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A veces simplemente no sabes qué hacer para dormir; probablemente tengo hambre, de hecho mi cuerpo asimila que así es, el asunto es que ayer y anteayer he comido mucho, debido a que estuve en casa de mis padres, y no es por castigo a mi cuerpo, pero debe de entender que el que manda soy yo y no él.

Hoy comenzaron veintiocho días de acción en beneficio de mi reestructura corporal, hace rato decía mi mamá que me notaba un poco más ancho, sinceramente yo me noto más gordo, simple como es. Varios kilogramos arriba de mi peso óptimo secundan mi moción, pero no había hecho el intento siquiera por mejorar debido a los ataques de ansiedad que estuve experimentando en las semanas pasadas.

Hay gente que no entendería lo muy relacionada que está mi situación intelectual con mi ejecución física, hormonal, sensorial y práctica; pero en definitiva, mientras más conozco las maneras de reaccionar de mi cuerpo, más me maravillo de lo impresionante y predecible que puede llegar a ser. Es decir, si quiero terminar agotado con poco menos ánimo que nada, triste, melancólico y con sensación de vacío y soledad, nada más tengo que alimentarme mal, mi cuerpo hace lo suyo propio para sentirse mal.

Lo confieso, ya no puedo ser el gordito feliz que solía, no porque no quiera, sino porque mi cuerpo simplemente no me lo permite, se pone en estado de estrés casi por la nada, se acobarda, se siente en medio de persecuciones, de penas; vaya, básicamente dejo de lado toda mi confianza y me transformo en un niño huyendo.

Qué de bueno he advertido de todo lo anterior. Bien, está el hecho de que ahora comprendo la necesidad tan grande de mantenerme en activo, de producir todo el tiempo. Tengo que actuar por mí y nada más por mí en el proceso, me he visto obligado a tirar a la basura situaciones, pensamientos y emociones que me afectaban, porque de plano mis demás sentidos están ligados a aquello que no se ve, pero puedo imaginar.

Soy un hombre con cierto nivel de creatividad, dicha creatividad me mueve en determinadas maneras a distinguirme de la calaña común; en el mismo modo, me hace sentir cuán falto de madurez he sido. Lo normal es que alguien como yo ya se encuentre viendo por vidas ajenas y alimentando responsabilidades que todavía no conozco. En esa mentalidad pensé en un cambio básico de proyección; no de imagen como tal, simplemente dar un poco más de seriedad a todo lo que represento, pues ha habido bastantes personas que han abusado de mi ingenuidad y a cambio me han dado patadas en las nalgas.

Mejor ser sensato y sobrio; actuar en pro de las cosas que me hacen falta en la vida, una hermosa compañera, por ejemplo. Atrás que quede la idea de que mujeres de mi pasado podrían cumplir con niveles que son demasiado complicados para ellas, como el hecho de aceptarme, tolerarme y amarme a pesar de todo como yo hago cuando me enamoro de verdad. No hay muchos días más en frente que me permitan titubear con mis decisiones, por eso mismo prefiero la formalidad que el intermitente deseo que las "guanatas" profesan (como bien ha testificado un amigo; siendo yo consciente de tener muy poca experiencia).

¿Qué planes tengo? Por ahora, ignorar toda la mugre y caminar en torno a lo limpio, sano y real. No dejarme sobajar por nadie, mantener siempre un estatus de "en acción" y no permitirme caer ante los malos entendidos o faltas de palabra que tan comunes son en la gente falta de virtud.

Honestamente una de las cosas más decepcionantes aquí es que son ávidos de mentir y defraudar, pero se creen mucho más que los demás cuando en absoluto pueden siquiera mantener viva una llama de principio a fin habiéndolo prometido; creo que todo es parte del enfoque informal que se maneja socialmente para la vida, asimilan que no pueden concluir un objetivo tal cual lo proponen debido a trivialidades ajenas como tráfico, citas, nimiedades o falacias que en sus vicios por ignorar la realidad como a menudo sucede, terminan por pasar a primer plano disminuyendo en mucho el valor de su palabra.

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