Crisis

Luz que ilumina mi andar cliché que me pone a pensar si lo que digo es verdad o parte de un cuento será. Crisis existencial, miedo a lo que vendrá, sigo sin ser capaz de mis ideas ordenar y que se me pueda entender a dónde quiero llegar. Muros de insatisfacción, huésped un ente voraz, frío y desolación inspiradores atrás. Cuando fui pequeño pude identificar lo simple que es divagar, bajo las gotas de agua caminar y en introspección pensar. Soy quien no quise o soy quien siempre quizá, concordancias y disturbios en entre plazas y suburbios, los ricos se sienten grandes, los pobres se sienten nada, no hay ni ricos ni pobres más que aquellos que mandan. La fuerza del alma es el saber, saber que no sabes nada, repetitivas historias, ciclos llenos de demandas, para saber que las glorias se han con sangre, y fachadas son las victorias. Me expongo sutilmente en todo, cuento entre líneas mi vida, callo las cosas brillantes y expongo experiencias fallidas, deseo que se note el vacío, que afecte a los comprensivos, intento llegar hasta el fondo y conquistar sus sentidos. Cada uno elige a conciencia, lo mucho que quiere lograr, se esfuerzan en sobremanera, otros pierden por dudar. Las grandes falacias existen, deberían ser testigos ahora, de eso que parece un chiste, pues lo venden y lo adoran. Mi padre ha sido valiente al poner en claro su historia, es un hombre inteligente que simula su demora. Fácil resulta admirarle, aunque en cuestión de segundos alguien intente engañarle yo sé que conoce su mundo. Es noble y un gran caballero, yo debería de aprender, a que las damas primero, el me enseñó a querer. Salud por su vida triunfante, por su amable parecer, agradezco su infinito aprecio, sus ganas de verme crecer.