En cuanto a la debilidad de vivir, conozco muchas y he conocido a lo largo de mi andar, pudiendo decir con toda certeza que nada de aquello que nos preocupa resulta importante al final del camino; nos aturden nimiedades y categorizamos de defectos a pequeñas tonterías que en su momento no cuadran con lo que queremos experimentar en un futuro próximo.
La historia entoces termina por instruirnos a aceptar los hechos, a cambiar y adaptarnos dependiendo como el curso y entorno de la misma nos vaya presentando.
Se nos escapan maravillosas aventuras por temor, el miedo nos huelve ariscos, trémulos, vanidosos e hipócritas; obviamente eso es algo que quien lo procesa no lo va a aceptar tan cómodamente, pues habrá que reconocer un poco de cinismo con la oportuna finalidad de lograrlo.
//Escrito en mi Blog Wordpress el 6 de Septiembre de 2017.
La historia entoces termina por instruirnos a aceptar los hechos, a cambiar y adaptarnos dependiendo como el curso y entorno de la misma nos vaya presentando.
Se nos escapan maravillosas aventuras por temor, el miedo nos huelve ariscos, trémulos, vanidosos e hipócritas; obviamente eso es algo que quien lo procesa no lo va a aceptar tan cómodamente, pues habrá que reconocer un poco de cinismo con la oportuna finalidad de lograrlo.
//Escrito en mi Blog Wordpress el 6 de Septiembre de 2017.
En cuanto a la debilidad de vivir, conozco muchas y he conocido a lo largo de mi andar, pudiendo decir con toda certeza que nada de aquello ...


Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.