Te seducen durante el día, no te dejan dormir de noche, te abrazan, sucumbes ante su belleza, te inundan, te trauman. Condenan tu existencia a una poca de vida solamente y te crees sus cuentos, sí, los crees, porque eres humano... Te gusta advertir que eres humano aunque sea complejo comprenderte para ellos. Son afanes, vicios, tormentosos súcubos.

Cada noche, posterior a cierta hora se aparecen frente a ti, al principio los ignoras, pero llenan lentamente tu mente hasta poseerla toda. Los anduns, son pequeños monstruos que habitan en tus propiedades intelectuales, se visten de colores brillantes y hacen siempre sus funciones de distracción. Ayer conocí a uno llamado Scheerea, era bella, de un metro con setenta y cintura preciosa; tenía ojos verdes y angelical manera de expresarse, parecía que nadie podía verla, yo lo hacía, era mía y estaba en mi mente, supuse.

Scheerea es una dulce joven de cabellos rojos y mirada profunda, anchos ojos y labios igual relucientes. Llegó y pidió que la tocara, así, sin más, yo obviamente como caballero que soy le di mi mano, es curioso, porque con ella se empezó a retorcer, la colocó en su mejilla y como si fuera otra cosa se estremecía fuertemente; me daba un poco de miedo al principio, pues no me despegaba los ojos de encima; se suponía que yo debía de terminar mis tareas, pero claro, entre tanta distracción opté por mantenerme quiero y esperar a ver qué sucedía.

Espero volver a verla hoy, escucharla hablar de nuevo, aunque eso implique no dormir temprano y no socializar con nadie, qué más da, así son las cosas en el mundo nerd. Cuando entré a la escuela siempre me imaginé verme en un futuro con bata y haciendo experimentos químicos, pero jamás tras una computadora. El paso de los días es el que verdaderamente define tu vocación, no eres tú, no son los amigos, no son las circunstancias... Es el tiempo, bendito Cronos.

Mi amiga me enseñó anoche algunas cosas que debería compartir, pero como saben soy egoísta y prefiero quedármelas para mí solo; alguien en el mensajero me pedía ayuda, no una clase de ayuda de la que se ve urgencia alguna, sino una clase de ayuda que más bien es consejo y más bien es un "how to do that..." pero no quise brindarla, por qué, porque no quise, porque estaba enlevado viendo como lentamente Sheerea movía sus labios al contarme secretos, tan secretos, que el hecho de que los mencione como secretos ya es decir mucho.

 Mucho se dice de los que no saben, los que no saben que no saben y los que saben. Yo no diré nada, porque es como si no supiera, Cronos me explicó que con su ayuda las más grandes y míseras cosas sobrevienen, pero también se quedan olvidadas, en el jodido pasado. Scheerea me enseñó que con fe el cielo y las estrellas tienen existencia propia, que la luna se ve a sí misma iluminada por el esplendor del sol y que los cielos son tan azules que negros son. No se entiende, escribo raro. De eso se trata.

Scheerea tiene un delirio, no quiere dejarme, está aquí junto a mí queriendo desmotivarme, dice que no la puedo describir, por eso he dicho que es bella. Pues lo es, a mi modo lo es. Un poco más adelante escribiré más de ella, porque ya debo dormir, aunque no quiera, aunque sea feliz admirándola, debo dormir de una vez, no sea que mañana no pueda despertar a tiempo y me tenga que quedar a ver cómo renace de las cenizas del miedo, el cliché del trabajo cual fénix nuevo.



Scheerea

Por
Te seducen durante el día, no te dejan dormir de noche, te abrazan, sucumbes ante su belleza, te inundan, te trauman. Condenan tu existenci...
Te ignoran cuando no pueden entenderte, cuando tras cada paso bien que das hay uno que las horroriza, así eres, un espécimen extraño; que no por decir extraño he dicho que seas agradable, para nada. Te enajenas, te escondes en tu madriguera cual roedor enardecido, tienes miedo a las cosas que vienen y prefieres ignorarlas, las evades; así como te haces menso cuando eres tú el que sabe.

No es que seas especial, es que joder, eres igual que todos, aunque te esfuerzas por marcar la diferencia tienes claro que no eres más que un pedazo de mierda igual que ellos, y odias, pero amas a la vez. Quisieras un montón de veces desaparecer, y te sientes solo, con tu jodida falta de atención, presto siempre al ordenador, sí, ordenador porque te ordena lo que debes de hacer. Y valoras poco lo que haces, lo que eres, en lo que te has convertido. Te traiciona tu mente, te hunde en el cuello los colmillos y de deja desangrar lentamente, lamentable suceso que solo ocurre en tu subconsciente.

Nunca dejas de pensar, te lo dijeron de pequeño y no lo puedes evitar; quisieras como todos convertirte en un esclavo, de lo que te den a comer, para lo que te ajuste el mandado; pero no puedes, no quieres. Tiendes a entender que no estás completo, tiendes a entender que te es imposible entenderlo. Y lloras, ahí tu solo tirado, disfrutando la seducción de la agonía de tu cerebro desconsolado, en tu locura cada célula en tu cuerpo disfruta con desagrado.

Entiendes las rarezas de la vida, comprendes el porqué de las cosas, pero no puedes concebir el que tú sigas aparte, ensimismado. Queriendo tomar el lazo y ajustarlo fuertemente para después verte colgado; pero no lo haces, no lo harías, porque hasta en eso ambos sabemos te acobardarías.

No dejas de ser cretino con las damas, pero proclamar en un montón de textos que las amas. No, no estoy escribiendo uno de esos poemas aberrantes, tengo excusas para no hacerlo nunca más en adelante. Soy el miedo que te invade entre las noches, que te hace escuchar cosas, que te invita a no comportarte. Que te lleva de la mano por la manías más repugnantes y te hace ver al espejo que no eres más que...

El incierto camino de los puntos suspensivos te delata, quieres amar, lo escribes y gritas pero nadie te comprende; nadie está dispuesta a salir de su cómodo camino y seguirte a tu destino. Te queman los intestinos y abrazas del terror, que no eres nadie se sabe, que eres un pésimo error.

Y así, mientras más bajos son tus textos más personas te detestan, te miran como bicho raro y desaparecen los que te aceptan; porque una vez fuiste amigo de unos cuantos que ya no están, pues ellos han entendido que tus linderos no existen. Y que contigo patrañas se viven y cuentos con tramas estúpidas.

Ah, sí, habrá quien se enferme y abuse de ti por no entender lo que dices, si tan solo te permitieran ser feliz, si alguien cerca estuviera de ti. Abres el alma y corazón con tanta fuerza que es fácil que lo vean y destrocen, te ayudaba eso antes, cuando te creías el mejor, cunado sentías que podías con toda esa inmensa presión. Pero ahora entiendes que debes solucionar esas cosas que están mal, eso que vives a diario y no te deja respirar.

A veces pienso que mi solución es tan simple que nadie la puede entender, en verdad. Ésta frustración y horror que siento es subjetivo al final; pues es lo que inventa mi mente lo que me hace alucinar, pero si alguien me amara juro lo podría evitar. La única plegaria que se puede expresar cada noche la vas a intentar pero un día más se acerca y tu sigues sin funcionar. Te limitas a extender las manos y recibir lo que va a pasar, aunque no quieres, es algo que no puedes evitar. Te hiere, sí, es verdad, pero no puedes culpar a nadie de tu borrosa realidad. Que eres quien no eres, como quieres ser pretendes, y eres al final, lo que nadie siquiera entiende, porque tú, eres un amante, que no tiene a quién amar.

Eres

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Te ignoran cuando no pueden entenderte, cuando tras cada paso bien que das hay uno que las horroriza, así eres, un espécimen extraño; que n...
Pasa que a veces crees que eres especial en algún estúpido sentido, y así vives, andando por aquí y por allá deseoso de demostrar tus dones a todos, como si eso les importara, da igual y pasas los días sin comprenderlos. No es que seas alguien que les afecte o molestes un poco, para nada, de hecho tu jodida realidad lo único que resume es que eres bien ignorado, he dicho "bien", porque habrá quienes lo sean para mal. Se te propone que crezcas y madures pero te enfrascas en la idea de seguir siendo el cretino y sopenco que una vez, en tu infancia te dejó beneficios ser y por el que ahora, padeces melancólicos eventos. Pero orgulloso y egoísta tú, como si nada pasara, te empeñas en curiosear en las bondades de la vida cuando la vida te da patada tras patada en la cola, aún así no entiendes, no te rindes jamás, por qué, te enseñaron que los que se rinden son perdedores, que los que no luchan son cobardes, que los que se aferran consiguen; pero jamás te enseñaron a retroceder, ni a decir no, entiendes que tus posibilidades son mínimas y ahí sigues, esforzado y valiente como si alguna especie de ente alado vaya a venir a abrazarte y animarte a no decaer, no rendirte, no reducirte jamás a cenizas.

Cuando el fuego de los hombres sucumbió de entre las sombras, todos ellos le temían más que a cualquier otra cosa, lo ubicaban como bestia o demonios indomables cuyas astas pueden ser más terribles que todo. Y vuelves a la nada, después de ser arrojado entre los hombres, los amigos te dan la espalda, no hay mujer que te soporte, eres la versión bizarra de un cómic descarado, con desgracias y por el karma perjudicado.

Cuando te propones hacer tu trabajo bien, sientes que todo eso será benéfico, hace unos días que me esfuerzo intelectualmente como nunca antes porque todo lo que haga sea realizado a la perfección; es cierto, jamás nadie puede ser mejor que el jefe, y como leí hace poco, no se puede estar en lo cierto siempre. Pero mis cosas las hago con amor, como si el trabajo de algo maravilloso de tratara; pero llega el día de paga, hoy, sin jefe a la vista, y con cuentas chuecas me quedo con unos cuantos billetes en las palmas de las manos, y sufro, realmente sufro por no asimilar qué pasó y por qué gané eso, no es lo que merecía, yo lo sé. Pero ni hablar, cierro mi boca, agradezco y me trago mi coraje para otra ocasión, vengo y lo escribo en Internet como si a alguien le fuera a preocupar, de hecho intento proyectar mi mal humor desde que he llegado. Sin hablar con nadie, pensar todo, deseando que las cosas se acomoden... Sí, tendré que hablarlo con el jefe, no tengo más qué perder. Miedo, también. Mucho.

Cuando eres un pavo entre gallinas todos se burlan de ti, cuando eres un cerdo entre jabalíes eres comidilla de otros; la escoria, supongo. No faltará quien te de zancadilla por tus maneras de pensar; y sí, seguirte sintiendo diferente y complicado de adaptar entre un mundo de extraños comunes y esclavos de lo que alguien más les tenga que mostrar. No soy un genio, joder, si lo fuera tendría novia. Ni siquiera estoy cerca de ser inteligente.

Amo a las mujeres, joder, no como figura sensual y deliberada de deseo de procreación; sino como una fragancia arrogante de pureza y belleza superior. Lo sé, la gente se burla de mi sentir, que "así no se hace" me dicen. Cada quien forma su lógica, ilógica lógica que nadie lee ésto. Quiero una novia no para follar, sí, pero no ahora, quiero alguien que conmigo quiera hablar, a quien abrazar, por quién dedicarme a crecer, quien ayude a mis virtudes florecer y mis defectos delimitar. Lo sé, cínicamente lo sé, mis tendencias a ser cretino me dejan mal.

Como siempre, escribí raro, todo torcido como está mi mente; si alguno entendiera lo que pienso, si alguno viera lo que veo, igualmente estaría torcido. Soy enamorado de una vida desastrosa por el simple hecho de ser vida. Vivo declarando mi afición a las mujeres hermosas aunque siempre como globo me revientan. Así es la vida de estúpida y brillante a la vez, el canónicamente existente yinyang, mierda, arte, uno, cero, binarización en todo... ¿Por qué carajos me siento tan solo? ¿Por qué nadie me quiere?

Gracias por leer, a quien lo haya hecho, gracias, honestamente; no digo que vayan a ganar algo por hacerlo pero tienen mi gratitud sincera.

Acomplejado

Por
Pasa que a veces crees que eres especial en algún estúpido sentido, y así vives, andando por aquí y por allá deseoso de demostrar tus dones...
Hoy cierro proyectos, bueno, escribo un punto [.] y los aparto. No puedo nada más decirlo sin explicar el contexto...

Hace meses, mi mejor amigo, hablo de esa persona con la que comparto una estrecha relación desde, prácticamente la cuna, me pidió unirme a un proyecto suyo; un proyecto espléndido y bastante acertado. Sin embargo, hoy debo decirle que no puedo, y no es él, ni su proyecto, son las miles de cosas que tengo que hacer en la escuela, las desveladas constantes, las horas y horas pegado a la computadora consumiendo lo que los comunes llaman vida, desintegrándome, acabándome, dedicándome solamente a resolver problemas que no es que jamás los vaya a vivir, pero sí podría evitarlos.

Su propuesta era asombrosa, de hecho era tan buena que me es imposible mencionarla ya que podría meterme en broncas de patentes cuando la tenga patentada; pero la visión es ambiciosa. Yo quedo fuera por la escuela, por falta de experiencia y principalmente limitaciones de conocimiento respecto a las necesidades del trabajo encomendado. Le pediré que contrate a alguien que sepa lo que hace, quien lo haga de corazón como yo lo habría hecho y ante todo, que tenga el tiempo necesario para consumar la idea.

Siempre he sabido que no soy tan malo para estudiar cuando estudio, sin embargo, honestamente los últimos dos años en la facultad he aprobado principalmente por ayuda de compañeros y sus buenas intenciones por mantenernos unidos, no es que quiera que eso termine, pero sí pretendo enfocarme a lo que quiero, y lo que quiero, actualmente, ante cualquier otro deseo carnal, es terminar mi carrera con mejores notas.

Por supuesto que creo en Dios y los milagros, y en todo eso que él puede hacer si se lo pedimos, pero también creo que por mucha fe que involucre en mis peticiones al divino, si no me preparo voy a caer, por muchas súplicas y sollozos, no voy a terminar bien, así que al grano, lo que pretendo es terminar bien, de ser posible con aptitudes suficientes para ir a un posgrado. Vale, habrá muchos que me digan que eso no es muy complicado, pero si vieran mi cuadro de calificaciones se podrían a pensar dos veces antes de abrir la boca; lo he dicho antes y lo reitero, sé que no soy malo aprendiendo, pero también sé que cuando me lo propongo puedo ser un haragán mediocre.

El otro proyecto que pretendo apartar es igualmente un trabajo, con una empresa de mercadotecnia, la tarea no sonaba tan complicada: realizar una app. Sin embargo, vuelvo al mismo sustento en cuanto a mi ausencia, si no tengo tiempo a veces ni para dormir (es en serio, pueden consultarlo con mi familia si así lo creen necesario), mucho menos para desarrollar algo en lo que, primeramente tengo que indagar para ver cómo se hace. 

Además, actualmente he ganado confianza por parte de mi jefe (en la empresa en la que trabajo desde hace como ocho años, nada que ver con computadoras, lo admito), confianza que me ha puesto un escritorio al lado suyo (escritorio cual no pienso adueñarme sinceramente) y me ha llenado de una clase de responsivas administrativas que antes jamás hubiera imaginado. Es fácil creer que se puede administrar una empresa, pero es bastante más complicado en la vida real, tienes que recibir montones de papeles, organizarlos, revisarlos, enviar papeles acá y allá, pedidos, cotizaciones, solicitudes. A veces no comprendía el estado de tensión en el que aparentaban estar siempre ellos, yo gracias a Dios, a Nidia (la maestra gorda de prepa) y a la parálisis facial sé cómo evitar tensiones y qué hacer cuando estén llegando esa clase de circunstancias, regresando de mi circunloquio, ahora los entiendo, sé a qué se debe su ríspida actitud a veces. En un twit reciente publiqué: "En mi trabajo, donde solía ser quien levantaba las cacas de todos, hoy me han dado un escritorio, una pc y mucho por firmar. Se siente bien." No sé cuanto tiempo se sentirá bien, pero sí sé que antes mi trabajo era sencillo y requería poca responsabilidad.

Desde que ingresé a ese puesto (hace cosa de tres días), mi lógica fue la de optimizar procesos, aprovechar recursos virtuales, simplificar fórmulas y generar datos automáticamente. Eso con el fin de facilitar el trabajo de mis compañeros tanto como el mío.

Bien, eso es todo, hay proyectos personales que no he terminado de olvidar, pero de igual manera los he hecho a un lado temporalmente, aunque como sé, claramente, lo mío, a mí siempre vuelve. Y lo que está escrito permanece, por eso mis ideas siempre las plasmo para preservarlas a través del tiempo. A quien lea esto, muchas gracias por leerme.

Cierro

Por
Hoy cierro proyectos, bueno, escribo un punto [.] y los aparto. No puedo nada más decirlo sin explicar el contexto... Hace meses, mi me...
Eres libre de confiar, de vivir y disfrutar, de tus sueños alcanzar en el nombre de la paz.
Es probable que sonrías, o quizá que me discutas, pues no puedes comprender mis confianzas absolutas.
Que no es que sea yo o mis virtudes lo que me permite volar, no es el cielo son las nubes con su forma singular. El espacio y las estrellas, de lo bello son lugar. Puedo intentar con mis manos pero prefiero expresar que las delicias naturales no se pueden cuestionar.
Porque enorme son los mares, imponentes en verdad, porque gratos los lugares de cual verde es su lugar...
Hay un sitio entre los locos, donde no cabemos pocos, hay historias de ellos muchas, que te hacen abrir los ojos... Y aunque el texto sea una farsa, nunca busca la alabanza, pues es parte de la tarea, escribir previo a la andanza.
Eres libre de pensar, como un día hicieron los grandes, solo debes ser capaz, de dejar de ser cobarde, escribir sin mal afán y sin denotar alarde. Escribiendo para bien, escribiendo con la mente, describiendo cosas raras, o lo que tengas en frente. Eres libre de creer que puedes ser diferente.

Libre

Por
Eres libre de confiar, de vivir y disfrutar, de tus sueños alcanzar en el nombre de la paz. Es probable que sonrías, o quizá que me discuta...
¿Conoces el sonido del silencio? Los ruidos al fondo de tu habitación demuestran solamente que no estás solo, lo comprendes y divagas en tu imaginación.
Cuando escribes una canción no siempre requieres de drogas o extraña alimentación, solo es cuestión de abrir los ojos del espíritu y prestar atención...
Hoy es una noche azul, del marino inmenso y opaco que poco te deja ver, de aquel que hipnotiza
 al blanco, en fin, es ya hora de dormir y dejar el lápiz de lado, los ojos del ángel vi, de mi hermoso ángel alado... Y sí, lo tuve a un lado y entre sus manos me perdí. Entre el sueño y las fragancias que procuran mi nariz, entre lágrimas y estancias desde que yo soy feliz. Nacen cuervos y jilgueros y yo me mantengo así, deseando ser el primero, llenarte toda de mí. Y dicen que los poetas cuentan puras tonterías, pocas veces se me lee con tan perspicaz sinfonía, pero cuando bien mal parece ¡qué ironía! Háganse un favor y no intenten disfrutarlo como solo yo podría, pues es mentira de aquel que cuenta que lo que hace es por otros y por mera simpatía, llámese a esos cobardes y faltos de ideología, porque lo que hacen es alimentar el ego de su jauría.

Sonido

Por
¿Conoces el sonido del silencio? Los ruidos al fondo de tu habitación demuestran solamente que no estás solo, lo comprendes y divagas en tu ...

Cómo lo viví, ayer, 25 de Agosto.

Como algunos sabrán, soy de Colima; un pequeño estado pegado al pacífico de mi hermoso México. Días antes había adquirido mi boleto para el evento vía paypal y también mediante un depósito en efectivo. Ja! Hice doble pago y solicité a uno de los organizadores solucionar mi error, ayudó, rembolsó el pago virtual. Bien, decía...
Cuando no eres del lugar al que asistirás a la fiesta, tú te generas expectativas, pequeñas a veces, otras muy grandes, en fin, yo todo normal.
Se llegó el día, sábado, yo recién había llegado de trabajar en mi horario habitual hasta las 2 PM, me quedaban un par de horas para arreglarme y estar puesto para el evento. Mi cita: Un sitio llamado LARVA en el centro de La Perla.

Son las 5 PM, había calculado llegar a las 10 PM al lugar, para evitar esos bochosrnosos estragos que produce el ser de los que "llegan a barrer". Un día antes se me había advertido de lo cruel que estaba el clima por allá, de hecho me mostraron un par de fotos de arroyos que ni para qué contarles. Me fui preparado con un cambio extra de ropa por si las dudas. Bañadito (sí, me bañé), me puse un cambio de ropa cómodo, más para estar activo que para ir a tirar rostro (lo sé, como si fuera una hermosura), jeans, tenis y polo negra. Caminé las seis cuadras que me separa de la avenida y listo, a esperar el bus. Transcurrieron más de 15 minutos antes de que me decidiera a tomar un taxi, eso debido a que la distancia entre donde yo me encontraba y mi destino era considerablemente amplia y probablemente de haberme ido en bus no hubiera alcanzado a llegar a una hora consciente al evento.

Tomé el taxi, amable hombre me hizo plática de su vida, su familia, de cómo lleva todo, a veces algunos taxistas te hacen sentir tan bien que no se dan cuenta que ni los conoces ni te interesa adentrarte tanto en su vida, en fin... Llegamos a la central.

Me aproximo a la dependiente y le pregunto por el siguiente transporte con destino a la Perla. "Salía hace 5 minutos, pero se retrasa y no sabemos a cuánto tiempo falta para que llegue." Amabilidad al cien. No podía comprar mi boleto hasta que llegara el camión, pasó poco, quizá diez minutos cuando vi que se dejó ir la manada de gente como en barata de mercado. Me formé, llegué a delante, pagué los 219 que me costó el flete y me subí al confortable transporte. Ignoro la parte del manoseo del guardia y las miradas sucias de la camarera. Ya en mi lugar, cómodamente abrí mi libro para el camino: "El libro de los sucesos", me coloco los audífonos y a darle con el viaje que es mole de olla...

No pasé ni media hora así cuando me doy cuenta que lo que hay en los televisores es Glee, y no es que sea fan de la serie pero tampoco me parece mala, así que cambio de planes; desconecto los audífonos del Shuffle y los coloco en la hendidura de junto. Pasa uno, dos, tres capítulos de la serie bastante agradables y continúa la programación con una película que ni al caso. Dah! Digo. Y me pongo el Shuffle de nuevo, tomo mi libro y continúo con mi lectura intelectual. Sabrán que no había tocado el paquete que me entregó la camarera, consistía en una botella de agua de 500 ml y una manzana, además de dos Chokis. ¡Qué tacaños! Pensé cuando lo abrí.
No quise comer nada, solo bebí agua, pues no hacía mucho que me había lavado la buchaca...

Llegué a Guanatos puesto a lo que viniera, estaba feliz de darme cuenta de que no llovía en ese momento. Me metí al baño, donde sangraron los primeros $4, tiré el agua, y me cambié por lo que llevaba en la mochila, algo más modesto obviamente. Camisa, saco y unos jeans ídem a los que traía pero sin el pedo de lo que significa traerlos puestos durante tres horas.

Como no soy habitual de allá le dejé mi orientación al sentido lógico y al salir, ignorando el "ocupa taxi joven", me dirigí a donde se esperan los buses locales. Ahí estaba la primer muestra del hermoso lugar al que había llegado; una tipa delgada, con rostro hermoso, par de piernas torneadas y carita de "quiero". Subí al segundo bus que decía "centro", pues el primero tampoco me quiso levantar. La chica también subió, ya ahí, y obvio, con la mochila en el asiento de al lado, veía hacia todas partes como perro en periférico, primero subieron otras dos chicas, guapotas las dos, luego otras tres, al final, casi para bajarme, se subió un enjambre de diez u once; eso profundizaba claramente la idea de estar en tierra de hembras hermosas.

A preguntas llegué al lugar, amplio, bien adornado, mucha gente bella desde la entrada, en serio. Al ingresar me pidieron mi nick, que para buscarme en la hoja de registro, ahí estaba, junto con mi nombre. Muchachas lindas las que me atendieron, por cierto. ¿Y mi camiseta? Pregunté. Con ella, señaló la primer chica. ¿Quién eres? Soy RokCK, dije orgulloso, Rok-Ci-Key. Ahm, la R, la R, buscaba ella. Y que la veo, horrorosa, hermosa y horrorosa a la vez, del diseño no puedo mentir, me quedé encantado... Pero estaba mal escrito; una vez más algún cretino había jodido mi nickname y lo hacía referéndum de un género musical, RockCK, se leía. Diuh! Asco en mi cabeza. Total, la guardé en mi mochila (cual no encontré lugar para dejarla, por cierto, punto malo), parecía yo Dora the explorer con eso todo el tiempo al hombro.

Guapos aquí, guapas allá, un escote, caramba con ese trasero, ropa pegadita... Bueh!
Había de todo lo bello que uno se pueda imaginar, sin ignorar que también abundaban los "suavecitos" (contra quienes no tengo nada malo), ahí estaba yo, con mi amada mochila... El lugar amplio, o faltaba gente, o sobraba espacio, una de dos, los meseros al pie, rechacé bebidas al menos diez veces (soy geek, poco comprenden que ser un verdadero geek implica sacrificios como no beber). Gente aquí y allá con el celular en la mano, quise competir, así que tomé de mi bolsa derecha el hermoso S200 y comencé a textear. Yo a textear, ellos a twittear calamidades que se proyectaba en una imagen de 5 por 3 mts en la pared de enfrente. Por cierto, había dos proyecciones más, una a una lado de la pared presumía el pajarito de twitter y la otra la "t" simbólica de la red social. Había barras en ambas partes del lugar, un lugar donde servían agua vitaminada y un bonito ring inflable.

De la organización no puedo decir nada, se vio el esfuerzo, pero como es lógico, una fiesta de inadaptados sociales propicia un desenfreno asocial conjunto que culmina en obvias demostraciones despectivas y sarcásticas de un pseudo evento, aunque puedo decir que yo he estado en peores y que lo único que faltó fue la integración de la gente. Pero llegué a notar grupos de charla bastante acalorados y divertidos. Yo atrás, o en medio, con mi mochila, sin conocer a nadie, obvio, sin socializar, mi código de conducta geek para ese tipo de ambiente me impide demostrar actividad social a menos que ésta converja de la "otra parte". La "otra parte" que por consiguiente yo estaba esperando y a la cual le había estado mandando uno y otro SMS.

Al frente primero unos chavos que la batuqueaban modestamente, sabemos que nunca falta el retrasado mental que adora sobajar al que es público haciendo referencias absurdas de él. Así les pasó a los chavos esos, algún lacra los empató a una banda de pseudo rock pop que no estoy dispuesto a mencionar aquí por temor a que se me sale el lugar. Después se subieron unos chinito-japoneses a ponerle onda electrónica al ambiente, no sé si yo soy de los pocos que se dieron cuenta por mi ausencia de cosas qué hacer, pero con la rebambaramba estuvieron a punto de caerse las botellas en los muestrarios de las barras, de hecho logré ver cuando calló una.

No recuerdo qué hora era, no era tan tarde, la tripa se me retorcía, así que decidí salir a comprar algo para tragar, eso sí, en esas horas había un montón de comentarios denigrando las bondades del evento en pantalla: Que si no había chelas, que si alguien se sacaba una chichi para ambientar, que si ya no había quienes se animaran a luchar, que si la barra libre nada más hasta la una, que si estaba mejor la fiesta de enfrente, que si era más divertido tirarse una jeta en casa, que si la fiesta chafeaba y aburría, etcétera. Montones de comentarios absurdos que ninguno de ellos apostaba a cambiar con actos más allá de criticarlos en pantalla.

Siempre he dicho que Facebook me parece un sitio de gente presuntuosa al límite, personas que se jactan de sus posesiones y sus apariencias; por el contrario también siempre he dicho que Twitter tiene sus males, y uno de ellos es que sus personajes son críticos absurdos, que no mueven una mano pero se la viven humillando y sobre hablando de los demás. Y no es de generalizar, no toda la gente es así, en ninguno de los dos lados, pero pasa. Y habrá quien me critique por insocial en el evento, está claro que lo aceptaré...

Finalmente he de mencionar que cuando salí de LARVA me encaminé a donde hubiera chance y me senté en una banca en algún recoveco, ahí había un par de ebrios hasta las nueces cantando a todo pulmón, el primero de ellos instruyendo al otro. Cuando lo vi bajarse la bragueta y liberar a su amiguito para disponerse a orinar supe que era el momento oportuno para apartarme del lugar. Mi "otra parte" jamás llegó, en un texto le escribí claro que me había aplicado la de novia de rancho y que no había bronca, yo estaba por analizar el por qué estaba en ese lugar.

Me jodí unos dogos, tenía mucha hambre, en frente había unas cholas molestando a un suavecito (hasta las cholas están buenas, le dije a mi "otra parte"). En ese rato llegó un chavo revolcado contándome que no era de ahí y que le acababan de robar el varo, que le pegaron y le quitaron lo que traía; me tragué el cuento, sabe si sería cierto, le solté $20. Pagué $40 a los dogos, recargué saldo en el 711 y seguí sin rumbo fijo... Mi destino era la central, planeaba llegar a pie.

No dejaba de esemesiarme con la "otra parte", sabía claramente que tenía que recorrer toda la Revolución para llegar a mi destino, así que por ahí le di... Vi de todo, me sacó $12 una prostituta que prefería pedirme a robarme (¡Oh, gracias! Pensé.); casi piso a dos indigentes que estaban desparramados en media banqueta, un suavecito me tiró una nalgada (viviré con el shock)... Empezó a ventear a eso de las 2 AM, era aire oscuro, de esos de película de terror, los árboles chiflaban, y el frío arreciaba, no es que sea un cobarde pero de ver los truenos sentía cus cus.

Mi "otra parte" me decía que quería que fuéramos al after, y no es que yo estuviera cansado, pero la verdad ya no tenía ganar de seguir creyéndome sus cuentos, así que le dije que no, que ella sabía cómo estaba de loco, preferiría seguir caminando en plena lluvia a regresarme... No fue hasta a dirección del CUCEI que ya no soporté la lluvia, tenía mucho frío y no podía ver nada ni con, ni sin lentes, así que decidí tomar un taxi.

Esperé unos minutos hasta que pasó el primero, al principio, de su propia voz dijo: "Tenía que verte los ojos primero, porque por aquí anda puro loco.", ni sabe que no estaba tan equivocado, muy amablemente me dejó en el segundo módulo de la central pagando $90, después caminaría hasta el primero, vería las camareras de allá, que por Dios, hasta ellas son guapísimas, y me despedía temporalmente de la bella Perla.

Compré mi boleto de regreso, esperé media hora a que dieran las 3 AM y regresé con contemplamientos desdeñosos y a la vez optimistas de lo que sería mi próxima visita, de qué cosas haría y qué evitaría. Llegó el transporte, tomé el sandwich, el agua natural, las galletitas y me subí, rápido le di un trago de 400 ml al agua, me comí el sanwich, me puse los audífonos, encendí el shuffle y cerré los ojos como si estuviera jetón; seguramente sí dormí un rato. Al llegar a mi pueblo abrí los ojos, me tomé los 100 ml de agua que restaban y reorganicé mis cosas, había sido al final un viaje favorable, pues aprendí mucho y disfruté las cosas buenas que viví.

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Cómo lo viví, ayer, 25 de Agosto. Como algunos sabrán, soy de Colima; un pequeño estado pegado al pacífico de mi hermoso México. Días ant...