Hola, soy Carlos, me interesan las relaciones estables y autosustentables. Sigo creyendo en el amor y en la voluntad, soy (al menos trato de serlo), alguien que procura vivir de una manera consciente. Cometo errores, conforme más conozco de mí, más me sorprendo de la capacidad humana de cometer errores.
Me he dado cuenta que aunque predico no juzgar a otros, siempre lo hago. Inconscientemente tiendo a perfeccionar todo y a todos. Es complicado comprenderme para otros porque es complicado para mí mismo. Me digo libre, pero dependiendo de la interpretación del contexto, me es imposible serlo.
Intento ser alguien sincero y comprometido, alguien que no incomode a los demás; al parecer también en eso fallo.
Tengo montones de miedos y debilidades acumuladas; pero sé con toda mi capacidad, que cuanto poseo no son solo defectos, pues soy un ser humano bendecido en atributos y virtudes, lo que me describe únicamente como un hombre más lleno de humanidad, amor y misericordia para conmigo mismo.
// Lo escribí en Septiembre de 2015.
Me he dado cuenta que aunque predico no juzgar a otros, siempre lo hago. Inconscientemente tiendo a perfeccionar todo y a todos. Es complicado comprenderme para otros porque es complicado para mí mismo. Me digo libre, pero dependiendo de la interpretación del contexto, me es imposible serlo.
Intento ser alguien sincero y comprometido, alguien que no incomode a los demás; al parecer también en eso fallo.
Tengo montones de miedos y debilidades acumuladas; pero sé con toda mi capacidad, que cuanto poseo no son solo defectos, pues soy un ser humano bendecido en atributos y virtudes, lo que me describe únicamente como un hombre más lleno de humanidad, amor y misericordia para conmigo mismo.
// Lo escribí en Septiembre de 2015.
Hola, soy Carlos, me interesan las relaciones estables y autosustentables. Sigo creyendo en el amor y en la voluntad, soy (al menos trato de...


Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.