Hace tiempo que me he esmerado por hacer un sitio distinto a lo que vengo viendo, que sea una imagen única y perfecta de mí. Lo he venido logrado, desde la expresión de opiniones hasta las clásicas historias que no llevan a nada, todo lo aquí escrito revela algo de mí. A esto voy, porque sigo leyendo y viendo más que leer, muchos sitios personales que no revelan nada, que no dicen nada más que lo que los memes y la microactividad supone.
¿Hemos llegado a un punto de no retorno en el que el copiar y pegar son el pan de cada día? Supongo que sí, ya no hay opiniones que no puedan reflejarse con una imagen cómica; ya no existen ideas originales o conceptos que no estén previamente utilizados, ya no hacemos más que copiar; desde el diseño hasta el modo de implantación de nuestras ideas, Flickr copia a Instagram, Photobucket a Flickr, Vimeo a Youtube, Vine a Vimeo; todos copias de todos.
La información es el máximo elemento en la minería de datos y a quienes les conviene conocerla son a las grandes agencias estadísticas y publicitarias. Qué mejor que conocer la oportunidad de venta de tu producto antes de siquiera crearlo y así, así es como el Apple actual funciona, y muchas más empresas.
La innovación muere lentamente, los contenidos mediáticos se han estancado en cuatro o cinco formatos diversos de información: Textos, audios, vídeos, imágenes, gráficos. Con eso, las grandes compañías crean en base a un guacamole de lo mismo un nuevo producto y lo presentan como tal al espectador, conociendo previamente que eso mismo es lo que ocupa y asegurando así la venta y el dinero en consecuencia.
Ya nadie arriesga, las naciones incluso permiten leyes en las que un montón se vea beneficiado, mientras que el "aventado", choca a cada que puede contra la inmensa pared que supone la competencia. Y siguen, los demás, los que solo consumen, siendo víctimas e invirtiendo lo poco o mucho que tienen en administrarse dosis hedonistas de material de relleno. Mi consejo para hoy es: Aprecia lo que tienes contigo más que lo que puedes llegar a tener.
¿Hemos llegado a un punto de no retorno en el que el copiar y pegar son el pan de cada día? Supongo que sí, ya no hay opiniones que no puedan reflejarse con una imagen cómica; ya no existen ideas originales o conceptos que no estén previamente utilizados, ya no hacemos más que copiar; desde el diseño hasta el modo de implantación de nuestras ideas, Flickr copia a Instagram, Photobucket a Flickr, Vimeo a Youtube, Vine a Vimeo; todos copias de todos.
La información es el máximo elemento en la minería de datos y a quienes les conviene conocerla son a las grandes agencias estadísticas y publicitarias. Qué mejor que conocer la oportunidad de venta de tu producto antes de siquiera crearlo y así, así es como el Apple actual funciona, y muchas más empresas.
La innovación muere lentamente, los contenidos mediáticos se han estancado en cuatro o cinco formatos diversos de información: Textos, audios, vídeos, imágenes, gráficos. Con eso, las grandes compañías crean en base a un guacamole de lo mismo un nuevo producto y lo presentan como tal al espectador, conociendo previamente que eso mismo es lo que ocupa y asegurando así la venta y el dinero en consecuencia.
Ya nadie arriesga, las naciones incluso permiten leyes en las que un montón se vea beneficiado, mientras que el "aventado", choca a cada que puede contra la inmensa pared que supone la competencia. Y siguen, los demás, los que solo consumen, siendo víctimas e invirtiendo lo poco o mucho que tienen en administrarse dosis hedonistas de material de relleno. Mi consejo para hoy es: Aprecia lo que tienes contigo más que lo que puedes llegar a tener.
Hace tiempo que me he esmerado por hacer un sitio distinto a lo que vengo viendo, que sea una imagen única y perfecta de mí. Lo he venido lo...
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Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.