Cuéntame tu vida, tus hazañas y dolencias que mi corazón desea escuchar un poquito más de tus sentencias, y si es que no sientes el mínimo aprecio por este que te redacta, lo comprenderé y apartaré de ti mi barca.
Cuéntame tu vida, tus hazañas y dolencias que mi corazón desea escuchar un poquito más de tus sentencias, y si es que no sientes el mínimo a...
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Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.