Quiromancia

Una vez, hace no muchos años; una de esas personas que se dicen a sí mismas sabedoras de la lectura de manos, o quiromancia. Dijo analizando la mía que yo tenía un destino muy marcado, que me esperaba un gran futuro y que iba a ser soberano en todos los campos que me desempeñara. Sin embargo, también dijo que las únicas fallas en mi futuro cercano estaban en el área del amor, que soy malo en eso. Que las damas no me encuentren atractivo es razón de sobra para salir cabizbajo, pero con la dicha de aceptarlo.

No recuerdo qué tanto de lo que expresé es real, pero tengo ganas de sacarlo; me desespera. No el que no haya nadie, sino el que nunca lo haya habido; no el ser despreciable, sino el que me sienta de ese modo. Me entristece el hecho de que en esa área a cada día de mi vida sea palpable y memorable el sufrimiento; me tumba que cada uno de mis intentos resulte fallido, y que si hago un conteo de las veces que he sido rechazado por no sé qué razones mi entrada se crezca en muchas líneas.

Analizar mi vida todo el tiempo es lo que hago, esforzarme por mejorar y hacer las cosas como es debido; no buscando el triunfo ni las glorias sino la satisfacción que el haber realizado las cosas dignamente me proporciona.

Creo en mí, pero esas dos palabras en conjunto me tienen hundido: "Nunca... Nadie"; quisiera que eso no fuera posible pero así como se lee es como me han descrito toda la vida, y duele; duele enormemente caer en la posición del "te veo como amigo" por quien te gusta; duele que no se vea ni cerca el Karma de volver a ti a devolverte un poco. Duele que a cupido no le importes y que Eros no haya querido compartir contigo. Pienso, en el silencio de las horas de la noche, meditando en completa soledad que esto no es lo que quiero para mí, que soy capaz de olvidar mi éxitos si eso me trae a manos de alguien que me ame...

Hoy me siento melancólico, triste y somnoliento; realista ante la cruel situación de nulidad amorosa que me rodea, e indignado de que existan quienes bramen que estar así es lo mejor.

Y dejaré un consejo, a quien lo quiera tomar; si tienen algo, lo que sea, por pequeño que sea respétenlo y cuídenlo, ya que estar acá afuera, apartado de todo derroche de amor es algo triste, frustrante, abrumador, cansado y muy muy doloroso.

Y finalizar con un poco de la canción que está en mi mente girando ahora:

"Tráeme a casa en un sueño enceguecedor,
Por entre los secretos que he visto,
Remueve el dolor de mi piel,
Y muéstrame como estar íntegro otra vez."

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