Niña

Yo no voy a hablar mal de ti, es tu problema. Pero me causas risa, una risa impresionante cada que te pones en esa actitud de "no me ofendas o te borro", creo que tu mentor, merece ser insultado por permitir que crecieras con semejantes broncas emocionales, por aceptarte en una carrera que tu ego no te dejaría tolerar y por consiguiente alimentar el mismo.

Esto es para que me borres de acá. Ya que la pobre niña impulsiva borra todo contacto con la cruda realidad. ¿Te juzgas? ¡Que bueno! Yo me juzgo siempre, probablemente más que tú. Juzgarte no te da el derecho de hundir moralmente a los demás, no sé cómo hacerle a partir de ahora que me mandes a volar de todo contacto, pero ciertamente sé que no voy a descansar hasta encontrarte el lado bueno.

La idiota no eres tu, soy yo, por no rendirme ante la adversidad, por creer que existe algo bueno en tu interior. Y no, no quiero contigo, vives creyendo que eres una tipa con la que anhelo estar; las personas cambian, la perspectiva de gloria a bazofia puede cambiar en un instante. No me molestas, ni me hartas, simplemente me das tristeza, no pena, tristeza; porque sé que algo hay rescatable en tu atrofiado cerebro colmado de sabiduría.

Y si no sé escribir ¿cuál es el problema? Yo no tengo problemas morales con aceptar mis errores. Yo no nací perfecto, nadie lo es, tu eres como una Mona Lisa bañada en orines. Ya me cansé de pedirte perdón todo el tiempo, ya me cansé de buscar la manera de ser gentil a tus tonterías, ya me cansé de idealizar que algún día darás la talla. Ya, de ahora en adelante buscaré nuevos medios, si jamás lo logro, ni modo, todos fracasan, pero no quedará por mí, no será mi culpa que seas tan egoísta, negligente e intolerante.

// Lo escribí el 5 de Julio de 2011.


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