Aterras
Tengo miedo de que te guste, porque sé que me gustará a mí más, y entraremos en un círculo en el que ambos, por satisfacernos mutuamente pondremos en peligro lo demás; el equilibrio de la vida. Me gusta ser yo, único, a mi manera de ver las cosas, y cuando te encontré, supe que eras similar, que ibas por la vida recibiendo consejos de tu corazón.
Pero hay debilidades en ser tan pasionales, y es que, la moral, la ética, lo que digan los demás, por más que creamos que no nos importan, siempre nos importará. Y sucederá que al ponernos en telas de juicio, preferiría estar libre de eso, de ese mal, de ese peligro; aunque parte de mí lo desea.
Así soy, un conflicto de ideas, por un lado, sé lo dañino que para la relación sería que te atrevas a hacer eso, que probablemente dos, o tres más opinen; y por otra, yo mismo estaría deseoso de presumir al mundo mientras sucede.
Por eso temo en sobremanera, por dar un paso así, porque siento que no te fías plenamente de mí, que eres más tú, que solamente ves por ti, y que te alejas para conseguirlo porque sabes que estaré atrás de ti, halagándote, deseándote, porque te amo, te amo como no he amado a nadie, con fuerzas que no conocía.
Pero también me aterras, porque siento que encuentras cada día mayores maneras de hacerme dudar de mí contigo, que buscas flanquear lo que más yo amo, pero existe, y es, y ojalá puedas verlo, saborearlo, disfrutarlo, describirlo y vivirlo como yo lo he hecho.
Pero hay debilidades en ser tan pasionales, y es que, la moral, la ética, lo que digan los demás, por más que creamos que no nos importan, siempre nos importará. Y sucederá que al ponernos en telas de juicio, preferiría estar libre de eso, de ese mal, de ese peligro; aunque parte de mí lo desea.
Así soy, un conflicto de ideas, por un lado, sé lo dañino que para la relación sería que te atrevas a hacer eso, que probablemente dos, o tres más opinen; y por otra, yo mismo estaría deseoso de presumir al mundo mientras sucede.
Por eso temo en sobremanera, por dar un paso así, porque siento que no te fías plenamente de mí, que eres más tú, que solamente ves por ti, y que te alejas para conseguirlo porque sabes que estaré atrás de ti, halagándote, deseándote, porque te amo, te amo como no he amado a nadie, con fuerzas que no conocía.
Pero también me aterras, porque siento que encuentras cada día mayores maneras de hacerme dudar de mí contigo, que buscas flanquear lo que más yo amo, pero existe, y es, y ojalá puedas verlo, saborearlo, disfrutarlo, describirlo y vivirlo como yo lo he hecho.



Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.
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