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Si a las personas, desde un principio no les costara ser honestas habría muchas menos guerras en el mundo; de hecho, muchos otros males son consecuentes a la falta de sinceridad.

Aquí lo dejo claro, para que nadie me lo refute como tanto gusto parece darles:
No soy perfecto. No me considero alguien especial. Cometo un montón de errores. Tengo miedos, debilidades, deficiencias. Mi amistad con nadie puede ser por conveniencia, de hecho la vendo demasiado cara, detesto los estereotipos de gente, soy medio sociópata.

¿Saben lo que son las etiquetas?
Oh, bueno, generalmente por consecuencia de las mismas he perdido amistades.

¿Los grupos de convivencia social?
Ah sí, habiendo tantos no hay uno en el que se me permita entrar o al que pueda al menos adaptarme.

Pedí una cosa en mi vida, una cosa de corazón, una oportunidad, mínima la pedía, una en un millón; ahora solo espero a ver que un millón de personas sean algo distinto a mí porque no quepo incluso en esa cuenta.

Estoy molesto por lo tortuoso de la espera, por lo fácil y tan profundamente que me hube enamorado. Quiero sacar mis rencores cual quejas. Y ahora puedo hacerlo sin parecer acomplejado.

Es imposible decir que no la quiero. Pero cuando un contrato existe se debe respetar. Aunque el trato solo la contemplaba a ella...

Es difícil ser humano en un mundo de excelencia, es difícil ser sincero en un mundo color rosa. Algo que me gustaría es ver realidad algunas de esas cosas que siempre supe que van a pasar. Me gustaría porque no hay nada que me haga sentir una ancla aquí.

Tengo sueños, todo mundo los tiene; el problema es que muchos los revelo.

Estoy realmente molesto. Quiero golpear, destruir, tirar, quebrar, pero sé que no lo voy a hacer, como muchos de mis deseos los voy a reprimir con un poco de texto redactar.

Las personas detestan quien soy pero de labios me desean bendición.

El amor entrecomillas podría ser la razón. Amor a fuerza como dirían algunos. Así no soy yo. El odio no está hecho para mí, todo es cuestión de convicción.

Los respeto como son. No los quiero más cerca de mí. Lo respondo sincero. Así como ella siempre me mintió y despreciaba el hecho de mi simple existencia al rededor, ah pero sí, de labios corazón mintiendo; yo no puedo ser así.

Es decir, si como basura he de ser visto, entonces así de lejos estaré de ellos. Sí, ellos, puesto que todos lo sabían y ninguno tuvo la decencia de mencionarlo; digo, entre falsas caricias y decoros enmascarados me trataban cual hermano.

No quiero más. En serio.
Duele, pero entiendo que no soy de su clase. No sé por qué los míos se esmeran en intentarlo. Allá ellos, yo ya soy punto y aparte.


Años pasaron antes de conocer la verdad y ahora que la sé lo único que quiero es escupir basura que antes podía afectar a mi corazón y ahora solo logrará liberar mis miedos tan fuertes al aprecio y a esa persona que me lo regresó pisoteado.

A veces me cae tan mal la vida fue lo que dije, y ella, claro, sintiéndose ofendida por la sarta de barbaries que cual vil mentiroso y así siendo tratado me puse a redactar.

La lógica dice que el que lee el muro ajeno interés siente por él, claro, el mío solo era leído en medio de represalias e insolencias; jamás se enteró cuando dije cosas bellas de ella o lo mucho que haría...

El hubiera no existe, el hubiera ni siquiera lo hubo, eso lastima. Hiere penosamente verte revolcándote con el rostro débil y ante una personalidad que con su completa arrogancia te hacía quedar como un cretino siempre.

Claro, ella tan bella y dulce, amada por todos, "nadie me gustaría más que ella para ti", decían mis padres y no era automático, pues aman su manera de ser, su propiedad y su alta calidad humana.

Yo por el contrario, parecía ser bien visto por parte de sus padres, no sé qué tanto sea cierto, tantas veces me dijeron mis papás que me amaban que me lo terminé creyendo.

Pero quien ama dice la verdad, habla con honestidad. Al menos lo escribe...

Y entonces ahora qué soy para la vida de tan prestigiosas personas, me veo como una plaga nada más. Como una plaga que ha de ser exterminada de un momento a otro.

Ella dijo que en nada estábamos nunca de acuerdo, "no podía imaginar una vida conmigo", claro; imaginar todo lo mucho que no pude ofrecer en comparación con otras personas más a su altura y a su nivel cultural y social. Yo apenas y conocido en casa.

Las personas somos más exterioristas de lo que presumimos; cuídense de aquellos que dicen amar el interior.


Tengo intención de escribir toda la noche, como una explosión de sentir que libre mi pecho del profundo dolor que siento, y estoy dispuesto a contar historias que poco o nada tengan que ver con la realidad con tal de así dejarlo claro.

Nunca pudimos estar de acuerdo, solo estábamos de acuerdo en que no estábamos de acuerdo, sin embargo la amé, Dios sabe que lo hice y que por ella lloré mucho.

Pero las lágrimas a nadie le importa, menos en un mundo globalizado tan superficial como el actual. Lo que uno quiere es estabilidad emocional.

Cada día entiendo más por qué las personas tienden a volverse locas al intervenir el conocimiento, y no me alejo mucho de ellos al parecer. Porque sé que por más que quiera habrá algo que no podré tener y eso, como la frustración al no poder resolver un problema te perjudica de por vida.

Puedo culparla de algo y lo voy a hacer, de ser tan preciosa mujer; de tener tan brillante presencia y lograr que escribiera todo el tiempo acerca de ella.

Y siempre quise lograr algo, buscaba las migajas, lo aseguro, no pedía más que eso. Pero nada, cuando nada obtienes sientes que un muro inmenso se te viene encima y te aplasta.

"Somos tan diferentes", piensa ella. Formalmente hablando sé que sí hay similitud, pero claro, no voy a sus fiestas ni frecuento a sus socialites, porque no he aprendido a hacerlo como lo hacen los de su categoría.

Tampoco he aprendido a ser un hipócrita como muchos de sus maravillosos amigos. No, si no me caes, no me caes y ya.

Tengo furor en los dedos, hace poco el último reclamo llegó en mención de lo publico ahora, pues soy un incoherente, dice.

Claro, claro que lo soy; escribo. Si fuera siempre coherente buscaría ser un aburrido médico. Sí, la medicina es aburrida, lo pienso y lo sé, al igual que muchas carreras de papel.

Qué más da que se me trate por demente cuando puedo decir que la culpa de todo es el sentir actual.


No quiero que esté cerca, ni en la misma habitación; ni ella, ni ninguno de sus amigos, tampoco su familia. Es decir, según ella yo no soy quién para merecerlo. No lo dijo así, pero lo compongo para que se lea peor.

La cosa más repugnante que puede pasarte en el mundo desde que naces hasta que mueres es tener frente a alguien quien por su aroma te deshabilite.

Siempre me vio como alguien que no podía establecer una conversación con ella, que no la podía hacer sonreír, como si eso fuera imposible para mí.

El problema es que jamás se puso en mis zapatos y entendió lo fuerte que era su presencia y lo inútil que quedaba yo ante ella que ni expresarme podía.

Eso no lo veía como amor, sino como una deficiencia. Obvio, a su parecer no soy persona capaz en ese sentido.

Para alimentar mi arrogancia habrá que decir que según me contó se sentía retada intelectualmente por mí, eso viniendo de ella podría resultar el halago más grandioso hacia mí... Que parece nada al lado de la cantidad de textos que inspiró su persona.

Justo ahora soy como un animal escribiendo por instinto. Habrá letras y renglones que no pueda justificar después y es una pena pero así lo siento, es como escribir el dictado de una mente atrofiada por culpa de un corazón herido.

Se me juzga, siempre se me ha juzgado. Pues no soy perfecto y en mi imperfección revelo mis peores detalles.

Alguna vez comentó que había algo bueno en mí, supongo que lo dijo porque no me conocía. Pero siempre hubo alguien, o al menos esa era la pantalla que yo veía, y qué de cuando no hubo: "No me interesan los hombres", dijo.

No era el momento según, lo malo es que sus momentos llegaron justo en el momento que otra persona, que sí cabe en la cuenta del millón le habló.

Estereotipos o no me siento destrozado. He quedado públicamente humillado por mí mismo y sé que sus buenos deseos hacia mí tienen algo de verdad.

Mis deseos hacia ella han cambiado. No la detesto, Dios sabe que hasta la muerte la voy a amar. Espero que sus otras exparejas y la actual puedan con orgullo llevar esa bandera.

¿Y por qué si la amo hablo así?
¿Saben cuántas veces me obligó a reprimir un detalle cordial de halago?


Hay cosas que no dependen de uno, dependen de Dios, y como de eso se trata, igual puede ser bueno que ella obtenga una lección de lo mal parado que me dejó como caballero supuestamente que soy.

Mis amigos lo sabían, toda la gente que me conocía estaba consciente de que yo me había enamorado de alguien. Aunque con un poco de ego ella mencionó que mis cambios fueron su responsabilidad.

No he cambiado tanto, parecería que nada, que sigo igual de rudo y rígido. Pero han pasado tantas cosas en mi vida que estoy seguro que ninguna de todas esas parejitas pláticas podrían siquiera soportar.

No me creo el trébol de cuatro hojas, pero tampoco tú lo eres; te vi y te hice en mi mente como alguien funcional para mí. Y créeme, hablar de la intención de mi mente hacia contigo era hablar de algo serio.

Yo te amé, te amo de hecho; estoy seguro de que nadie lo hará así. Y ese será tu castigo.

Debo decir que he muerto a muchas instancias sin conocer ninguna me parece algo de lo más tonto que pudo pasarme. Pero soy humano, tiendo a equivocarme.

"Me analizas demasiado", caray; claro, por eso dicen que los idiotas son novios perfectos. Porque no piensan, solo actúan.

Y estoy seguro por tu conclusión que tú también me analizabas, aunque yo soy honesto, y lo que veo lo digo al momento, para qué reprimir una idea o un concepto cuando es más fácil decirlo a guardarlo uno, dos, tres, cuatro años...

Alimentaste algo llamado miedo. Alimentaste el miedo a mí en tu interior. No pudiste siquiera ser capaz de beber una taza de café conmigo y eso te lo llevarás contigo, ojalá te torture como a mí el no haberlo conseguido.

Quiero que me detestes, por eso estoy escribiendo así; quiero que expreses tu asco hacia mí, que me alejes de una forma déspota, que te quites esa máscara de perfección que siempre traes contigo y me borres para siempre.

Desaparecer de la línea de tu vida; que no me cuentes, que no me mientes, que no me toleres o me presencies. Si solía ser un borrón de humo, quiero dejar de serlo.


Las líneas no cesan cuando lo que tienes te lastima tanto, tu cuerpo tiene la capacidad para soportar toda la noche haciéndolo, escribiendo hasta el cansancio.

No me considero bello, ni grato (eso ya me lo dejó claro ella), mucho menos inteligente; solo soy alguien que pregunta, que no se cansa de hacerlo, que aprende en todo momento.

Pero soy un drama, mi vida es un drama, ni estilo es un drama, cada letra y párrafo que escribo tiene drama en sí mismo. Ella se dice muy buena leyendo y no es capaz siquiera de identificar qué de lo que digo es para ella...

A menos claro que parezca un reclamo, esos sí los entiende a la primera, y tengo pruebas de que hasta cosas que no se dirigían a ella.

En un modo intenso de vida ella no pudo verme siquiera sentado frente a ella, eso me duele, me carcome y se extiende desde las puntas de mis amargados dedos hasta embargarme el corazón y provocar más lágrimas en mi rostro.

¿Ni eso?

Hasta los amigos lo merecen. Soy una pena de ser humano, soy pésimo amigo, soy un fracaso como hombre. Ah sí, pero ella me desea "prosperidad y bendición".

¿Sabes qué es eso siquiera? ¿Lo entiendes? Estás tan lejos de entender mi mente al centrarte tanto en la tuya propia.

Nunca quise entenderte, solo te quise a ti; busqué tu felicidad y al final eso fue lo que mató mi intención, siempre supe que tu felicidad estaba en alguien más. Pues tus ojos no mienten.

Hace años que sé leer tu cuerpo, sé leer tus actitudes, sé leer tus intenciones, por eso duele tanto.

Siempre de que sería capaz de convencerte de algo sabiendo el "nunca" en tu mente.


Tú nunca has llorado por alguien como yo lo hago por ti ahora, y qué bueno, porque no sería justo ver en una cara tan hermosa semejante desilusión y dolor.

Si la vida da vueltas y a veces se está abajo y otras arriba el tiempo de Dios vendrá con respuesta a lo que mi corazón pide, pero no lo haré más. No buscaré a nadie, no volveré a cometer el error de ser quien se pierda en el amor.

Espero que tú logres superar tu problema.

Hay cosas que te pasan una vez y esa vez te pasan para aprender. Es cierto, nunca tuve la capacidad de hacerte pasar un buen rato ya que siempre estabas nerviosa y deseosa de irte de mi presencia.

Creo que existen en la vida cosas hermosas que a todos nos llegan a pasar tarde o temprano; por favor, cualquiera de esos amigos allegados tuyos o quereres pueden vivir, casarse contigo, tener hijos y todo sin meterse en mi vida, sin ponerse frente a mí.

Si a ti te quiero como a nadie he querido es lógico entender que quien sea que sea bendecido con tu amor será hasta que muera mi rival. Y no lo quiero en frente, ni a un lado, ni siquiera en el mismo plano geográfico que yo.

Hasta aquí todo parece una obsesión alimentada y es un gusto que así pueda digerirse lo que he estado escribiendo.

No pienso decirle nada, ni ofender, ni buscar el por qué de su existencia; pero no lo quiero, en mi mente y en mi corazón solo hay una idea.

Me conociste con muchas limitaciones y yo te conocí con muchas virtudes.

He sabido de algunos con los que has andado, poco, pero los sé diferentes a mí. Claro, lo sé. Pero hasta para esas cosas hay un Dios.

Si "en un principio no me tolerabas", por qué habrías de hacerlo ahora, no; no sería justo para la integridad y perfección de tu persona. No manches de tinta tu blanco vestido.

Es horrendo y terrible que dijeras que "siempre me has deseado lo mejor" cuando yo a ti siempre te consideré lo mejor que podría hacerme pasado. Te deseo cualquier otro fin que no sea yo, pudiste decir y habría sido íntegra respuesta.

Prefiero un "no me gustas", lo voy a preferir siempre; porque una larga explicación trae consigo una enorme excusa.

Hace no mucho platicaba con tu hermano lo feo que la mala información daña al individuo involucrado. Y veme aquí, sollozando por quien nunca pudo darme una oportunidad ni mínima para con ella.

Tú no sabes lo que puedo lograr, no eres alguien digna de mencionar que crees en mí, porque ni siquiera pudiste creer que te quería; no pudiste creer que sería capaz de platicar contigo si me dabas la oportunidad, no creíste nada de mí. Fui una farsa todo el tiempo para ti.


Estoy lentamente sacando todo, y lo voy a sacar, sea o no que mañana tenga que dar explicaciones al pueblo, no es algo que me importe mucho (como a ti).

Yo sé que no debe de importarte lo que yo piense, porque tienes que terminar viéndome como un bicho en tu presencia. Porque así era, así podías pisotearme sin problema, lo hubiera permitido.

¿Y por qué estoy sacando todo?
Digo, alguien que realmente te ama no te diría tantas cosas y tan feas; por eso mismo, porque sé que te amo, sé que no te voy a poder borrar nunca de mi mente, porque te dejé impresa ahí y lo único que hago es el intento bajo de que me desprecies.

Como debió ser desde el principio, entonces cuando te caía mal, como debió ser después, cuando te dije que me gustabas y yo a ti no te gustaba, como debió ser en el momento que te pedí te casaras conmigo y tú tenías novio y no estabas de acuerdo conmigo, como debió ser ahora que escribiste una enorme excusa en donde un "no quiero volver a saber nada de ti" me habría hecho feliz.

Lo único que logras es que vea interés hacia mi persona donde no lo hay, amedrentas más mi corazón y restriegas mi garganta del dolor causado por los nudos con tus largas explicaciones. Y esto, lo mío, es para que no me aprecies. Para que me ignores.

Sé que no se compara el dolor actual al que sentiré cuando te vea de la mano de alguien, o casada, o con hijos, sé que desearía que me tragase la tierra antes de que eso pasara, pero la vida aquí es un trámite, mero compromiso y tengo que soportar lo que venga aunque sea una imagen tan desagradable como la anterior descrita.

Puedo decir que puedes juzgar (igual que siempre lo haces) la sinceridad de lo que digo y vas a encontrar un montón de contrariedades; y es lógico. Busco alejarte con el deseo de mi corazón contrario, por eso no funciona muy bien el asunto, pero me esmero.

Nunca pude convencerte de nada; me desprecio por eso.

Me gusta escribir las despedidas con lágrimas, me gusta enfrentar mi miedo a lo que viene con escenarios en los que soy un fracaso, me gusta vivir la vida sin altas expectativas, antes de que llegara el día de hoy, cuando conseguí que me dijeras estar enamorada de alguien (a quien puedo decir quien sea, no me importa, le desprecio) te platiqué estar preparado más para un rechazo que para una aceptación.

Siempre me preparo para el rechazo, para la decepción, para que a la otra persona se le olviden las cosas, para las malas respuestas, para contrarrestar el miedo. Porque las cosas buenas les pasan a los que tienen vida maravillosa como tú. A nosotros no nos pasan tanto.

En fin. Creo que este es el sexto o séptimo texto continuo que hice, podría seguir mucho más, pero nadie los leería y no funcionarían en tal caso; así que mejor, dedicados a ti los dejo. Con todo cariño. Para que rechaces mi vida tanto como yo quiero la tuya.

Tú vas a ser feliz, porque ya eres feliz, porque tienes todo para serlo.

Tú vas a ser grande, porque incluso ya lo eres.

Tú eres tú. Gracias por serlo.

En mi caso particular creo que he dicho todo cuanto quería con mucha crema de más, he sacado cosas de mi mente y pecho que ni siquiera creí que tuviera conmigo. Faltan muchas, pero probablemente no tengan qué ver contigo.

Si te vas a sentir ofendida con esto, por favor úsalo como herramienta a tu favor para evitar cualquier acercamiento, por mínimo que sea de mi parte. Piensa en todo lo que he hablado de ti y con ello recházame.

Con mucho amor: Carlos.

Y sí, ahora sí fueron para ti Angélica.


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