Presiona
Dejaré que las llagas crezcan y al comenzar a pudrirse mis víceras, laméntense aquellos que me han ignorado y por todo este tiempo no conocieron mi nombre. Pues lentamente el cuchillo en mi mano desollará su piel y su sangre fluirá por la oscura alfombra de mi sala.
Presiona más mi cuello para conocer el sabor de la muerte y el sufrimiento de la sangre quiero ver correr aquí. No me digas nunca que tienes temor de tus acciones, sé bien que tu y yo no la tendremos felices situaciones. No moriré por cuanto valen las emociones… Suicidio de mi alma no será este.
Presiona más mi cuello animal maldito y sabrás lo que puedo hacer por un momento sentirme infinito.
Presiona más mi cuello para conocer el sabor de la muerte y el sufrimiento de la sangre quiero ver correr aquí. No me digas nunca que tienes temor de tus acciones, sé bien que tu y yo no la tendremos felices situaciones. No moriré por cuanto valen las emociones… Suicidio de mi alma no será este.
Presiona más mi cuello animal maldito y sabrás lo que puedo hacer por un momento sentirme infinito.



Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.
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