Es feo, es horrendo, que te digan que lo que tú crees es un peligro. Es desastroso que quien no osa a conocer la historia, se monte frente a ti y quiera refregarte mentiras acerca de lo que desconoce, pero sabihondo hace como que sí. No estoy a favor de dejarme engañar, pero predicaré siempre el libre albedrío; no pido que los demás sean así, pero de hacerlo así conmigo me sentiría enteramente agradecido.
Es feo, es horrendo, que te digan que lo que tú crees es un peligro. Es desastroso que quien no osa a conocer la historia, se monte frente a...
.jpg)


Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.