Huérfano
Solo me siento hoy,
triste y abandonado,
en mi corazón estoy,
más que despedazado.
Padres yo ya no tengo,
no tengo por qué vivir,
amigos tampoco tengo,
sólo me falta morir.
La muerte será mi destino,
si enfermo yo en gravedad,
en el suelo estaré tendido,
sin otra oportunidad.
Pasaron los días,
y yo aquí sentado,
mi cuerpo sentía,
estar acabado…
Una luz pudo brillar,
dentro de mi corazón,
al una mano encontrar,
en este humilde rincón.
La persona me llevó,
a su tierna morada,
ahí fue donde ella curó,
mi pobre vida marcada.
Muy poco tiempo tardó,
este dolor en sanar,
toda mi vida cambió,
al esa mano yo hallar.
[11 años, de lo primero que escribí]
triste y abandonado,
en mi corazón estoy,
más que despedazado.
Padres yo ya no tengo,
no tengo por qué vivir,
amigos tampoco tengo,
sólo me falta morir.
La muerte será mi destino,
si enfermo yo en gravedad,
en el suelo estaré tendido,
sin otra oportunidad.
Pasaron los días,
y yo aquí sentado,
mi cuerpo sentía,
estar acabado…
Una luz pudo brillar,
dentro de mi corazón,
al una mano encontrar,
en este humilde rincón.
La persona me llevó,
a su tierna morada,
ahí fue donde ella curó,
mi pobre vida marcada.
Muy poco tiempo tardó,
este dolor en sanar,
toda mi vida cambió,
al esa mano yo hallar.
[11 años, de lo primero que escribí]



Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.
No hay comentarios.
Publicar un comentario
Se agradecen tus comentarios.