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Eso guapas. Sigan desperdiciando sus genes en hombres que escupirán el futuro de sus hijos en afán de construir uno propio y egoísta. Anden, dejen que los fatuos sobrepoblen con sus ideales y construyan el futuro que ustedes nunca quisieron. Lo merecen por su falta de sapiencia y sus hijos igual merecen el estrato intelectual en el que se desarrollarán y por el que se verán absorbidos a causa de sus torpes decisiones. Lo están haciendo estupendamente.

En sí, la idea de mencionar algo así no es insultar a nadie, sino invitarlos a ser mucho más inteligentes en su toma de caminos por la vida. Las mujeres tienden a ser muy sentimentales, los hombres muy visuales; ambos crean una falacia de amor vinculada en eso mismo y perdurable solo mientras eso no termine.


Hoy por hoy, las situaciones amorosas están montadas como espectáculos, como eventos de teatro con toda la parafernalia que eso conlleva; aunque no debería de ser así, de ese modo nos terminamos conociendo mutuamente lo mismo que conocemos a los políticos en campaña visitando nuestras colonias, o peor, como a  los políticos ya electos realizando mítines sociales donde lo que buscan es exaltarse a sí mismos.


Si vivimos la vida con una máscara, con mayor intención la llevaremos puesta ante una relación, ante alguien con quien pretendemos quedar bien, porque precipitosamente (obviando), queremos conseguir aquello que tanto nos ha sido negado tanto de una como de la otra parte. Y para al final, la relación se someta por un lado a los gustos visuales y por el otro a los gustos sentimentales, dejando de lado lo más importante, el cerebro.


El despecho que se lee al inicio contra las mujeres guapas no es tan así como parece, resulta ser una advertencia y una palmada de ánimo a quienes no tuvimos la buena fortuna de nacer hermosos, si así fue complicada nuestra existencia, cuánto más lo será para nuestros hijos siendo cada vez más superficial todo lo que nos rodea. Por eso, a los que se crean inteligentes invito a allegarse a la belleza, y a quienes son agradables a la vista pido estar con alguien que piensa.


Ahora, finalizando, sé que está escrito que el cociente no se hereda, y tan puede ser un genio el hijo de amorfos, como puede ser un idiota el heredero de genios. Pero ellos tienen una importante oportunidad que los otros no: El acceso al conocimiento. El saber formar a alguien en nadie es por defecto, pero existen numerosos libros de ayuda que permiten generar en el educando una intención de capacidad superior a los de su nivel. Es todo.


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