Llamada

Esperar una llamada es insoportable, entender el hecho de que los días pasan y pareciera que no hay avances es algo que aterra. Si la llamada llega, maravilloso, si no, que gran decepción y pérdida de tiempo.

Me encuentro en un estado de ánimo distinto, no había querido confesar esto pero desde la vez pasada que vine a Colima he tragado como un cerdo, por eso quiero volver, porque aquí me siento cual alcohólico en rehabilitación trabajando de bar tender, y que no se malentienda, mi mamá y su cocina deliciosa no tienen la culpa de mi marrana forma de tragar, es el hecho de que caigo ante la tentación de la comida.

Y sí, si alguien quería saber alguna de las cosas en las que flaqueo, bueno, la alimentación es un punto débil en mi persona; quisiera muchas cosas, que no fuera así, salir adelante, pero sé que estando aquí tarde o temprano recaigo en las malas manías de comer como si no hubiera comido hace siglos; ando entre cinco y diez kilos arriba nada más desde el puente en el que fuimos a la playa...

Pésimo comportamiento y de pésimo gusto es caer ante este tipo de tentaciones, por eso digo que quiero volver, por eso es que quiero recibir una llamada pronta, por eso es que quiero salir de ésta zona de guerra en la que todavía mis defensas están muy por debajo de la ofensiva oponente.

Dije, según, que a partir de mañana me iba a comportar, ¿y por qué hasta mañana? Fácil, hoy amanecí tragándome dos hamburguesas nivel cerdísimo, jajaja.

Anyway, ya no sé qué más escribir aquí, solo resaltar que en serio, me preocupa no recibir una llamada de confirmación pronto, antes de morir cual globo después de muy inflado. Espero ser suficientemente fuerte para hacer lo que he dicho y evitar mañana continuar tragando como chanchito.

Para todos los gordos felices del mundo: "Soy gordo como ustedes, y sé que en el fondo todos quisieran dejar de serlo, porque por mucha felicidad que presuma su semblante, todos sabemos que por cuestiones no únicamente de estética, sino de salud, es necesario comer saludablemente".