Hace tiempo conocí a una chica,
nos desvelamos todas las noches,
le decía cuanto la quería,
ella siempre sonreía.
Su nombre para mí era Zhol,
aunque todo fue una estafa,
según eso ella temía,
del que del otro lado estaba.
Le he demostrado que soy bueno,
que la respeto en verdad,
que sé cuando debo ser sincero
y que no me agrada la falsedad.
Le dije que llamarse Sol no me desagrada,
pero sí me hacía pensar,
que ella en mí no confiaba.
Yo la quiero, es una mujer adorable,
es simpática y estimable.
Zhol, vida, cielo, deja ya tu orgullo de lado,
mi amor, preciosa reina,
imagina que no lo ha dicho cualquier fulano.
// Se lo escribí con mucho cariño a mi amiga Sol el 24 de Junio de 2011.
nos desvelamos todas las noches,
le decía cuanto la quería,
ella siempre sonreía.
Su nombre para mí era Zhol,
aunque todo fue una estafa,
según eso ella temía,
del que del otro lado estaba.
Le he demostrado que soy bueno,
que la respeto en verdad,
que sé cuando debo ser sincero
y que no me agrada la falsedad.
Le dije que llamarse Sol no me desagrada,
pero sí me hacía pensar,
que ella en mí no confiaba.
Yo la quiero, es una mujer adorable,
es simpática y estimable.
Zhol, vida, cielo, deja ya tu orgullo de lado,
mi amor, preciosa reina,
imagina que no lo ha dicho cualquier fulano.
// Se lo escribí con mucho cariño a mi amiga Sol el 24 de Junio de 2011.
Hace tiempo conocí a una chica, nos desvelamos todas las noches, le decía cuanto la quería, ella siempre sonreía. Su nombre para mí era...



Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.