No hay nada más bello y asombroso que sentirte sorprendido, por eventos, por situaciones, por oportunidades, por la vida.
Que todo ocurra casi como caído del cielo, hay preocupaciones y miedos siempre, pero la última palabra la tiene el tiempo, es quien decide lo mejor para ti.
Hoy, recibí una noticia asombrosa, no diré de qué trata ni me haré ilusiones todavía, pero una vez que se presenta una oportunidad, es como una puerta, la decisión es propia entre abrirla o evadirla. Y no sé, estoy vinculado a lo que mi corazón, intuición y consciencia dicten, así decido, no solo por mí, por todo lo que existe al rededor.
Estoy feliz. Veremos en qué desenlaza este evento.
Que todo ocurra casi como caído del cielo, hay preocupaciones y miedos siempre, pero la última palabra la tiene el tiempo, es quien decide lo mejor para ti.
Hoy, recibí una noticia asombrosa, no diré de qué trata ni me haré ilusiones todavía, pero una vez que se presenta una oportunidad, es como una puerta, la decisión es propia entre abrirla o evadirla. Y no sé, estoy vinculado a lo que mi corazón, intuición y consciencia dicten, así decido, no solo por mí, por todo lo que existe al rededor.
Estoy feliz. Veremos en qué desenlaza este evento.
No hay nada más bello y asombroso que sentirte sorprendido, por eventos, por situaciones, por oportunidades, por la vida.   Que todo ocurra ...



Aquí guardo fragmentos de mis días: anécdotas que me han formado, pensamientos que se resisten al silencio, destellos de oraciones que encuentro en los bordes de la rutina.
Escribir, para mí, no es un oficio sino una forma de respirar. Cada texto nace del impulso de entenderme y, tal vez, de reconciliarme con el mundo.
No busco atención o aplausos; solo dejar constancia de lo que alguna vez fui, mientras sigo aprendiendo a mirar con calma.