Resultados Extraordinarios

 "Si quieres tener resultados extraordinarios con las cosas en general no puedes tener actitudes ordinarias; no puedes hacer lo que todo el mundo hace y esperar resultados diferentes."

Aunque apenas el calendario revele el primer mes de mi promesa, tengo que confesar que la transformación se dibuja lenta, etérea, pero persistente. En este mar de tiempo he optado por zambullirme en el abismo terapéutico, un intento de abrazar esas escurridizas realidades que se me escurren de entre los dedos, donde mi influencia no es más que una vana quimera.

Las sesiones han sido un ojo de agua, un manantial de entendimiento donde he aprendido a reconocer la existencia de la hipergamia, no como un monstruo a temer, sino un compañero potencialmente benéfico. Es la sencilla verdad de la vida que una mujer siempre buscará al compañero más brillante en su cielo, al destello más vibrante. Así pues, un uno, como me considero en la escala de este universo, nunca podría danzar en sincronía con una siete.

Una vez aceptado este panorama, queda un único camino por recorrer: el de la mejora. Debo ser honesto con mis pasos, porque un uno no se convierte en un tres en un simple parpadeo, y el número dos es un camino obligado para llegar a nuestro destino. No es una carrera desenfrenada, sino la laboriosa construcción de algo duradero, algo palpable.

Por eso se impone la necesidad de una preparación incesante, de llenar nuestro morral con las habilidades recogidas en el camino. Herramientas siempre listas para ser desplegadas al presentarse la oportunidad. Algunas ya las domino con grácil destreza, acciones que se han convertido en una extensión de mi ser, y la simple existencia de este hecho es un canto de alegría.

Finalmente, la vida no es más que un juego de números, y yo, un amante de algunos juegos, he aprendido a coquetear con la pérdida, a esquivar el látigo de la frustración. El verdadero desapego al resultado es una filosofía que no debería alterar el equilibrio interno ni las visiones a largo plazo. Cada etapa se despliega, y realmente, suele ser ajena a nuestra influencia. Recordar que la ira y el descontento son regalos de poder innecesarios es una gran estrategia para mantener el rumbo, para seguir adelante.

Llegué aquí para seguir, recuperar, reestablecer, complementar, aplicar y volar; sin dejar la caballerosidad de lado, trabajando por mejorar, aprendiendo de todo y todos: "Now watch me rise up and leave. All the ashes you made out of me, when you said that we were wrong, life goes on, just look how wrong I could be."



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