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El olvidarme de actividades importantes o dejarlas pasar sin más se ha vuelto algo común en mi vida, desde no dormir, pasar por completo mis horas de comida, cambiar "trabajos" de freelance por aquellas ocupaciones en las que supuestamente debería de invertir mayor compromiso al ser las que mejores rendimientos me propician; todo es un juego, una demanda intelectual, una exigencia física y una lucha constante entre yo y esa fuerza creciente que no me deja ser.

Estaría quejándome de nuevo por no haber dormido durante la noche, creo que es la tercera vez en la semana que me sucede; el tiempo pasa rápido cuando te diviertes. Mis planes de escribir, no tengo idea de adónde vayan a parar, no puedo afligirme más como consecuencia de eso, tengo que dejar de preocuparme y estresarme por situaciones que, sinceramente, no son el eje central de mi existencia en estos momentos.

Quisiera decirles que estoy bien, que he hecho lo que he podido para cambiar, para mejorar; pero ha sido un esfuerzo en vano, no he logrado nada. ¿Y si eso me molesta tanto por qué lo escribo? No se torturen en tratar de descifrarme, siempre he dicho que es ahí en donde me pierden, queriendo comprender mis situaciones internas poniendo atención únicamente a los gritos externos de mi cuerpo.

Los laberintos tras los que se ocultan mis historias son así para disfrute de los pocos que consigan ahondar en mí de manera sincera, sin máscaras o pretensión, con paciencia e inteligencia. Es más allá de una canción pegajosa, una sinfonía hecha con los más finos instrumentos, dentro de un sublime auditorio que propicia la perfecta experiencia acústica.

Las letras evolucionan, se transforman y adaptan a la forma en la que quieran interpretarlas como propia; así, estas líneas pueden ser una declaración de guerra contra el insufrible, autocompasivo e infeliz momento que podría estar absorbiendo mi realidad como consecuencia de una imaginación inquieta, hasta una determinación de primera mano en beneficio de conseguir un montón de líneas desoladas que signifiquen un "hola" para alguien.

La lucha de los hombres es contra sí, y lo que le depara el mañana es precisamente aquello por lo que se esfuerzan en el presente por conseguir; lo que les roba el sueño, lo que se apodera de sus suspiros y emociones; es una montaña de penas y glorias en la que las subidas pueden ser unas y las bajadas las otras, sin importar exactamente el orden.

Somos un montón de monstruos llenos de magia, la creatividad es en nuestras manos tan simple y minimalista como una hoja en blanco; y tan poderosa y corrupta como chorros de tinta derramados uno encima del otro; el miedo, el dolor, la alegría, la pasión, la cobardía y la devoción, todo está ligado mutuamente, a nuestro caminar, a las memorias, a las moralejas encontradas en los detalles; y cuanto más mínimo parece un simple caminar a casa a solas en una noche de verano, puede volverse el más maravilloso encuentro de introspección con uno mismo.

Dragones y escenarios fantásticos aparte, los ojos de quien nos gobierna siempre estarán ahí, debemos aprender a vivir con ello y sortearlo con un nivel de sabiduría implícita entre líneas que supere a cualquier motor de inteligencia artificial que busque en el plano concreto el mensaje abstracto. Aprecio y bondad a todos, un abrazo también.