Visita
Sentarme frente al ordernador por la mañana, abrir éste sitio y descubrir gracias a las notificaciones que alguien me ha visitado, y más allá de eso, a alguien le ha gustado lo que he hecho público aquí me llena de gusto. Como ya les he comentado en un momento, hace tiempo que redacto cosas que tienen qué ver con la vida diaria, con mi percepción o incluso con intentos de poesía que en un momento hube pensado gracias a la inspiración producida por un amor, una ruptura, una pérdida o un destello de felicidad.
Intentando ahondar en la cuestión, deseando saber si quien me “visitó” es realmente un ser humano y no un algoritmo automatizado que hace a los que aquí plasman letras se sientan reconfortados y llenos de ánimo a seguir tecleando, en vista del éxito que la cantidad, y no siempre la calidad, de los artículos aquí presentes brindará más audiencia a los proveedores del servicio, y como consecuencia mejor remuneración, he decidido colocar una nota más hoy, y analizar durante el transcurso del día quién o quiénes me hayan en verdad leído.
//Escrito en mi Blog Wordpress el 19 de Mayo de 2017.
Intentando ahondar en la cuestión, deseando saber si quien me “visitó” es realmente un ser humano y no un algoritmo automatizado que hace a los que aquí plasman letras se sientan reconfortados y llenos de ánimo a seguir tecleando, en vista del éxito que la cantidad, y no siempre la calidad, de los artículos aquí presentes brindará más audiencia a los proveedores del servicio, y como consecuencia mejor remuneración, he decidido colocar una nota más hoy, y analizar durante el transcurso del día quién o quiénes me hayan en verdad leído.
//Escrito en mi Blog Wordpress el 19 de Mayo de 2017.


Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.
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