Espectador

 Aquí estoy de nuevo, siendo el estereotipo andante de quien quiere hacer algo distinto de su vida, con mi bebida azucarada cerca, habiendo dejado atrás un par de desvelos; planeación, planeación y más planeación, sin tiempo suficiente para la ejecución. ¿Se han dado cuenta de lo corto que es el día? No da chance de nada.

Navegar entre letras es fácil, únicamente tengo que poner las manos sobre el teclado y solas fluyen, como una fuente interminable, ¿verborrea quizá? Pero si le escarban un poco pueden encontrar algo de sentido y valor. Vamos, vamos, me gusta la idea de retar un poco a mis lectores, a pesar de que el contenido actual en la mayoría de medios los tiene acostumbrados a lo predigerido.

Así fueran diez, siete o uno quienes me leen, mi compromiso con ellos existe, pues del mismo modo que no he abandonado ninguno de mis sueños desde que empecé a soñar, no dejaré morir las cosas que me gusta hacer. Para empezar, vamos con un tema que está en boca de todo mundo, qué locura lo fácil que la gente se deja llevar por las oleadas del consumismo temporal, ¿verdad?

Viendo las ordas de zombies atacándose mutuamente por un postre previo a Navidad y ahora con el tema de Reyes recuerdo la razón por la que obtuve la membresía de esa tienda: Por el mero gusto de ir a ver gente pelearse por idioteces. Porque eso somos, un montón de idiotas peleándonos por nimiedades.

Romantizamos tanto la "marca" de un producto en particular, que nos olvidamos de la inmensa oferta que el mercado ofrece, solamente por la tendencia a pertenecer a un grupito selecto. Lo anterior, no es para nada juicio, a mí podría importarme menos que la gente se despedace por una rosca o un pastel, por el solo hecho de que son alimentos que trato de evitar en lo posible.

Y sin embargo me resulta simpático el fenómeno, además sucede en todas las áreas imaginables, desde un curso de programación de moda hasta un viaje a un pueblo mágico en particular, estamos ciegos ante lo fácil que es meternos en cintura y clasificarnos a la fuerza. ¿A poco creen que ese no es el mecanismo más ínfimo de control que nos rodea? No, a las personas con suficiencia y autoridad jamás les importará lo que un tipejo cualquiera escriba en su laptop mientras se bebe un café en la plaza cerca de su casa, y sin embargo, en conjunto, claro que les motiva saber lo que la muchedumbre piensa y hace.

Espera, con lo anterior no creas que de alguna forma asumo ser mejor que tú o cualquiera de tus conocidos que caen redonditos en las modas comerciales de temporada; para nada, soy el primero en admitir y adentrarme en muchas de esas situaciones, incluso en este momento, en el lugar que estoy consumiendo y produciendo, es famoso por sus "experiencias", aunque eso signifique menos que nada.

Al tiempo que coloco estas palabras acá, una dama se traga a besos a su novio y le pregunta continuamente cuándo es que le va a dar el anillo de bodas, pues ya quiere que ese compromiso se consuma. Ni siquiera sé si tendré la oportunidad de dejar de ser espectador alguna vez, las personas que me atraen suelen alejarse, otras hasta cambian de bando, una de plano me ha dicho que quiere criar gatos hasta la muerte. ¿Es eso una tragedia? La vida no es trágica, yo creo que el sentido del humor de Dios es bastante ácido, solo eso.



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