¿Ya se cansaron? Qué triste; no tenía planeado publicar en el sitio dos veces consecutivas hasta verlo suficientemente abandonado.

Y miren… les diré algo, dirigido a unos cuantos de ustedes: Si este sitio estuviera lleno de comentarios, de visitas, incluso de buenas críticas, aquí tendríamos a todos los que se “comprometieron” a ser parte del mismo, comentando, escribiendo, publicando, visitándolo al menos.

Pero así son; la mayoría de ustedes no tiene la capacidad de poner en movimiento sus intenciones, y se la pasan viendo y creyendo que con el pasar de los días, sucederá en automático, que el lugar se verá mejor. Así, poco a poco dejará de tener valor para aquellos que no han invertido, no digamos dinero, tiempo mínimo en nutrir el lugar.

Les gusta ver el éxito, la fama, la fortuna y decir que “ahí estuvieron”, con todo su entusiasmo proclamando el bien de la idea; pero cuando no, simplemente se quejan para sus adentros de la calidad del producto y las carencias; en lugar de hacer algo por mejorarlo, abandonan la idea, y se sumen en sus excusas clásicas: “no tengo tiempo, demasiadas ocupaciones, no está chido, nadie lo ve, etcétera”.

Me apena ver lo fácilmente que pierden la motivación, y peor aún, que algunos no son siquiera capaces de sustentar sus propios dichos. Incompetencia aparte, lamento que algunos de ustedes sean tan malos socios de proyecto.

Provecho disfrutando su puente, y alcoholizándoze.

//Lo escribí para Toqueteros el 21 de Noviembre de 2016.

Cansados

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¿Ya se cansaron? Qué triste; no tenía planeado publicar en el sitio dos veces consecutivas hasta verlo suficientemente abandonado. Y miren...
Estamos en tiempos en los que no puedes dejar pasar un día sin cuidar la alimentación porque el cuerpo te lo recrimina, tampoco quedarte sin leer porque la mente hace de las suyas con tensiones innecesarias, no es factible olvidarnos del trabajo u ocupaciones porque simplemente todo tu ser te desprecia al día siguiente cuando eso sucede, o alejarte de medios de comunicación sin temor a la ansiedad producida como consecuencia.

Es un mundo en decadencia, en el que vivimos para trabajar y servir, para permitir que el sistema se mantenga funcionando, para dotar de prestigio a gimnasios, restaurantes y cadenas de alimentos, corporaciones multinacionales, negocios virtuales, todo en torno al dinero; que si más, que si menos, siempre moviéndose de acuerdo al funcionar financiero.

Y me dirán algunos que se dan sus escapadas, o que no siguen las reglas, que ellos son almas cual libres trazos sobre hojas en blanco, chairos aquí, hipsters allá, todos manipulados, todos contemplados en el altamente desarrollado sistema social en el que nos encontramos.

No hay solución o cura al mal de la decadencia, porque la misma estructura está hecha de modo que nos sea imposible debilitarla en cualquier sentido, en la ingeniería que cursé es contemplado como robustez, la capacidad de soportar errores sin venirse abajo.

Cada vez menos son las personas de ojos abiertos ante la situación, ofuscados por su deseo y necesidad de autocomercializarse, de prostituirse, de generar recursos, todo de a poco, tragando migas, hasta darse cuenta que el momento de actuar se ha quedado en el pasado; así uno tras otro los revolucionarios que aparecen y como estrellas fugaces se desvanecen en el horizonte.

Mi consejo de hoy es básico: Auséntense de lo que son de vez en cuando, dense cuenta que por muy necesarios que sean, también son sustituibles; sueñen y cumplan sueños, en vida, no para que sus hijos o nietos tengan un mejor andar, ustedes merecen disfrutar.

//Lo escribí para Toqueteros el 6 de Octubre de 2016.

Decadencia

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Estamos en tiempos en los que no puedes dejar pasar un día sin cuidar la alimentación porque el cuerpo te lo recrimina, tampoco quedarte sin...
¿Alguno de ustedes estuvo en la conferencia que presentó el señor Midas/Tesla/SpaceX aquí en Guadalajara? Me habría gustado asistir, pero tener que presentarme a trabajar fue la razón por la que no lo hice.

Elon, para quienes de plano hayan vivido en el Polo Sur los últimos veinte años, ha sido fundador y propulsor de grandes proyectos de la actual web 2.0; para mí es considerado en la actualidad el heredero natural de la batuta creativa que una vez sostuvo Steve —Dios lo tenga en su santa gloria— Jobs.

En la conferencia (que también pudieron presenciar digitalmente) se abordó la intención de colonizar Marte; un evento que sucedería después de muchos años y dinero invertido, por lo que no sería nuestra generación y probablemente tampoco la venidera, la capaz de lograr dicho objetivo. ¿Qué tan probable resulta para ustedes que suceda? ¿Y si nosotros mismos terminamos por destruir el bello mundo que nos rodea antes de siquiera dar un paso fuera? ¿Qué hay de la genética?

Todo esto me lleva a una conclusión mental y muy personal: Si yo tuviera la oportunidad de largarme a un sitio lejano en el que hubiera que olvidarme de todo lo que existe en mi haber, de mis seres amados, de mi familia, y sobretodo de los rostros amargados que día a día me encuentro en las calles, me iría sin titubear. Porque en serio cómo hay gente horrible.

//Lo escribí para Toqueteros el 28 de Septiembre de 2016.

Elon

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¿Alguno de ustedes estuvo en la conferencia que presentó el señor Midas/Tesla/SpaceX aquí en Guadalajara? Me habría gustado asistir, pero te...
Yo inicié escribiendo con una ortografía pobre, pésima, casi como la de algunos de ustedes y peor aun que la de otros de los que aquí publican. En un principio, mi intención única era presentar mis ideas a todos y que todos se dieran cuenta de que “tenía algo que decir”; con el paso de los años descubrí que valía tanto la idea en sí como la forma de expresarla, y es que, sin llegar a ser ridículos, pero cuántos de nosotros hemos leído documentos formales (como tesis, por ejemplo) y los ojos empiezan a arder a media lectura debido a la enorme cantidad de errores ortográficos que uno se encuentra a lo largo de papeles y papeles.

Si bien en un principio pensaba que eso era superficial y no le daba mayor imprtancia, las redes sociales y el pésimo nivel de gramática que tienen varios de mis “amigos” para expresarse me hacen suponer que el instantismo actual no provoca otra cosa que el deterioro de nuestra hermosa lengua; y es que, aceptémoslo, nos volvemos “cagantes” al corregir la manera de escribir de los demás, pero nos sabemos peor con nosotros mismos si no los sacamos de ese regular agujero de ignorancia en el que se han metido, cuando estamos conscientes de que sus errores son reales mucho más que una cuestión “de dedo”.

Sin más por el momento, les invito a volverse, como redactores, más cuidadosos a la hora de plasmar sus textos y como lectores, más críticos (constructivos) para enriquecer las capacidades de los que aquí exponen.

//Lo escribí para Toqueteros el 24 de Septiembre de 2016.

Ortografía

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Yo inicié escribiendo con una ortografía pobre, pésima, casi como la de algunos de ustedes y peor aun que la de otros de los que aquí public...
Me causa mucha tristeza su falta de experiencia al haber optado por incorporar wp.com como plataforma para publicar el sitio. Pero bueno, qué más podría esperar de ustedes, que asimilan las mismas capacidades y el mismo conocimiento cibernético de hace diez años. Sí, añorando y atesorando que sus “ídolos” de mediana edad volteen una vez más sus miradas hacia sus caritas de perritos tristes.

Y sí, va a pasar. Tal vez una o dos ocasiones sucederá. Vendrán, sentirán pena ante otro intento fallido por despertar algo que no va a resucitar y se irán por el mismo lugar que llegaron, burlándose ligeramente de la poca calidad de este nuevo recinto, la pésima coordinación y el continuo abandono de los objetivos. Cuales no hay, cuales ni siquiera son capaces de estimar.
A más de alguno por aquí reconozco de otros “proyectos” tanto propios como comunales, y déjenme decirles que lamentablemente han tenido el mismo destino que casi todos los salidos de TDQ; prácticamente sitios llenos de “reposts”, minientradas que los hacen parecer plataformas de microblogging, intentos patéticos por representar una imagen o personalidad, y al final, el delicioso olvido.

Igual que en todos los proyectos de los que he sido parte; me gusta decir que formo parte de los primeros y siempre, siempre, soy de los que cierra la puerta de golpe cuando todo se ha ido al carajo.
En fin; en determinada forma se les estima. Si vienen y leen mis notas sin acabar por escupir basofia en los comentarios serán bien recibidos, de lo contrario, serán mejor ignorados.
Soy Carlos, tengo 29, estoy amargado (sarcásticamente hablando), soy mucho más inteligente (y modesto) y también gano más (combo de modestia) que la mayoría aquí y vivo en “Zapopis”.

//Lo escribí para Toqueteros el 22 de Septiembre de 2016.

Vine

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Me causa mucha tristeza su falta de experiencia al haber optado por incorporar wp.com como plataforma para publicar el sitio. Pero bueno, qu...
¿Qué voy a hacer yo en un mundo en el que la competitividad lo es todo y soy consciente de que la mayoría son mejores a mí? ¿Qué voy a hacer yo si en aquello que solía ser bueno resulto ser mediocre al lado de aquellos que en verdad lo soy?

Estaba aquí, leyendo felizmente, cuando me entero de que una de las primeras personas que leyó un poco de lo que había escrito, Thania, relación que por cierto, me benefició en su tiempo con el bello amorío que una vez tuve con Mooshie (yo sé que fueron a penas un par de meses, pero igual soy malo para amar de a poquito). Mientras leía sus reseñas, me sentí mediocre, cobarde, inútil; siendo honesto hay pocas áreas en las que me considero "no tan malo" y me decía a mí mismo que en la escritura era quizá una en la que me defendía mejor, pues no es un área que comúnmente llame la atención a las personas; pero cuál va siendo mi sorpresa que incluso en eso no alcanzo a ser uno de los buenos. En resumen, estoy jodido.

Tengo complejos de inferioridad, gustos buenos y bien definidos, me gusta respetar mi palabra y estoy constantemente sintiéndome frustrado; lo sé, eso no es vida. Un momento atrás le decía a una persona que estoy pasando por un periodo de sufrimiento constante, cuando ella me preguntó qué era lo que me hacía sufrir, mi respuesta textual fue "esta horrible enfermedad crónico degenerativa llamada vida".

Ya no puedo soportarlo más, mis pactos con todas las huestes celestiales parecen no llevar fecha de validez; andar por la vida conociendo todos esos rollos no es agradable, no es divertido; la sonrisa de mi rostro se ha esfumado, mi esperanza en ser mejor persona pende de un hilo, y gracias al hecho de que todavía poseo uno que otro pariente que me ama, puedo consentir que no he perdido los cabales.

He querido desde que tengo memoria, ser un hombre funcional, en todo el sentido de la expresión; ser feliz y compartir mi felicidad, estar lleno de amor y brindarlo también, tener compañía, familia, proyectos que se cumplan, cosas que sucedan, pero todo ha venido valiendo nada...

Vivimos en un tiempo en el que le damos demasiado valor al instantismo, colocamos nuestros supuestos "valores" como moneda de cambio en el primer costal que se nos atraviesa, y perdemos toda credibilidad al no tener los suficientes escrúpulos de manejarnos de frente en cuanto a las decisiones que hemos tomado; por eso hay hombres y mujeres infieles, por eso hay médicos que querían ser futbolistas, por eso hay madres solteras, por eso habemos ingenieros que aman escribir y nunca lo consiguen.

¿Qué es si no la vida más allá de un tormentoso terreno de decepción y agonía? Es básicamente el camino que todos debemos seguir con el único fin de purgar un poco más la sociedad, dejando a nuestro paso peores generaciones que la nuestra, más ignorantes y menos pensantes, más dedicadas al consenso público, menos humanas, individuales y reales. Y en ese punto es en el que me rezago, por no querer caminar por ese camino que no me corresponde, pues vivo en el margen de diversas generaciones, como un observador he visto pasar de todo, quedándome sin nada en el proceso.

Por supuesto que duele, duele recordar cómo cada una de las veces que me lo he propuesto he amado, he entregado mi corazón sin condición y a cambio lo he recuperado pisoteado, con escupitajos y molido. ¿Creen ustedes que un dolor así es motivo suficiente para que una persona pierda luz y se vuelva cada vez más sombría? Supongo que eso es probable.

Mediocre

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¿Qué voy a hacer yo en un mundo en el que la competitividad lo es todo y soy consciente de que la mayoría son mejores a mí? ¿Qué voy a hacer...
Qué pudiera contarles que no sepan ya de mí; me he estado sintiendo muy mal, mi cuerpo me sigue reclamando por portarme como un idiota con él; es como si tuviera mente propia y quisiera hacerme entrar en razón, pero no me alcanzan las fuerzas ni la motivación para salir del agujero derrotista y miserable en el que me encuentro; para acabarla, he tenido que sortear otros tipos de dificultades que aunadas al hecho de mi miseria, lo único que provocan es mi deseo de huir de aquí, no hablando de un lugar en específico, sino de una forma de vida.

Tengo presente el deseo de cambio, lo sé porque me he entregado a hacerlo, pero no lo he conseguido; la frustración llegada la noche me aborda, y no he podido responder como es debido alejándome de todas las cosas que me destruyen; es el crecimiento del desprecio por mí mismo lo que temo, como siempre he dicho, no hay algo que me aterrorice más que el no conocer hasta qué punto soy capaz de llegar. Y me estoy muriendo, detesto confesarlo de esa manera pero ser honesto es ya lo único que me queda, es de lo que pende el poco respeto que conservo.

Mientras hace un par de años me sentía lleno de vitalidad y capaz de conseguir lo que me propusiera, hoy a duras penas intento terminar mis días andando; lamentablemente el sombrío y pesado recuerdo de algo o alguien que me quiera me está oxidando, y entre el anonimato y la desconfianza, el dolor y la falsedad alrededor, todo me convierte en quien nunca quise ser. Ya no quiero acabar con la poca energía que me queda, la felicidad se está extinguiendo ante cada monstruo de pesadilla que me ataca entre las noches.

No dormir era solo el principio de mi sufrimiento, las tensiones psicosomáticas aunadas a dolencias habituales en quienes en su miseria anhelan ser retirados del lúgubre camino de la amargura hacen de las suyas también; nadie es capaz de hacerse de mi corazón por lo visto ni estando en oferta desde hace mucho tiempo; ni regalado lo han aceptado. Y con ello, el resto de mí se vuelve un pútrido espectro andante con la esperanza puesta en un olvido que no se asoma, y que derrotado a cada intento de escapar de mis cadenas, me marchito en espera de mis condenas.

¿Por qué será que el Señor se habrá burlado de mí de ese modo? Si mi alma devota sigue siendo para consigo, se la entregué una vez y así como en todo, no soy quién para rechazar mi palabra. Me cuesta entender, me cuesta soñar, me cuesta creer, me cuesta avanzar, me cuesta sonreír, me cuesta brillar y me cuesta más que nada en esta travesía, el día de mañana despertar. Sigo en la cobardía de no actuar de una vez cerrando el ciclo cumpliendo el pacto merecido, deseando entonces, al menos así ser reconocido, recordado, y que la pasión de mi alma gemela que hasta la fecha no he descubierto me deje advertido.

Todo es tan deprimente y sin valor en esta historia, sinceramente no sé ni para qué sigo aquí; no merezco lo que tengo ni con lo que me he encontrado en la ella; todo lo que amo lo he perdido, todo cuanto deseo ha tomado su propio destino; mis ilusiones atoradas están en el pasado, y por más que intento liberarme, el mundo conspira en contra mía; solo quiero desvanecerme y suprimir toda osadía, perderme entre las sombras del desprecio de todas esas personas que prometieron que para mí siempre estarían; que carguen con mis huesos muertos en sus consciencias sabiendo que les hube amado, y que en medio de sus peores pesadillas experimenten todo el daño que me han ocasionado, que como yo no duerman, que como yo sollocen, que como yo imploren y como yo se desmoronen.

Desvanecerme

Por
Qué pudiera contarles que no sepan ya de mí; me he estado sintiendo muy mal, mi cuerpo me sigue reclamando por portarme como un idiota con é...