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Anoche, eran las tres con cuarenta minutos y yo seguía sin poder dormir; sentía comezones inexistentes a consecuencia de no sé qué. Ayer en general fue un día bueno, común, pero bueno. Pero en ese rato lo único que yo quería era dormir. Ahora que lo medito probablemente ha sido consecuencia a algunas cosas que saturan mi mente en estos momentos: Un trabajo pendiente de entregar, un proyecto complicado y de muy poco avance documentado, un programa muy difícil, un manual preventivo, la respuesta a una pregunta propuesta por la mujer que creo que me gusta, la encrucijada en la que ideológicamente me colocó un maestro en relación a las mujeres y la bella carta de Mooshie. La última, no menos importante que la primera, en el supuesto de que probablemente era la razón de mayor fuerza para no conciliar el sueño.

Un hombre, por generalizar, solo desea una cosa por parte de la dama; no hay nada más valioso que eso. Su admiración.

Hace unos días Mooshie me ha escrito lo que considero la mejor carta que he recibido, lo único que puedo resolver ante ella es que solo soy un humano expresando cosas con poco sentido y sí, con deseo de ser leído. A ella tengo que decirle que eso que admira de mí, de lo que "he hecho", es algo de lo que a quien debe agradecer es al de arriba y yo mismo lo hago cada día. Agradezco la gracia que le dio a mis letras a sus ojos, agradezco el hecho de haberle conocido, agradezco su compañía en cualquier cantidad de situaciones difíciles que he vivido, agradezco la belleza de Mooshie, su simpatía, su personalidad y su pureza.

Ella ha representado hasta ahora la viva imagen de lo que una amistad virtual puede conseguir.

He llegado a conocer incluso de ella más detalles que de otras personas que conozco a pie. Sin embargo, no por ello, idealizo su persona; reconozco sus frutos y virtudes como los defectos que tiene, como cualquier ser humano, como lo hago conmigo. Es una de la personas que más valor tiene para con mi vida, logra satisfacer mis pensamientos cuando más rebuscados se encuentran, es más que una amiga, casi como una hermana.

Mooshie,  a partir de aquí respondo a tu carta.
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Querida Mooshie,

hace veintiséis años que llegué a esta tierra, y aunque en los primeros años de mi vida solo podía captar información cuando inicié la educación comprendí que eso sería mi mayor afición, el conocimiento. Acatar los aspectos de la vida de manera responsable, limitarme ante los vicios y las tentaciones terrenales y motivarme por lo que en verdad podría convertirse en mi vocación, la admiración.

Y es que admirar no solamente es hablar bien acerca de algo, es comprender hasta el más mínimo detalle de su constitución; comencé a admirar las materias, específicamente matemáticas, la complejidad y la belleza de los números está escondida precisamente en que, como la Biblia, aunque los repases una y otra vez son circunstanciales y dependiendo de múltiples variables en las que te encuentres, tendrán un significado distinto.

Lo único que hago en el blog es escribir acerca de mí como te darás cuenta, por tanto respeto tu admiración y la agradezco infinitamente. Antes no me gustaba aceptar halagos, me hacía sentir egoísta; pero hoy he comprendido que el agradecerlos es mucho mejor, pues nadie golpea la mano que pretende brindar una caricia.

Soy un hombre por lo menos afortunado de conocerte Mooshie, si un día llego a tener a una mujer en mi vida haré a bien los frutos del conocimiento y la virtud que he aprendido de tu persona; la trataré como debe de tratarse a una dama, y la amaré en gran manera; pero también te presentaré con ella, puesto que mis amigas deberán ser amigas de mi mujer por el sumo respeto que debo rendirle.

Me encanta dibujarme como un hombre admirador de las musas, puesto que aunque sean violentos o agresivos mis textos, incluso los peores de ellos están fundamentados en imágenes referentes a personalidaes femeninas. Tu has alimentado la existencia de gran parte de ellos, así que yo debo ser quién te felicite por tan excelente trabajo.

Te creo, te siento y te necesito. Así debe culminar esto, quiero dejar claro que para mi crecimiento espiritual, físico, intelectual, moral, lógico y educacional has sido muy importante... Por tanto gran parte de lo poco que llevo construido conmigo ha sido producto de lo que tú has invertido en mí, e incluso me sobra mucho más para seguir armando el rompecabezas de mi vida y la personalidad conforme al corazón de Dios que quiero moldear. Eso último, espero sea recíproco. Nada más agregar que me tienes en el momento que quieras, con respeto sincero.
- RokCK

Anhela

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Anoche, eran las tres con cuarenta minutos y yo seguía sin poder dormir; sentía comezones inexistentes a consecuencia de no sé qué. Ayer en ...