Mostrando las entradas con la etiqueta con libertad. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta con libertad. Mostrar todas las entradas
Palabras van,
palabras vienen,
pero el sol,
nunca se detiene.

Luchando voy por el sendero de mis días,
temiendo a todo lo que antes desconocía.

Pasan los instantes,
me parecen largos,
pasan los minutos,
son como un letargo.

Puedo ver las nubes,
puedo oír su voz,
fui sólo un guerrero,
que respiró el olor,
del verdadero miedo,
que causa este dolor.

Luché por lo que me ilusionaba,
rebasé las expectativas creadas,
fui el que más funcionaba,
vencí en muchas de mis cruzadas.

Me hablan y me dicen que no puedo,
que no debo, que no lo merezco.
Soy un gran cobarde a veces,
soy débil y nunca agradezco.

Hoy cambian muchas cosas dentro,
dejé de ser el de antes,
no hay más culpables que yo,
yo y mis impulsos constantes.

Impulsivo me decían ellos,
antes no sería, ahora seguro estoy,
mis ideas cambiando están,
no existo más, no sé quién soy.

He perdido la poca identidad que me quedaba,
esas virtudes y defectos que me caracterizaban,
esas metas y proezas que pregonaba,
han quedado en el olvido, no me queda nada.

Mi cielo, mi espacio, mi destino;
todo ha cambiado completamente,
dejaron de funcionar mis sentidos,
la ilusión se acabó completamente.

Recuerdo mi última batalla,
fue contra mi peor enemigo,
el desamor que causa,
la persona a la que he querido.
Tomando el arma hago una pausa,
me siento muy deprimido.

Miro una vez más al cielo,
invocando el nombre del de arriba,
mi cuerpo tiembla de miedo,
creo que no existe salida.

Se acabó lo malo, pensé.
Mientras acariciaba el gatillo,
la bala nunca salió,
lloraba como un chiquillo.

No puede ser que por alguien,
yo esté dispuesto a tanto,
vivir siempre será duro,
ese es el verdadero encanto.

La razón por la que estoy aquí,
la conozco con certeza,
pero no tengo porqué morir,
dije, mientras movía la cabeza.

Arrojé el arma al precipicio,
estaba al borde de la montaña,
me encontré solo como al principio,
e hice mi mayor hazaña.

Tomé todo el aire que pude,
alcé la vista y abrí los ojos completamente,
lancé un grito capaz de despertar a todos,
y dije: ¡No soy quién para darme muerte!

¡Feliz! ¡Feliz! Me sentí nuevamente,
habrá problemas, yo lo sé.
Pero mi interior es valiente,
tanto que no permitió,
que me asesinara cobardemente.

Vale la pena vivir,
con problemas, angustias y miedos.
Porque a cambio obtendré:
fortaleza, experiencia y denuedo.

No soy libre de mis males,
me dispongo a continuar latente,
adueñándome de las riendas,
del futuro que hay en frente.

Esto no acaba aquí,
apenas está comenzando,
tengo que ser muy feliz,
y no estar siempre llorando.

El pasado ha quedado en el olvido,
el presente en donde hay que actuar,
desarraigando las amarguras,
que en el futuro no quiero encontrar.

Ya no diré más mentiras,
no ocultaré mis dolores,
no seré presa de mis miedos,
veré el mundo de colores.

Haré el bien por todos lados,
caminaré con libertad,
tendré amigos por montones,
compartiéndoles mi verdad.
Seré un hombre de amores,
mostraré valores y bondad.

Vivir

Por
Palabras van, palabras vienen, pero el sol, nunca se detiene. Luchando voy por el sendero de mis días, temiendo a todo lo que antes de...