Mostrando las entradas con la etiqueta simplemente ser. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta simplemente ser. Mostrar todas las entradas

 Es difícil dejar de ser uno, desaprender, reconstruirse a partir de nada. Cuando llegamos a los primeros años de la carrera, recuerdo que uno de los profesores nos dijo: "Todo lo que saben hasta ahora de la materia, olvídenlo, no sirve para nada", solo de pensar una circunstancia similar me sorprendo, pero es posible. Y eso pasa seguido en diversas áreas de nuestra vida. Tenemos que recomponernos y abandonar ideas que nos tenían sometidos.

Conforme se estudia, se da uno cuenta que la mayoría de preceptos y reglas que nos rodean y nos delimitan como sociedad, están ahí a penas hace unos cuantos años; y que a lo largo de la existencia humana, las cabezas dirigentes han ido cambiando constantemente, dependiendo de quienes nos gobiernen. Obviamente, quienes nos dirigen hoy nos inculcan sus credos y leyes montados en sus propios beneficios; así fue hace cien años, así hace quinientos y así será en un futuro próximo.

Enfrentar a los miedos impuestos resulta un plano complejo, más porque en primer lugar tienes que atravesar una línea de señalamientos provenientes de quienes te rodean, y eso puede convertirte en alguien indeseable. Pero siempre recuerda, hay un gran porcentaje de probabilidad que aquello por lo que te castigas ética o moralmente hoy, hace un centenar de años ni siquiera era motivo de juicio.

Pero entonces, ¿está bien o no adaptarse a los cambios y a la ola de modernidad que nos alcanza e inhunda a cada segundo que pasa? No es fácil responderlo si se quiere mantener una postura neutral. Tengamos en cuenta que no todos los cambios significan mejoras, no todos los "avances" son hacia adelante. Simplemente estamos más adentro del vórtice que se ha hecho para contenernos y moldearnos.

Escribo esto mientras le doy vueltas en mi cabeza a sucesos del pasado que me han colocado aquí; algunos no han sido grandiosos, pero me siento agradecido por lo poco o mucho que haya avanzado. Analizándolo, hace diez años ni siquiera me podría imaginar en un contexto similar al actual, tan estoico y simple, dándole un minúsculo valor a las posesiones y enfocándome en ser geniuno con las experiencias principalmente, sin afán de demostrar nada, sin intención de autoengañarme. Simplemente ser, y ya está.