues simple, para que sea más fuerte el deseo que tienes tú de ti mismo y puedas admirarte al espejo completamente desnudo y decir: Te amo hermoso.

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