Agonía
Me invaden unas terribles ganas de tenerte entre mis manos y aprovecharme de tu cuerpo mientras a besos te recorro lentamente, mientras mis ojos se pierden en tu mirada e infinitamente te respiro, te escucho susurrar cuánto es que disfrutas de mi compañía, cuánto es que anhelabas que alguien te tomara de esa forma... Y al despertar, dicho sueño se transforma en agonía.



Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.
No hay comentarios.
Publicar un comentario
Se agradecen tus comentarios.