Hey

Hey. Ninguna frase es suficientemente sublime para expresar mi gratitud al saber de tu existencia cerca, deseable y preciosa.

Cada paso que he mal dado en mi vida me ha movido lentamente al punto en el que me encuentro hoy, y no habría imaginado un escenario en el que me hubiera tocado conocer a una persona tan maravillosa.

Pero más allá de letras y palabras que retumben en tu mente al pasar segundos preguntándote si es que estoy demente se encuentra el hecho de saber si lo que merezco es poca cosa.

Es decir, pasar un rato amable para todos es posible, y entender que idiotas por ti mucho harían; pero ¿es alguien sincero y a la vez tan loco para poner tu mente a meditarlo todo y disfrutar la historia?

No lo sé. Realmente no me importa. No es que busque glorias personales o en tu ser hundirme para contar cuentos; sol quiero tus memorias y en tus sueños confundirme.

Pues al final te pretendo completamente; porque aunque soy alguien que disfruta mucho de su vida, libertad y logros; estoy dispuesto a compartir contigo las delicias de vivirlo todo.

Sé que puede ser frustrante no sentirte muy estable, pero nunca te he ofrecido nada que no pueda propiciarte, tengo mente sobria, corazón sincero, un alma pura y una buena historia.

Me vuelvo un poeta cada que el sentir me llega; vivo en un planeta entre confusión y miedos, donde todos mienten, donde pocos hacen, donde quiero y trato de ser siempre de los que cambian reglas, de los que al proponer logran, de los que influyen a bien, de los que dejan legado, de los que vidas forman.

Al final de todo el texto cargado de egocentrismo que he escrito, solo basta hablar con optimismo de lo bello que en ti he visto.

Pero no, hoy no lo haré; no sea que cada una de las letras retumben contra la pared que un simple "gracias" de tu parte supondría y me haga creer que en realidad has pasado a verme como otro más de los que por tu atención su propia esencia abandonaría. Pues hay algo que jamás me perdonaría, el dejar de ser yo.

Por eso sigo paciente a que el tiempo haga lo suyo, que me de la recompensa de pertenecer a tu todo; y a ti de ser para mí otro gran tesoro.

Pido mucho, lo sé. Pero cada segundo que recibo lo recompenso con creces. Pruébame, lo mereces.

Y sí, envejeces, te arrugas, y a cada segundo que sucede te encuentras más cerca de la muerte; por eso mismo recapacitar acerca de tenerte ha sido una deliciosa anécdota, una fiel memoria, una marca de oro en el historial de mi pasado, un logro por haber el eslabón perdido en ti encontrado.

Nunca las letras superarán a todo aquello que me haces experimentar...

Más allá del espacio abarcado, más allá del tiempo invertido, ten en cuenta que en ti veo a alguien que me inspira a seguir constante en éste maravilloso camino. Te quiero y te bendigo.

// Escrito el 20 de Agosto de 2015.

No hay comentarios.

Publicar un comentario

Se agradecen tus comentarios.