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A veces son las dos de la madrugada y uno no quiere dormir sin haber escrito algo, eso soy yo. Estuve en Colima el fin de semana, no doné sangre para alguien que había la posibilidad de hacerlo debido a la celebración del cumpleaños de mi abuelo. No es como que hubiera tenido muchas ganas de ir a ver a la familia, pero siempre es agradable contar con el calor húmedo que esa ciudad produce para purificar un poco la piel asoleada y sanar detalles.

Además, el domingo uno de mis más cercanos amigos y alguien que me conoce bastante bien ha cumplido años, ambos se festejaron el mismo día, tanto Gama como mi abuelo, y la ventaja en la situación fue que ambos estuvieron cerca de mi casa durante sus celebraciones.

Quiero ir a Italia, Daniele andará por allá en agosto y me extendió una cordial invitación; pero tengo que hablar con él y ver las cuestiones financieras para asimilar si me será o no posible experimentar tan maravillosa aventura; los permisos ya los tengo. Falta esperar a la respuesta de mi almohada y mi billetera.

También está la noticia de que antes de que termine el año tendré mi Sentra según las cuentas; lo que me llena de gusto porque eso de andar dependiendo de transporte público aquí en la ciudad, o de pedir "chichi" para viajar a visitar a mi familia es algo que se vuelve tedioso.

Sí, lo sé, he avanzado mucho en mi vida con respecto al año pasado, y poco a poco se dan las cosas en pro de quienes hacemos el bien; no me queda más que agradecer a todo lo que ha hecho posible que estos avances sucedan.

Una semana queda de ordenamiento, antes de empezar con el siguiente escalón; también quiero confesar que el viernes en la noche tuve una pequeña charla con mi linda hermana, que por cierto, canta como los ángeles, qué hermosura.

En la plática le comentaba que tenemos la mala costumbre de concentrarnos en los límites, en las dificultades, en las trancas que se atraviesan; y eso llega un momento en el que lo vemos como si fuera todo nuestro universo, debido a lo cual tendemos a sumirnos en frustración y ansiedad; pero cuando por fin decidimos avanzar, saltar el objeto atravesado en el camino, distinguimos ahora sí lo enorme del entorno, y nos maravillamos de todo lo que estuvimos ignorando por centrar nuestra atención en un problema prácticamente insignificante. Déficit matemático o ingenieril podría llamarse, ya que tenemos el complejo de resolver cualquier lío que se presente, cuando muchos no necesitan ser resueltos.

En fin, si viajo a Pescara en agosto o decido quedarme aquí a trabajar, si me hago del coche en el año o sigo transportándome a pie, si me tomo fuertemente del siguiente paso en este ciclo de cambios o vuelvo a tropezar con mis miedos, si pasan las cosas buenas, o todavía hay que esperar a aprender más de los mismos, no tengo de qué quejarme, sé que lo mejor para mi vida es lo que siempre termina ocurriéndome.

Una vez más durante el día entre diálogos con mi padre salió a la mesa el tema de mi casa; habrá que empezar a invertir en ella también para elevar su valor; un par de habitaciones no serían una mala decisión para comenzar con ese proyecto.

Hablando de proyectos, el negocio que tengo con Roger está comenzando vía él mismo con una pequeña muestra del municipio del que él es, esperemos sea fructífero para asociarlo a esta ciudad, mis trabajos independientes están en una fase de espera de una a dos semanas por lo que veo, aunque el asunto de la creación de lo que Iván me pidió parece que va a iniciar esta semana, esperemos que sí, más trabajo significa más dinero a mis bolsillos y más factibilidad para viajar a conocer el viejo mundo. Io siamo già qui e siamo felici! Ci vediamo più tardi bella gente!

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