Mierda

Y no, no estoy planeando explicar el proceso que uno invierte al defecar. Probablemente eso sería menos insultante. Es evidente que el mundo está cambiando. Las cosas de antes no son como ahora, nos hemos enfrascado en un modo de vida estresante, somos gestores de un enorme hábito, del cual nunca dejaremos de ser víctimas. ¿Por qué victimas? La basura mediática que consumimos día con día nos convierte en números, lo que significa que, cuantos más apuesten por algo, más promovido será y esto a la vez será aceptado por la mayoría, generando bondadosos beneficios económicos a los productores.

¿Cuántas veces hemos repetido que somos manipulados por los medios? ¿Lo comprendemos?
A menudo, uno se obsesiona con la idea de ser diferente, de ser especial, de ser único; pero no lo somos, ciertamente no existimos como tal. No existe una realidad alternativa, una dimensión que nos coloque en el centro del Universo, un espacio exclusivamente nuestro. Números, es lo que somos cada uno tan valioso e insignificante como el otro.

Nuestro país se encuentra regido por la estadística, donde las acciones futuras se miden en probabilidades; somos uno más entre un montón los que seguimos tal o cual moda, los que adoptamos tal o cual costumbre.

Los recursos mediáticos son inalcanzables, el poder de la prensa es devastador y la manipulación global es asunto de todos los días.

Yo, quisiera presumir de no ser un robot más, quisiera mencionar lo muy orgulloso que me siento de no ser seguidor de modas, de marcas, de firmas; pero lamentablemente para mí, no es así. Podría ser presuntuoso y declararlo en conciencia de que ustedes no me conocen, pero mis pantalones Levi’s, mi camiseta Lacoste y mis tenis Vans vendrían corriendo a reprimirme.

La pregunta no es quién, sino qué eres para la sociedad común, cuán grande es el valor que tu persona asume en el estrato que te desarrollas, qué tan lindo, culto, atlético o adinerado eres.

Entonces, llego a un punto en el que todo lo que he dicho me deja en evidencia, me señala y me reduce a nada. Quiero cambiar, por eso mismo mi interés se encuentra en pertenecer a una generación de personas pensantes, que afronten los sucesos de la vida de manera crítica, realista, sincera.

La llamada generación de mierda no es la que no se equivoca; es la que al hacerlo se vuelve, hace cuentas y asume su responsabilidad.

¿Por qué generación de mierda? Simple, vivirán entre ella, harán mucho de lo que ella hace, pero mantendrán la libertad en espíritu. Serán testigos del cambio evolutivo que sufrirán los otros, intervendrán sólo en los más allegados a ellos, aceptarán las cosas como son, la lucha no consiste en demostrar lo rebelde que puedan llegar a ser.

El objetivo es evitar ser flanqueados, entonces, con el paso del tiempo, quienes hayan podido librar las falsas expectativas que el exterior promueve, habrán vencido. Porque estarán ocupando cargos importantes y de difusión intelectual. Entonces actuarán. Porque la única manera de desmantelar una edificación tan resistente es desde adentro.

¿Será sencillo? En absoluto; se trata de luchar contra la carnalidad y superficialidad del propio yo, sin lograr vencerse. Invito a todos a unirse al reto. Tu punto de trabajo desde ahora es el siguiente: Preparación, aprendizaje, desarrollo y triunfo; y claro, nunca está de más motivar a las nuevas generaciones a pertenecer al equipo.

La generación de mierda movilizará a los miembros del sistema contra ellos mismos, es fría y calculadora, jamás se intimida, no inicia una batalla hasta tener bien claras las debilidades del oponente. Es objetiva, pero prudente. Exponencial, pero sutil.  Mestiza, pero incorruptible.

Hoy no tengo nada más que exponer, pero en verdad me interesa que quien lea esto lo haga con el cerebro activo; no son sólo un montón de líneas redactadas por que sí, tienen un propósito definido que es el “inculcar un deseo”. El deseo de ser libres tanto nosotros como las generaciones venideras, ser quienes somos, definir nuestros gustos por nosotros mismos, tener autoridad en nuestras decisiones, ser cínicos. Invito a quien sea que no pueda comprender la redacción me mande un mensaje, con gusto le responderé explicando el por qué de las cosas. Es un placer como siempre tener la libertad de expresar ideas.

Atentamente RokCK.
PD: Hay una canción de Los Prisioneros que se llama así y dice:

“Lloras la pobreza
Y a jugar al perseguido por la sociedad
Oh, no, otro artista más
Se me acerca y me quiere felicitar
Dices que me quieres
Y no entiendes lo que digo ¡Hey!
Y vas y te disfrazas
Y a veces necesito creer en ti.
Generación de mierda.”

// Escribí esto como participación en una revista local el 7 de Junio de 2011.


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