Mostrando las entradas con la etiqueta de la casa. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta de la casa. Mostrar todas las entradas
Las estrellas del la noche sucumben ante nuestro aliento, mientras de las manos acercamos nuestros labios lento. Y encima de esto, se escucha el ahullido de un lobo hambriento. Y entre la oscuridad de la casa rechinar el viento.

Estrellas

Por
Las estrellas del la noche sucumben ante nuestro aliento, mientras de las manos acercamos nuestros labios lento. Y encima de esto, se escuch...