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¿Te has detenido a pensar lo mucho que en ocasiones detestas tu vida? Yo a veces sí, y a veces no. Hoy, después de lo que pasé con mi padre sí, definitivamente sí, detesto su actitud tan grosera y amarga, y que la culpa para él sea mía; lo amo muchísimo pero es triste que me vea de ese modo. Detesto que estime mi situación de vida como algo que le estorba, que le hace mal, y al final me eche en cara que soy yo el único que lo piensa, tal vez, tal vez. Lo único que pido es un poco más de tiempo, como un favor, como algo que alguien que necesita avanzar diría. Solamente eso.

Decir que soy fuerte ante los sucesos que me tienen en medio de la nada es decir mentiras, me siento hecho polvo, cada vez en menor densidad. Sé que no soy la criatura más armoniosa y delicada que pueda haber, sé que jamás seré como los hijos "modelo" que les presentan a ellos, lo sé y pido disculpas por defenderme.

Me gustaría ser un hijo del que estuvieran orgullosos, al que otros vieran como ejemplo a seguir, del que solo hablaran bien; una persona a la que respetaran por quien es, por ser alguien de bien. Pero estoy aquí, en este tétrico y enfermo ecosistema creado a partir de malos pensamientos y deseos que en forma continua me dictan al oído que no todo está perdido.

Nunca el brote de lágrimas me ha recompensado con nada particularmente agradable, he llorado por mis errores, he llorado por mis culpas, he llorado por mis penas, he llorado por mis impotencias. ¿Y qué ha quedado de todas esas lágrimas derramadas? Solo un sujeto que sabe que llorar no ha servido de nada, llorar solo me ha hecho una víctima de mayor tamaño ante instancias que deberían ser soportables.

Así es el andar en esta loca vida cuando uno trata de ponerse las baterías y actuar con inteligencia y valor. Cuando uno tiene voluntad y lógica para hacer las cosas todo el sistema colapsa en medio del miedo a identificar lo distinto que eres a ellos; porque es eso y nada más lo que les aterra, tener a alguien en frente a quien no pueden entender, con quien no pueden competir, a quien no pueden seguir, a quien no tienen idea de cómo domar, alguien capaz de razonar.

Estoy escribiendo algunos consejos que me ayudarán ahora que me encuentre solo en este inmenso plano; el temor existe, pero es más grande el que siento si tuviera que quedarme aquí anclado. Soy un hombre independiente, o dependiente únicamente de su mente; por lo demás, no me meto con nadie a juicios, ni hago de inmenso valor a nada por si hay necesidad de olvidar; solo admito mi culpa, vivo en paz, enmiendo mis faltas y sigo trabajando en el mejor sistema que podría idear, yo.


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¿Te has detenido a pensar lo mucho que en ocasiones detestas tu vida? Yo a veces sí, y a veces no. Hoy, después de lo que pasé con mi padre ...