Una señora que iba caminando por la calle y a la que ayudé un poco me dijo el fin de semana:
Joven, si alguien te rechaza, recuerda lo siguiente: Eres atractivo, eres sumamente inteligente, tienes un empleo estupendo en donde ganas bastante bien, eres profesional y no te rindes fácilmente, eres esforzado y valiente en conseguir tus metas, posees una agradable personalidad, a quien tengas amas porque sabes amar, estás lleno y llenas de bendición porque eres de los que tienen a Dios de su lado y eres agradecido con la vida. Entonces, la próxima vez que creas que alguien te va a rechazar por no ser suficiente piénsalo dos veces, pues no he conocido a muchos tipos con tu talento, perseverancia, inteligencia, bondad, gentileza y discernimiento.
La señora (tal vez uno de esos ángeles regados), después de una plática interesante y conocer un poco más de mí se retiró y me dejó sonriendo pensando profundamente en todo cuanto de nuestra fortuna individual tendemos a ignorar en la inercia y necesidad de dar pasos en la vida.
Joven, si alguien te rechaza, recuerda lo siguiente: Eres atractivo, eres sumamente inteligente, tienes un empleo estupendo en donde ganas bastante bien, eres profesional y no te rindes fácilmente, eres esforzado y valiente en conseguir tus metas, posees una agradable personalidad, a quien tengas amas porque sabes amar, estás lleno y llenas de bendición porque eres de los que tienen a Dios de su lado y eres agradecido con la vida. Entonces, la próxima vez que creas que alguien te va a rechazar por no ser suficiente piénsalo dos veces, pues no he conocido a muchos tipos con tu talento, perseverancia, inteligencia, bondad, gentileza y discernimiento.
La señora (tal vez uno de esos ángeles regados), después de una plática interesante y conocer un poco más de mí se retiró y me dejó sonriendo pensando profundamente en todo cuanto de nuestra fortuna individual tendemos a ignorar en la inercia y necesidad de dar pasos en la vida.
Una señora que iba caminando por la calle y a la que ayudé un poco me dijo el fin de semana: Joven, si alguien te rechaza, recuerda lo sigu...


Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.