El asunto no es escribir por escribir,
es amar la letra, lo que sale de la mente,
el arte completo entre pensar y decir.
El asunto no es creer que soy especial,
o sentirme diferente,
como quien no tiene igual.
El asunto es comprender
que no existe solución
para quien no quiere más,
que no hay más opción
que respetar su emprender.
El asunto es que las letras,
al sudor no cuadran;
ella me dijo una vez
que la poesía no es su fuerte,
ni siquiera le llama,
mucho menos la siente.
El asunto es hacer que una dulce e insignificante palabra
sea tan fuerte que en su cama pueda hacerme presente.
es amar la letra, lo que sale de la mente,
el arte completo entre pensar y decir.
El asunto no es creer que soy especial,
o sentirme diferente,
como quien no tiene igual.
El asunto es comprender
que no existe solución
para quien no quiere más,
que no hay más opción
que respetar su emprender.
El asunto es que las letras,
al sudor no cuadran;
ella me dijo una vez
que la poesía no es su fuerte,
ni siquiera le llama,
mucho menos la siente.
El asunto es hacer que una dulce e insignificante palabra
sea tan fuerte que en su cama pueda hacerme presente.
El asunto no es escribir por escribir, es amar la letra, lo que sale de la mente, el arte completo entre pensar y decir. El asunto no es...


Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.