¿Qué haces una noche de inspiración en la que la luna espera por tus versos mientras tú mueres por sus besos?

Crecí en un mundo repleto de esperanzas, entre las constantes creencias de que quién se esfuerza, lo consigue. Y así hasta que llegué al tiempo presente, en el que no me queda más que superar mis miedos a cambio de sentir sus manos. Suspiros entrecortados.

¿Qué hace un loco compartiendo extractos de su corazón a cambio de nada, ofreciéndolos por el simple hecho de poder hacerlo, como si en el infinito universo de posibilidades algún día logre que llegue a la persona indicada?

Cuando comencé a escribir, pensé que podría hacerlo con inteligencia, esconder entre versos historias utópicas de realidades alternas; conforme las letras aparecían una después de la otra comprendí que ni siquiera soy bueno, a duras penas defiendo una idea en texto de vez en cuando, opté por aceptar lo que era necesario, que los textos eran muestras de una mente deseosa de ser leída, siempre amando.

¿Te gustan los libros, la poesía, el arte, conocer lugares, aprender, la historia, la filosofía, la ciencia, la tecnología? De ser así, ¿por qué a veces siento que me abandonas en el lecho de un recuerdo a punto de extinguirse? Si te alejas de mí, cómo es que funciona el entrelazado en mi interior, ¿por qué no confiesas que eres parte fundamental de mis silencios? ¿Qué estoy diciendo? Difícil es entender al redactor que se hunde en un circunloquio de atrocidades intelectuales. No tengas miedo a ser abierto; total, sin ti estoy más que muerto.


Un poquito de lo que platicaba con Andrea anoche:

Me causa gracia, sabes, el hecho de que te cuento que no tengo casi amigos en la Ciudad y tú seas la que te pongas en tono defensivo. Es como de: Oye, tranquila, que el que tiene broncas para socializar soy yo.

Te pones tensa porque quieres. No necesitas ponerte en plan intelectual. Cosas absurdas y estúpidas también funcionan. De hecho funcionan más. Los intelectualoides hartan. (Sí, estoy usando humor negro para referirme a mí.)

No puedes ayudar a quien no te lo pide, eso es ofensivo...

Si hubiera la oportunidad de irme a conocer Europa, créeme que lo haría. Amo a mi familia, pero he tenido que aprender a andar mis propios caminos (obvio, con sus consejos), pero siguiendo metas personales.

Si me pongo melodramático porque no veo a mis tíos, a mi hermana, a mis padres, a mi familia, me voy a agarrar llorando y regresaré a Colima en un mes para nunca volver a salir. No se trata de tener corazón frío, pero sí hay que saber respetar las convicciones.

Hace mucho me di cuenta que soy distinto a mi familia. El bicho raro. Mis gustos son diferentes. Desde la música, las películas, la cultura, todo en mí; tenía viejos sueños de haber sido abducido y programado con gustos distintos. Aunque sueños, igual son interesantes.

En mi mente, siempre he querido vivir en Londres o Zurich. Mis gustos siempre han sido algo costosos, y desde lo primero que me costó a mí, he comprado cosas de calidad. Mis papás siempre se quejaron de que tenía gustos diferentes.

Y así podemos seguir. Diciéndote lo diferente que soy al resto de mi familia. Desde mi manera de hablar, hasta mi poco conservadurismo. Los amo, lo son todo para mí. Están en la cima de mis prioridades. Dios, mi familia, ...

Pero sin lugar a dudas les agradezco que me hayan dejado generar una consciencia propia, que nunca hayan apagado mis ganas de aprender y cuestionarlo todo. La lectura ayuda, obvio, pero sin gente que te deje libertad de desarrollo jamás alcanzas a formar una identidad y te la vives divagando entre circunloquios morales, espirituales o sociales.


Según la canción "Apply Some Pressure":
What happens when you lose everything?
You just start again, you start all over again

Es una de mis canciones favoritas, sobretodo por el significado de "reiniciar", alguna vez leí que los informáticos somos pésimas personas para las relaciones debido a que un problema que se presenta lo queremos solucionar reiniciando. Quizá tendría de justificar de que no es un hecho que afecte únicamente a los informáticos, sino a las personas con una consciencia lógica decentemente desarrollada, ya que afrontar una situación de cualquier índole (con interés de encontrarle solución) es mejor desde un punto de vista (inicio) o una perspectiva conocida.

Hace poco platicaba con mis compañeras de la oficina que no me interesa que mi jefe se entere de esto, pero definitivamente, para dejar mi actual trabajo, en caso de jugar con opciones y ofertas, tendría que recibir algo que en cantidad se colocara cerca de lo absurdo, eso por el excelente trato y la magnífica compañía que recibo en donde estoy, y la oportunidad de crecer en cuanto a todo.

Mi vida es cada día más sana, mis relaciones sociales son bonitas y me agrada la gente, me alejé por completo de mi percepción amargada y negativa con respecto a los demás; aunado a eso, mi sueldo es competitivo, vivo a cuatro o cinco cuadras de distancia de la oficina, realizo actividades que me gustan y tengo tiempo y libertad de prepararme más, dándole rienda suelta a mi lado autodidacta.

Pero, ¿qué tal si el día de mañana decidieran despedirme? O como dice la canción ¿qué pasa cuando lo pierdes todo? Sin duda sería complicado, me he visualizado en esa fase varias veces, porque ya me sucedió en un punto de mi pasado, sé lo horrible que se siente estar en un proyecto del que te digan: "Muchas gracias, pero hasta aquí llegamos contigo". Duele. Aprender a levantarte cuando estás en el suelo es duro, sea después de un fraude, un robo, un acto negativo en contra tuya, una humillación pública, una muestra de desprecio; pero todo eso lo he vivido en diferentes facetas y sé que es posible, ojalá pudiera presumir que solo han existido logros en mi existencia, lo cual sería una absoluta farsa.

Aunque de las etapas negativas también se aprende, es más, incluso hace tiempo leí que el aprendizaje llega mucho más aprisa en esas circunstancias, porque lo forzamos a aparecer delante de nosotros, volviendo todos aquellos puntos de oscuridad como algo que nos puede nutrir en cierto modo.

Quise aprovechar este post para confesarles que, a pesar de la nostalgia, es importante trazar nuestros propios caminos; por eso mismo estoy en CDMX en estos momentos, hace un par de años en Guadalajara, y la mayoría de mi vida habité en Colima, donde viven mis padres (a quienes extraño y amo con bastante fuerza, en ellos pienso antes de tomar decisiones siempre). Y no estoy cerrado a ir más lejos, cuando era muy joven anhelaba viajar y conocer Inglaterra, Suiza, Italia, Alemania, Holanda, Francia, Israel, Ucrania, Canadá o Japón; es más, hasta pensaba lo fascinante que sería la experiencia de vivir allá. Hoy no sé si llegue a estar en tan hermosas naciones, pero en caso de que no lo consiga, ya he viajado en sueños en más de una ocasión y sé que volveré a hacerlo posteriormente.


Somos una generación nostálgica, y no hablo de los términos científicos utilizados para definirnos; sino del hecho de que vivamos añorando momentos en nuestro pasado, fechas que nos pusieron frente a sucesos y personas importantes que cambiaron nuestras vidas en uno u otro sentido.

Mientras más tardíos somos para asimilar la realidad de nuestro presente, más profunda se vuelve la herida que hace tiempo permitimos que nos provocaran, o provocamos nosotros mismos al no aceptar el simple hecho de que nadie hay perfecto.

Quisiéramos no haber permitido esa mala inversión o fraude por el que seguimos pagando las consecuencias; haberle respondido diferente a esa persona que hoy no está cerca de nuestras vidas; no haber herido a ese amigo o amiga que una vez fueron nuestros confidentes y hoy no sabemos en dónde están; o tal vez levantar la mano, opinar, sonreír, estar, hablar, callar, correr, celebrar, aceptar o besar, lo que sea que no hicimos cuando tuvimos oportunidad, dejando escapar una parte de nosotros en el proceso.

Pero todo está ahí por una razón, podríamos vivir afanados de principio a fin si nos la pasamos pensando de ese modo, tenemos que aceptar los errores, reconocer en aquello que estuvimos mal, comprender que las cosas a cada uno le llegan conforme a su tiempo, pues en esta vida, para todo y todos hay ocasión.

Qué mejor que reflexionar en lo que venga y andar tranquilos por la vida, despreocupados, sin sobreestimar, sin preconcebir las circunstancias, sin asumir posturas a precio de un futuro incierto; porque lo mejor es mirarnos al espejo tal cual somos, en el momento mismo en el que nos encontramos, vaciar nuestras opiniones en un mapa mental y asumir responsabilidades para con quien está enfrente.

Aprender a amarnos es sin duda el más grande y complejo de los retos que afrontaremos en la vida, pero al conseguir hacerlo (cosa que muy pocos, por muy perfectos ante el mundo que resulten algunos), habremos avanzado a un plano superior de consciencia en el que gracias a la introspección seremos mejores para con nosotros, como para con los demás, porque muy cierto es que quien se ama a sí mismo, de la riqueza de su ser contagiará a otros.

Pues al final no importa qué tan alto, pequeño, gordo, delgado, feo, atractivo, inteligente o torpe seas; ya que la grandeza de un hombre se mide en la calidad de la gente que le rodea. Y para mí, las personas que han estado cerca a lo largo de mi existencia son las más increíbles y maravillosas que hay.


A veces parecería que ciertas de mis publicaciones no son visibles en Facebook como otras, como si fuese silenciado automáticamente por un algoritmo, un ejemplo es la siguiente, que coloqué hace rato:

Quería escribir, porque pensé que tenía algo de valor en mi vida para compartir con otros; así continué hasta que comprendí que el significado máximo de la sabiduría es darse cuenta que todo es vano y precario.

Lloré en silencio mis angustiantes noches de soledad, descubrí que nadie me amaba realmente gracias a que me alejé de cada una de las personas que me lo propusieron, extinguí la llama de la reminiscencia entre mis más ocultos deseos, esperando a que la tristeza se apoderara de cada una de mis expresiones de bondad.

Acaricié el agudo filo de la depresión ante el abandono, la parte más fuerte de mí olvidó el decoro, sucumbí ante la necesidad de mi último aliento, entre lágrimas mis ojos suplicaban que se terminara el tiempo, que al cabo no lo valía más; me hallaba harto, me había muerto.

Fracasé un sinnúmero de veces de las cuales aprendí bastante, la osadía estaba renaciendo de entre mis entrañas como prueba de mi entereza; no logré mi plan, no me fue posible destruirme; entre los vestigios de un millón de errores abracé mis miedos, y con ellos a cuestas circundé errante.

Flagelo repetible se volvían mis congojas, llanuras de desolación por doquier colmaban cada uno de mis sueños tornándolos pesadillas, replicaban con incertidumbre los siniestros fantasmas a mi oído, entre alucinaciones y dolor perpetué mi miseria en el significado de un suspiro.


Silenciado

Por
A veces parecería que ciertas de mis publicaciones no son visibles en Facebook como otras, como si fuese silenciado automáticamente por un ...
En sus ojos se ocultaba la verdad, aquello que nunca quiso pronunciarme, pues me quería más allá de lo que podía imaginar, pero no se atrevía a decírmelo. Qué tristeza su falta de valor, y la mía también, lo único que me quedaba a partir de ese momento era esperar.

Entre las distancias que nos mantienen separados y los tiempos que no se detienen a darnos la oportunidad de vernos, entre los miedos de ambos a besarnos y la constante necesidad de nuestros huesos por tenernos juntos, mutuamente aislados de cualquier miedo que pudiera presentarnos el mundo, pues con ella, lo que importa es más profundo.

Si decimos a nuestros hijos que fue sencillo estaríamos mintiendo, pues cada paso que das hacia tu futuro entre mis brazos es un poco más cerca lo que estamos del olvido o nuestro encuentro tardío, lo que quieras tú; he decidido dejar de rogar por las cosas que no creen que merezco, tomar aquellas que me corresponden y ofrecer lo que tengo. Si soy, si somos, si merezco, no lo sé, al final todo será un regalo suyo, mi corazón desde el inicio ha sido tuyo.

Horas y días pasan tras la ausencia de sus labios, la intensidad de su mirada que tanto me solía inquietar, ¿quién soy yo para recapacitar? El muro de incertidumbre hace mucho dejé atrás, no me importa, en serio, ni las letras como antes se me dan; porque el corazón dolido es también el que escribe con más pasión, pero a mayor voluntad, sanidad de mi interior.

Frases y párrafos andan tras de mí, mientras impulso las teclas con intención, preocupación no hay más, lo que quiero es plasmar un poco de mi devoción, que si redactar es para algunos un mérito, para mí no es más que un punto de referencia, para mantener la cordura, pues no quiero enloquecer, para liberar la consciencia, antes de envejecer.


No están para saberlo mas yo sí quiero contarlo, he tardado un par de semanas en publicar algo por acá debido a que migré mi información desde el servidor propio que gestiono de nuevo a Google. Todo ese rollo porque preferí mantener la simplicidad de la información almacenada aquí, pese a que en un momento hube planeado cargar archivos y demás, terminó por no parecerme una buena idea, no me puedo justificar, a veces cambio de opinión.

La vida es así, probablemente hemos elegido una perspectiva a la que nos aferramos y hasta que la dejamos ir terminamos por darnos cuenta que el horizonte se mostraba mucho más grande y con demasiadas opciones ante lo que viene, y sin embargo, estábamos ocupados estimando muy poco de lo que hay.

Tengo que ir a la oficina este día a recibir a unos proveedores, aprovecharé para hacer algunos cambios importantes al proyecto que estoy por presentar a mi jefe; siendo honesto, me siento agradecido de la libertad creativa que me brinda, aunque quisiera tener también algo así como comisiones (sí, estoy hablando de dinero) por cada una de las transacciones completadas que se consigan; digo, como mera motivación personal.

He descubierto que no me gusta perder el tiempo; hay una amiga que a veces quiere que hable por teléfono con ella, no estoy seguro de sus sentimientos por mí, yo no la veo como pareja mía en ningún momento; cuando eso sucede, en mi mente estoy deseando que la conversación sea específica y pronta, no me interesa ser grosero y obviamente charlo de manera agradable, solo que, preferiría estar trabajando en proyectos, viendo una película de mis pendientes, leyendo, escuchando alguna conferencia, básicamente haciendo algo que me deje verdadero beneficio aprovechable a largo plazo; pues sé que por la brecha generacional que hay entre los dos, dentro de cuatro o cinco años, a ella le pareceré un viejo intrascendente; pero bueno, es sustancial aprender a invertir en la amistad también y no ser tan egoísta.

Me siento atrasado con pendientes, no obstante ya no me lo tomo tan en serio como antes, solo dejo que las cosas lleguen cuando les toque y ya está; cada uno tiene sus propios ritmos y se presentan las posibilidades de avanzar de acuerdo a su entorno, no se vale andar por la vida tratando de forzar al destino a que llegue, porque en el inter habrá un montón de experiencias que dejarán invaluable aprendizaje y serán útiles herramientas cuando se haya conseguido superar cualquiera de las metas establecidas. Hay que aprender a disfrutar el recorrido que está repleto de circunstancias, lugares, sabores y personas, qué ver, escuchar, probar, oler y sentir. Excelente sábado.