Borroso

En la mañana recibí una llamada de mi mejor amigo; definitivamente se escucha su buen humor al volver a saber de mí después de tanto tiempo; Dios lo siga llenando de bendición. Tiene un proyecto en el que me quiere involucrar, al cual hace mucho le dije que no me sentía preparado y hoy, después de varios años de experiencia y con varias facturas en mi pasado puedo decir que definitivamente soy capaz de sacar a la luz.

Además de eso, había escrito un bonito post al respecto de dos páginas que según almacené en un caché virtual que, por distraído, aventé el papel a la basura y terminé por dejar que se borrara de la computadora también. Sin problema, la fábrica de ideas en mí jamás se cierra.

Quería confesar que en el transcurso del día he tomado un par de decisiones que me han hecho la tarde más ligera; he hablado con alguien para hacer tratos, he ayudado a mis amigos, he ocupado mis tiempos, he avanzado en mis planes; definitivamente la mejor manera que tengo de evadir las aflicciones que la vida me avienta encima es generando recursos.

Me estaba viendo hace un rato, mientras mi mamá hablaba por teléfono conmigo (charlas de una hora, con temas repetidos y vueltas al mismo asunto, pero cuánto la amo), y vaya que ha habido cambios, han existido momentos en los que me resulta aceptarlo, pero no puedo dejar de estimar lo bueno que ha sido el salir de donde en algún momento de mi vida estuve.

Si alguien viene y lee mis posts y la calidad detractora y las lamentaciones en los mismos, diría fácilmente que soy un quejumbroso atormentado de la vida; sí, a veces tengo que serlo, desde el día en que la profesora/doctora me pidió por salud mental escribir mis frustraciones sin silenciar mi mente para liberar mi espíritu lo he hecho.

Mi vida es la aventura más maravillosa que puedo escribir, y no hay nadie que se compare a mí en todo el Universo, pues no hay una sola cosa que me guste más que salir adelante siempre. ¿Qué si el horizonte pinta tenebrosamente opaco para mí? Solo sonrío, he salido de las cloacas más asquerosas con banderas de victoria en las manos, y nadie nunca me ha podido ni podrá detener.

Para mí el triunfo es mucho más que conseguir una nota perfecta, más que ser visto por otros ojos como alguien especial, para mí el triunfo es romper las expectativas y ser una mejor persona; eso es el verdadero triunfo, lo demás, querido lector, son simples asimilaciones y pseudocapacidades.

Estoy forjado con las mejores características, las piezas en mí son de la más alta calidad; no me doblego ante nada ni nadie; y sí, cuando me siento mal lo redacto, prefiriendo mil veces que haya un loco (o sea yo) a que se desate un desquicie mayor en la realidad.

No vivo entre sueños ni pesares; pero redacto entre ingenios mentales; ya sé que para las personas con pocas neuronas eso no tiene razón o modo de ser; porque así es como hago las cosas, de manera que solo la gente suficientemente inteligente sea capaz de comprenderme.

Cada nota que está aquí, debe de ser apreciada desde un punto de vista borroso, en el que el objetivo central de que la letra se mantenga levemente apegada a la realidad con toques de insolencia, desprecio, pena, rencor, melancolía, dolor, llanto, tristeza o drama. Soy el yo redactor el que puede llevarme desde lo sumo hasta lo menospreciado con mi amplia gama de conmociones.

¿En serio crees que soy tan vago? Qué bueno. Cada quién hace con sus propias convicciones lo que guste y ama. Un par de semanas más y habré superado la tercera fase de cambios; a mi favor quiero decir que estoy trabajando arduamente y no planeo rendirme. En mi contra, que me lesioné la espalda baja y tengo que ausentarme de varias actividades hasta que eso se solucione.

No hay comentarios.

Publicar un comentario

Se agradecen tus comentarios.