Estoy escuchando de unos cambios en las reglas de la empresa, ahora resulta que nos quieren asistiendo a oficina durante cuatro de los días en la semana, esperamos que sea una actualización particular y que no termine por afectarnos en términos generales.
Digo, si sucede no sería la gran cosa, ya que vivo a un par de cuadras de la oficina y me gusta asistir para aprovechar los recursos disponibles; sin embargo, me parece un fastidio la manera en la que diversas compañías se han montado sobre esa idea de regreso a oficina.
¿Qué pasará en un año? Probablemente será que nos quieran de regreso, asistiendo toda la semana y en horarios godín. Volviendo finalmente a la normalidad, dejando de lado y solo como precedente lo sucedido durante la pandemia.
Para mis asuntos personales, estoy haciendo un montón de ajustes en los números, quiero lograr varias cosas pero hacer que el tiempo y los recursos me sean suficientes, será algo un poco complicado. Principalmente porque me puse objetivos algo difíciles de conseguir, desde escribir por acá al menos tres veces a la semana, hasta visitar una serie de lugares que desconozco.
El siguiente paso es organizar un flujo de hacia dónde irán las cosas una vez que se publiquen; puede que las mande a otros sitios para generar audiencia, o quizá las deje ser de forma natural por considerarlas más "anuncio" que otra cosa (como ocurrirá con esta publicación).
No recordaba, por ejemplo, que actualicé el inicio de mis semanas a Lunes, en lugar de Domingo, nada más para emparejar el inicio del año con ese mismo día. En consecuencia, mis retos y números tengo hasta el Domingo en la noche para conseguirlos; entre que son unas u otras, mi cabeza me ha traicionado más de una vez, pensando por ejemplo, que el martes era lunes o que hoy es viernes. Un verdadero guacamole.
Para ser sincero, mi intención va más allá de alcanzar números, quiero recuperar el control sobre lo que hago y pienso ajustandome a rutinas y obligaciones; enfocarme en ser una persona más productiva y al mismo tiempo trabajar en un estilo de vida más saludable. Así de simple.









Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.