Entre
Entre caricias y besos, demuéstrame lo que es bello, mientras me pierdo de miedo, a la soledad que causa el no tenerte de mi lado bebiendo de los laureles saludables, y los nacimientos interminables. Estoy que muero por ti, deseo adentrarme en tu cuerpo, labios rojos en silencio, pienso.
Entre oasis y desierto he de ver que quedo muerto, entre mares y arenas he de ver que no soy nada. Sigo caminando en medio de algo que no dejará de parecerme vano, no soy yo, no es nadie, falta arte, quisiera poder ser capaz de observarte.
Entre oasis y desierto he de ver que quedo muerto, entre mares y arenas he de ver que no soy nada. Sigo caminando en medio de algo que no dejará de parecerme vano, no soy yo, no es nadie, falta arte, quisiera poder ser capaz de observarte.



Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.
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