Noches
Ayer, mientras el cielo miraba, la luna y las estrellas mi alma reflejaban, y aunque no era tan clara como lo imaginaba. En ella un gran amor habitaba… Amor por tí mi dulce niña, amor por tí, preciosa doncella.
Hoy, espero que llegues de nuevo, a completar la felicidad en mi vida,
no podría yo estar lejos de tí, no podría yo vivir así,
sintiendo esta gran ausencia, me queda este gran dolor,
el hueco en mi alma llenarás con tu calor.
Bella niña, dulce amor,
quiero gritar al cielo cuanto es que te quiero,
quiero que todo mundo lo sepa bien,
no muero. Pero sin tí de dolor se llena mi piel.
Mi corazón tuyo es entero. Sincero.
Amo las noches que pasamos juntos,
despertar y sentirte sobre mi pecho,
en nuestro lecho, recostada soñando compartir mutuamente,
el amor, la pasión, el erotismo y la felicidad igualmente.
Hoy, espero que llegues de nuevo, a completar la felicidad en mi vida,
no podría yo estar lejos de tí, no podría yo vivir así,
sintiendo esta gran ausencia, me queda este gran dolor,
el hueco en mi alma llenarás con tu calor.
Bella niña, dulce amor,
quiero gritar al cielo cuanto es que te quiero,
quiero que todo mundo lo sepa bien,
no muero. Pero sin tí de dolor se llena mi piel.
Mi corazón tuyo es entero. Sincero.
Amo las noches que pasamos juntos,
despertar y sentirte sobre mi pecho,
en nuestro lecho, recostada soñando compartir mutuamente,
el amor, la pasión, el erotismo y la felicidad igualmente.



Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.
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